La tecnología 3D supone una revolución en cuanto a la forma en la que podemos disfrutar de nuestros contenidos. Esta característica se disfruta más si cabe cuando la usamos en películas o contenidos rodados en gran formato, sobre todo si dicho contenido está adaptado específicamente.
Tu televisor Philips es el mejor sitio donde disfrutar de toda la experiencia 3D: tus películas no volverán a verse ni sentirse igual. Te transportarás directamente dentro de la película. Pero, ¿a que realmente tienes curiosidad por saber cómo funciona todo? Vamos a explicarte como se crea la magia.
El arranque del sistema 3D
El sistema de imágenes estereoscópicas, conocido popularmente como 3D, permite que veamos y procesemos imágenes inicialmente planas separadas con una pequeña distancia entre ellas (la de nuestros ojos) para que obtengamos la profundidad real del objeto.
Hace años teníamos revistas o ilustraciones con imágenes en 3D basados en el sistema anaglifo, que haciendo uso de unas gafas con un par de filtros para cada ojo, cyan y rojo concretamente, nos permitía ver imágenes monocromáticas (una mezcla de esos colores) en 3D. Era barato y eficiente, pero su poca calidad lo convertía en una mera curiosidad.
El avance de la tecnología ha permitido que podamos disfrutar de nuevos formatos capaces de reproducir fielmente, y en color, imágenes en 3D capaces de aguantar proyecciones en salas de cine o emisiones en televisores convencionales.
Actualmente contamos con dos posibles formas de emitir imágenes 3D: el 3D activo y el 3D pasivo. Los televisores Philips cuentan con multitud de modelos que soportan, en distintos casos, uno u otro formato.
El 3D en tu televisor Philips
El sistema de 3D activo funciona de una forma bastante sofisticada: usa gafas activas electrónicas, que funcionan con batería, y que cuentan con cristal líquido en sus cristales (sí, pantallas LCD). Estos cristales hacen de “obturador” que dejan pasar o no la luz a través de ellas según sea necesario.
En una emisión de 3D activo, la pantalla del televisor emite, a toda resolución y de forma alternativa, imágenes para el ojo izquierdo y para el ojo derecho. Las gafas, sincronizadas con el Transmisor de 3D, que puede usar infrarrojos, ondas de radio o Bluetooth, convierten cada lente de la gafa en opaca o transparente en el momento preciso de su emisión. Realizando esta operación a una altísima velocidad, nuestro cerebro ni será capaz de percibir este fenómeno: sencillamente veremos imágenes en 3D.
El sistema de 3D pasivo es igual de efectivo: en este caso contamos con unas gafas con lentes polarizadas. La pantalla de nuestro televisor emite dos imágenes simultáneas polarizadas de forma distinta.
Las ondas de luz vibran en múltiples direcciones, pero, lo que hace cada lente de la gafa al usar polarizaciones distintas en cada ojo, es recoger solo las ondas de luz que vibran en una dirección concreta. Así que, por ejemplo, el ojo izquierdo solo recibe las ondas de luz que vibran de arriba abajo, y el ojo derecho solo las que vibran de izquierda a derecha.
Si, por otra parte, en las dos lentes de una gafa asignamos una polarización o una sincronizacion del cristal líquido, y hacemos lo contrario en otro par de gafas distintas, entonces tendremos el sistema perfecto para disfrutar de juegos multijugador a pantalla completa en una misma pantalla.
Ver 3 comentarios