Xiaomi Mi 9, análisis: la gran apuesta de Xiaomi para ganar en calidad-precio en la gama alta de 2019

De una a tres marcas, de un buque insignia a tres en un año y lanzamientos globales casi al tiempo que los locales. Xiaomi parece imparable en su conquista más allá de las fronteras patrias y su último titán ha llegado ya a nuestras manos, y tras la vorágine del MWC 2019 os traemos el análisis del Xiaomi Mi 9.

El móvil fue presentado anteriormente en un evento para China, pero días después fue anunciada su llegada a España y a otros mercados, junto con su primer móvil compatible con la conectividad 5G (una nueva edición del Xiaomi Mi MIX 3). Se trata de uno de los primeros móviles con el chip más reciente y potente de Qualcomm que se sube al tren de la triple cámara trasera, veamos qué tal le sienta esto a los smartphones de primera línea de Xiaomi.

Ficha técnica del Xiaomi Mi 9

Xiaomi Mi 9
Dimensiones y peso 155 x 75 x 7,6 mm, 173 gramos
Pantalla Super AMOLED 6,39", 1.080 x 2.280 px, 19:9
Procesador Snapdragon 855
RAM 6 GB
Almacenamiento 64 / 128 GB
Sistema operativo Android 9 Pie + MIUI 10
Cámaras traseras 48 MP f/1.8 + 16 MP f/2.2 (gran angular) + 12 MP (tele)
Cámara frontal 20 megapíxeles
Batería 3.300 mAh, con carga rápida de 27W, carga inalámbrica de 20W
Sensores Acelerómetro, giroscopio, barómetro, proximidad, brújula
Seguridad Lector de huellas en pantalla
Conectividad WiFi 802.11 a/b/g/n/ac, dual band, Bluetooth 5.0 (aptX HD)
Otros USB tipo C, GPS dual, NFC
Precio 6 GB + 128 GB: 499 euros
4 GB + 64 GB: 449 euros

Xiaomi Mi 9 - Smartphone de AMOLED de 6,39" (4G, Octa Core Qualcomm SD 855 2.8 GHz, RAM de 6 GB, memoria de 64 GB, cámara triple de 48 + 16 + 12 MP, Android) color negro piano [Versión española]

Xiaomi Mi 9, review en vídeo

Diseño: encajando novedades sin perder la esencia

El año pasado lo dijimos tras analizar a fondo a su predecesor (o uno de ellos), el Xiaomi Mi 8: pese a que en la presentación nos recordó bastante al iPhone X, en mano el buque insignia de Xiaomi resultó dar una sensación completamente distintas. Y esta distinción ha ido a más con la integración de una tercera lente en el aparato fotográfico trasero del Xiaomi Mi 9, con esa lente con gran angular que acompaña a la estándar y al teleobjetivo.

La protuberancia de hecho es bastante notable, sobresaliendo a la trasera incluso al colocar la funda de silicona que se incluye en el pack. Eso sí, aunque invade de manera notoria esta superficie se trata de un semáforo en vertical muy bien ubicado, que no queda tapado por los dedos en ningún momento y que tampoco va a suponer que el terminal se balancee en exceso al apoyarlo y manejarlo sobre una mesa u otra superficie.

Esta parte trasera está construida en cristal, dando un aspecto similar al de los anteriores modelos, dibujando la curvatura en los laterales que acaba en el borde de aluminio tal y como vimos en la familia Mi 8. Trasera que es algo resbaladiza, sin que se nos escape de las manos pero para asirlo con cuidado si no colocamos una funda, y que por desgracia no se salva de la invasión de huellas dactilares (aunque se limpia con facilidad y no nos parece tampoco un acabado poco oleofóbico).

La sensación al agarre es muy parecida a sus predecesores; es muy cómodo y los bordes son bastante finos teniendo en cuenta la anchura total del móvil

De hecho, la sensación al agarre (y al uso) es muy parecida, salvo en la parte frontal ahora que el notch se ha empequeñecido para tomar una estética similar a la del OnePlus 6T, en forma de gota. Es muy cómodo y los bordes son bastante finos teniendo en cuenta lo ancho que es el móvil, aunque en parte se deberá probablemente a escatimar algo más en la batería.

Altura (milímetros) Anchura (milímetros) Grosor (milímetros) Peso (gramos) Pantalla (pulgadas) Batería Superficie (cm2) Volumen (cc)
Xiaomi Mi 9 157,9 74,7 7,6 173 6,39 3.300 117,95 89,64
Xiaomi Mi 8 154,9 74,8 7,6 179 6,21 3.300 115,87 88,06
Xiaomi Mi MIX 3 157,9 74,7 8,5 218 6,39 3.200 117,95 100,26
Samsung Galaxy S10+ 158 73,8 8,5 189 6,2 3.500 116,60 99,11
iPhone XS Max 157,5 77,4 7,7 208 6,5 3.174 121,91 93,87
OPPO Find X 156,7 74,2 9,6 186 6,4 3.400 116,27 111,62
Huawei Mate 20 Pro 157,8 72,5 8,8 189 6,3 4.200 114,41 100,68
Honor View20 156,9 75,4 8,1 180 6,4 4.000 118,30 95,82
Pixel 3 XL 158 76,7 7,9 184 6,3 3.430 121,19 95,74
One Plus 6T 157,5 74,8 8,2 185 6,41 3.700 117,81 96,60
Xperia 1 167 72 8,2 180 6,5 3.330 120,24 98,60

Con el Mi 9 han logrado encajar una pantalla algo mayor en un cuerpo similar al del Mi 8 y adelgazar el extra de grosor que supone un panel deslizante, obteniendo un menor volumen que en el Mi MIX 3 y que en otros rivales, aunque con una batería de menor capacidad y con un saliente de las cámaras traseras mucho más notable que en otros como el Samsung Galaxy S10+.

Además de la protuberancia trasera y la muesca reducida, otro aspecto que cambia con respecto a los Mi 8 (y que hereda del Xiaomi Mi MIX 3) es el botón físico para el asistente virtual (en principio, porque como veremos más adelante es configurable), situado en el lado izquierdo a la altura del de bloqueo/encendido que antes quedaba totalmente despejado. Los botones físicos están en una ubicación acertada y la pulsación es correcta, y lo que se mantiene con respecto al Xiaomi Mi 8 Pro es que el lector de huellas está integrado en la pantalla, que sigue siendo de tecnología óptica (y del que hablaremos en el apartado de biometría).

Buen trabajo con la integración del auricular, que se prolonga por encima de la muesca y es considerablemente alargado, pero es prácticamente imperceptible a primera vista si no se observa con atención esta parte del frontal. El altavoz principal está al lado del USB tipo C, en la base, quedando alineados en el centro los tres elementos (las rejillas y el puerto) y entre las dos bandas transversales.

En resumen, es un teléfono elegante y con una estética contemporánea, que en el modelo en negro escapa a ese acabado holográfico que remarcaron en la presentación, el cual se queda para el azul y el rojo. De este modo, este tono es una opción más discreta, transmitiendo más sobriedad, y en todo caso han logrado una construcción aparentemente robusta y un acabado sobrio que además es cómodo en mano, tanto en agarre vertical como en horizontal.

Pantalla: la prudencia del FullHD+ se mantiene y el notch se reduce

Parece que la diagonal de moda en la alta gama ronda las 6,4 pulgadas, quizás para desgracia de algunos, porque el Xiaomi Mi 9 integra también un panel de 6,39 pulgadas super AMOLED, siendo así algo más grande que el de 6,21 del Mi 8 e igualando el del Mi MIX 3.

Pantalla (pulgadas) Tecnología Resolución (px) Densidad (ppp) % pantalla/frontal
Xiaomi Mi 9 6,39 Super AMOLED 1.080 x 2.340 403 85,2
Xiaomi Mi MIX 3 6,39 Super AMOLED 1.080 x 2.340 403 85
Samsung Galaxy S10+ 6,4 Dynamic AMOLED 1.440 x 3.040 526 88,2
iPhone XS Max 6,5 Super AMOLED 1.242 x 2.688 458 84,4
OPPO Find X 6,4 AMOLED 1.080 x 2.340 401 87
Huawei Mate 20 Pro 6,3 AMOLED 1.440 x 3.120 539 87,9
Honor View20 6,4 IPS 1.080 x 2.310 398 85,7
Huawei Nova 4 6,4 IPS 1.080 x 2.310 398 86
LG V50 ThinQ 5G 6,4 P-OLED 1.440 x 3.120 537 83
Pixel 3 XL 6,3 P-OLED 1.440 x 2.560 523 82,4
One Plus 6T 6,41 AMOLED 1.080 x 2.340 402 85,6
Xperia 1 6,5 OLED 3.840 x 1.644 643 82

Eso sí, los buques insignia de la marca china se mantienen en el FullHD+ para la resolución, tal y como estamos viendo también en OnePlus u los HONOR, como el View20 Plus. Una decisión prudente en cuanto a costes y consumo energético, pero que quizás no satisfaga a los más exigentes en este sentido, aunque en todo caso la experiencia es buena y no se echa en falta nitidez o nivel de detalle independientemente del contenido que se esté visualizando.

Buena experiencia con los ángulos de visión por mucho que los exageremos, si bien no tardará en aparecer el sombreado que se da en cuanto lo ladeamos más allá del plano habitual (pero sin perderse la visualización o la nitidez). Bien también a nivel de contraste y colores, con un nivel de saturación equilibrado tratándose de una pantalla AMOLED.

Xiaomi Mi 9 - Smartphone de AMOLED de 6,39" (4G, Octa Core Qualcomm SD 855 2.8 GHz, RAM de 6 GB, memoria de 64 GB, cámara triple de 48 + 16 + 12 MP, Android) color negro piano [Versión española]

De brillo máximo va muy bien, alcanzando los 600 nits, que más allá del número en la práctica representa que no hay problemas en la visualización cuando los haces de luz solar inciden más directa e intensamente sobre el panel. Eso sí, al ajuste de brillo automático le falta un repaso porque se queda bajo en situaciones de iluminación media-baja, un leve problema que hereda al menos del Mi 8, Mi Pro y Mi MIX 3 y que implica que tengamos que ajustarlo manualmente incluso durante la visualización de algún contenido o una partida a un juego (Xiaomi, quizás esto hay que revisarlo mejor).

De lo que no hay quejas es de la sensibilidad táctil, que es buena en todo momento y en toda la superficie sin darse toques accidentales. Y respondiendo de manera excelente a la activación por doble toque, que viene como opción en los ajustes de pantalla (desactivado por defecto), también por parte de los widgets de la pantalla bloqueada (por fin).

El panel viene algo frío de fábrica, aunque en general está bien calibrado y podemos tocar algo la temperatura de los blancos y el contraste. Lo encontramos en esos ajustes de la pantalla que, como anteriormente hemos visto, MIUI distribuye en varios apartados (pantalla, temas, pantalla de bloqueo, pantalla de inicio, pantalla completa) y que al final permiten que podamos configurarla bastante a nuestro gusto.

Encontramos alguna novedad como los fondos de pantalla animados, al estilo de los que vimos en el Google Pixel 3 XL y que cambian según el momento del día. El modo oscuro ya lo pudimos probar y sigue basándose en un fondo negro plano, opción que según el fabricante mejora la autonomía aunque en nuestra experiencia no supone tampoco un cambio sustancial con respecto al modo normal (al final tampoco se está tanto tiempo navegando en los ajustes).

La pantalla ambiente permite algo más de personalización en cuanto al estilo de los elementos y a los colores, pudiendo programar su activación como anteriormente y mostrando dónde se ubica el sensor de huellas. Si la desactivamos esta animación se mantiene, apareciendo en cuanto movemos ligeramente el terminal (por ejemplo, al agarrarlo).

¿Y qué pasa con el nuevo "notch"? Que es más pequeño y que integra menos sensores, pero que en la práctica influye más bien poco en la experiencia (y ahora no puede ocultarse, ojo, porque sí que pudimos en los Mi 8).

Sí es cierto que gracias a esto se logra un aprovechamiento del frontal por parte de la pantalla mayor que en sus predecesores e incluso mayor que en el Mi MIX 3 (demostrando quizás que puede que el camino hacia la pantalla infinita no esté tanto en mecanizar partes y complicar interacciones), ayudado por un borde inferior algo menor, pero la anchura de la barra de tareas es más o menos la misma. Eso sí, caben muchos más elementos en cada lado y esto se agradece.

Rendimiento: poniendo el límite en los 6 GB de RAM, y muy bien puesto

Bombo y platillo para uno de los primeros smartphones en integrar el Snapdragon 855, el último procesador de Qualcomm para los smartphones de gama alta. Lo integra junto con una única opción de 6 GB de RAM, pudiendo elegir un almacenamiento interno de 64 ó 128 GB.

De este modo, el Mi 9 favorece que los 6 GB de RAM se acomoden como nuevo estándar en la gama más alta de smartphones Android, con alguna excepción puntual como el Pixel 3 XL y sus 4 GB de RAM y dejando que la máxima gloria en cuanto a este parámetro se la lleve su hermano el Xiaomi Mi 9 Transparent Edition con sus 12 GB de RAM. Y por precedentes con una configuración parecida, pocas sorpresas (para bien) hemos tenido con el recién llegado a la familia Mi.

El Xiaomi Mi 9 no se queda corto en ningún momento y ejecuta cualquier tipo de tarea sin dificultad. Nada de lag, ni siquiera un mínimo que nos haga sospechar que algo falta en cuestión de rendimiento u optimización. Las descargas ocurren de manera rápida incluso en los primeros momentos de carga tras iniciar el terminal por primera vez, donde solemos ver algo de lentitud debido a que el sistema se está ocupando de acabar de dejar todo en su sitio para el inicio del uso, y eso dice mucho (y muy bueno) sobre el hardware y el software.

Instantaneidad, fluidez y potencia son constantes en el Xiaomi Mi 9

Los juegos se ejecutan sin problemas, y aunque en MIUI encontramos un modo Turbo para éstos en realidad tampoco es necesario aplicar nada que repercuta al segundo plano para asegurar un buen desempeño. Instantaneidad, fluidez y potencia constantes, todo eso sin apenas aumentar la temperatura interna y disipando bastante bien el calor (que notaremos muy ligeramente en la trasera).

No se aprecia tampoco ninguna lentitud en transiciones, carga de apps pesadas o reproducciones multimedia exigentes, tampoco en la multitarea sean cuales sean las tareas en curso. Le hemos buscado las cosquillas, pero el Mi 9 se ha defendido muy bien a nivel de rendimiento y carga de gráficos pesados como los de los menús del ‘Asphalt 8 Nitro’ o el ‘PUBG’.

Para quienes tomáis como referencia los benchmarks, os dejamos a continuación los resultados del Xiaomi Mi 9 a las pruebas de rendimiento que solemos hacer. Lo hacemos junto a los resultados de rivales con configuración similar y algún antecesor.

Xiaomi Mi 9 Samsung Galaxy S10+ HONOR View20 Huawei Mate 20 Pro OnePlus 6T Xiaomi Mi 8 Pro OPPO Find X iPhone XS
Procesador Snapdragon 855 Exynos 9820 Kirin 980 Snapdragon 845 Kirin 980 Snapdragon 845 Snapdragon 845 Apple A12 Bionic
RAM 6 GB 8 GB 8 GB 6 GB 8 GB 8 GB 8 GB 4 GB
AnTuTu 374.570 331.707 273.973 270.728 298.112 287.503 282.324 313.341
Geekbench 4.0 (single/multi) 3.539 / 11.164 4.459 / 10.195 3.284 / 9.744 3.328 / 9.735 2.434 / 9.077 2.456 / 9.178 3.308 / 7.915 4.803 / 11.178
PCMark Work 9.036 7.780 7.620 7.618 8.650 8.236 9.803 -
3DMark (Ice Storm Unlimited) 61.089 56.351 38.471 37.416 65.760 63.047 63.702 -

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Software: una personalización que se mantiene bajo las riendas de MIUI

La diversificación de Xiaomi a nivel de software quedó patente con el establecimiento de la línea Mi A, iniciada por un exitoso Xiaomi Mi A1 y continuada por el Xiaomi Mi A2 y el Xiaomi Mi A2 Lite, todos ellos con Android One. Pero para sus marcas secundarias y para el resto de terminales MIUI es la reina, el software omnipresente que también vemos en el Mi 9 en su versión Global 10.2 sobre Android 9 Pie.

Con los años la capa ha logrado definir un estilo propio al mismo tiempo que ha ido permitiendo mayor personalización, siendo a nivel estético y de contenido muy distinta a lo que ofrece el software de Google sin añadidos. Parte de ello está en las apps añadidas que encontramos tras haber completado el primer arranque del terminal, con algunas apps de terceros como Facebook y Amazon (que podremos eliminar) y otras propias, las cuales se dividen entre las utilidades del sistema y añadidos como Mi Community o la Tienda Xiaomi.

Así viene el Xiaomi Mi 9 en cuanto a las apps que trae de serie.

Algunas de ellas las podremos eliminar o inactivar, pero otras se quedarán en el escritorio aunque no las deseemos (como la tienda de apps de Mi). La suite de servicios de Google también viene instalada tal y como toca en cada móvil Android, con algunas apps que tampoco podremos eliminar.

Según de qué app se trate podremos desinstalarla o no, sea de MIUI, de terceros (todas) o de Google.

Los ajustes presentan la distribución que llevamos viendo en las últimas versiones, colocando en primer lugar la información del teléfono, las actualizaciones y lo referente a seguridad para seguir con los apartados que solemos ver más algunos que en Xiaomi tienen a bien añadir. Esto puede hacer que en un primer momento no encontremos el comando o apartado que deseamos en un primer momento, pero la búsqueda funciona muy bien y nos acostumbramos a la distribución en pocos días (por ejemplo, a ese reparto de lo referente a la pantalla que comentábamos antes).

La multitarea se dispone en tarjetas a dos hileras, manteniendo la estructura que habíamos visto ya con los accesos directos y la opción de pantalla dividida en la parte superior. También hay bastantes opciones para configurar las notificaciones, aunque aún no pueden mostrarse en la pantalla ambiente ni siquiera abreviadas como veíamos en One UI en los Samsung.

La multitarea en MIUI 10.

Tenemos algunos añadidos que se mantienen procurando que el usuario encuentre fácil (o que ni siquiera tenga que tener en cuenta) la optimización de los recursos, así como bastantes opciones para poder ahorrar autonomía y poder liberar espacio o memoria utilizada. No son determinantes en el uso y tampoco hay mucha diferencia cuando no se usa alguno de estos liberadores, pero son un buen complemento para aquellos usuarios que deseen tener un control pasivo de estos aspectos.

Por defecto viene activada una revisión de las instalaciones y su correspondiente notificación cada vez que descargamos una app de la Google Play, pero podemos desactivarlo.
Hemos tenido una buena experiencia con MIUI en su versión Global 10.2 y la estabilidad se ha mantenido

Así, pese a lo agresiva que es en cuanto a cambiar la estética y a la adición de elementos en la configuración (no podemos optar a un cajón de apps o a ocultar la muesca, como sí podíamos anteriormente), hemos tenido una buena experiencia con MIUI en su versión Global 10.2 y la estabilidad se ha mantenido de manera constante, a diferencia de lo que tuvimos en el Redmi Note 7. De hecho, no hemos tenido que desactivar nada para evitar la publicidad, dado que no nos ha aparecido en ningún momento.

Como hemos comentado en el apartado de diseño, el Mi 9 mantiene el botón físico para el asistente virtual, que fuera de las fronteras chinas nos llega en forma de Google Assistant. Pero además de lo físico, lo que también se ha heredado del Mi MIX 3 es que no podemos modificar que el toque único del botón sea para que emerja el asistente de Google (lo cual ocurre con facilidad por toques accidentales al botón), pudiendo únicamente configurar las acciones para una doble pulsación o una pulsación mantenida.

También dispone la navegación por gestos, tal y como la hemos visto anteriormente en los terminales de la marca, que funciona muy bien y permite aprovechar un poco más la superficie de la pantalla por parte de las interfaces. También bastantes opciones a nivel de activación de pantalla, pudiendo configurar el doble toque o el levantar para activar, lo cual representa un gran aliciente si vamos a usar el reconocimiento facial, como veremos a continuación.

Biometría

Varios son los fabricantes que han optado por una reducción del notch, y esto en algunas ocasiones conlleva renunciar a la presencia de alguna cámara o sensor. El año pasado vimos hasta cinco Xiaomi Mi 8, cuatro de ellos con una muesca bien ancha y muy a lo iPhone, y en tres de ellos (Xiaomi Mi 8, Xiaomi Mi 8 Explorer Edition y Xiaomi Mi 8 Pro) incluyendo sensores de infrarrojos o 3D para que el reconocimiento facial fuese más allá de una lectura 2D estándar, pero este año de momento los buques insignia de la marca no integran un sistema avanzado.

Con eso tendremos un reconocimiento menos profundo y quizás menos seguro que los que logran crear un mapa en profundidad del rostro, pero la verdad es que el sistema funciona muy bien, incluso demasiado. De hecho, como también vimos en el Samsung Galaxy S10+, en el momento que activamos el reconocimiento facial la lectura de huellas casi queda en el olvido.

En el momento que activamos el reconocimiento facial la lectura de huellas casi queda en el olvido

El registro del rostro ocurre también con extrema rapidez (no nos dio tiempo ni a centrar la cara en el círculo de encuadre de la cámara frontal), y la lectura es efectiva a distancia e incluso sin estar completamente de cara frente al teléfono. Eso sí, la pantalla ha de estar activada (no vale con la pantalla ambiente), pero si habilitamos el levantar para activar al final será muy cómodo y casi no veremos aparecer la pantalla de bloqueo.

Así, el reconocimiento es efectivo aunque el móvil esté en ángulo con respecto a la cara (por ejemplo, en la palma de la mano) y las gafas de vista no supondrán un problema. Eso sí, en la oscuridad no funciona, como sí lo hacía el sistema de infrarrojos del Mi 8 Pro.

En cuanto a la lectura de huellas, cierto es que sí ha mejorado ligeramente con respecto a lo que vimos en este mismo antecesor. La lectura es menos exigente y hay muchos menos fallos que en el Mi 8 Pro, pero el lector óptico sigue estando detrás del ultrasónico a nivel de eficacia.

El registro de la huella es sencillo (y ojo con los detalles de MIUI, que en el gráfico que indica el porcentaje de registro aparecen precisamente las letras de MIUI camufladas en la huella) y podemos añadir cuatro. El área de lectura aparecerá iluminada en la pantalla ambiente o bien cuando coloquemos la huella sobre la pantalla en reposo, y podemos cambiar la animación que aparece brevemente durante la lectura.

Cámaras: el súper gran angular se suma a un rendimiento que nos suena

Comentábamos que la protuberancia esta vez es más notable, pero no sólo en grosor, también en extensión. Tres son las cámaras traseras que incorpora el Xiaomi Mi 9, con sensores de 48 megapíxeles para la principal (Sony IMX586), 12 megapíxeles para el teleobjetivo y 16 megapíxeles para el ultra gran angular, con aperturas de f/1.75, f/2.2 y f/2.2 y respectivamente.

Xiaomi Mi 9 - Smartphone de AMOLED de 6,39" (4G, Octa Core Qualcomm SD 855 2.8 GHz, RAM de 6 GB, memoria de 64 GB, cámara triple de 48 + 16 + 12 MP, Android) color negro piano [Versión española]

Así, al zoom óptico de dos aumentos se añade la posibilidad de disparar con mayor ángulo en un sólo toque desde la app (como veremos ahora). Enfoque láser y opción a tener fotografías de 8.000 x 6.000 píxeles, a diferencia del disparo estándar a 4.000 x 3.000 píxeles. Modo retrato actualizado, modo noche, modo profesional para disparar a la carta y posibilidad de grabar en 4K.

En cuanto a la parte frontal, tenemos un sensor de 20 megapíxeles tras una lente con apertura f/2.0. Tanto ésta como la anterior disponen de la posibilidad de activar la intervención de la inteligencia artificial, y la subjetiva también tiene ese modo retrato renovado al que se le han añadido algunos efectos de estudio más.

Todo esto se aplica a elección del usuario gracias a una app propia, adaptada a cada una de las prestaciones. Y dado que hay algunas diferencias con respecto a lo previo, esta vez tiene un poco más de sentido pasearnos por ella antes de meternos en materia.

App de cámara

La interfaz y su estética son las que veníamos viendo en las últimas versiones de MIUI: navegación por pestañas, los mismos modos (desde que se incluyó el nocturno) y en la parte superior botones para el flash, la AI, el HDR y la opción de disparar en 48 megapíxeles en el modo pro o manual.

Bastante completa e intuitiva, sigue disponiendo la posibilidad de añadir cuadrícula o modificar el contraste, la saturación y la nitidez del procesado automático desde los ajustes. Además, vendrá como es habitual con la marca de agua activada por defecto, lo cual también puede desactivarse.

El modo retrato ahora permite elegir la apertura, algo que se hace por software y que se regula de manera similar al modo apertura de EMUI (yendo desde f/1.0 a f/16). Podemos editarlo a posteriori, así como la adición de un efecto de iluminación.

El modo manual será la herramienta para personalizar el disparo en la medida de lo posible (salvo ampliar el rango dinámico, que como veremos puede quedar más bajo que en automático sin HDR). Como en anteriores ocasiones, Xiaomi tiene a bien poner una opción extra dentro de los ajustes habituales en este modo para elegir con qué objetivo disparamos, así como el tamaño de la foto como hemos comentado.

La app es estable, no hay cierres ni tampoco sobrecalentamiento en su uso, aunque bien es cierto que hay algo de lag al cambiar de un modo a otro de manera puntual (sobre todo en el caso del HDR y la AI). Aunque lo más reprochable es que falle el disparo a 48 megapíxeles con el enfoque manual (se desenfoca en muchos casos, incluso con trípode y temporizador) y que en puntuales casos aún falle la previsualización al cambiar manualmente de ISO o velocidad de obturación.

Sin cambiar nada, en ocasiones al disparar con 48 megapíxeles la imagen se desenfoca en el procesado (no se ve en la pantalla al hacer la foto) si hemos optado por el enfoque manual. No ocurre si lo hacemos con enfoque automático.

Cámaras traseras

La fotografía del Xiaomi Mi 9 nos ha dado un poco de todo, pero en general salva bastante bien el resultado, viendo una tímida mejora con respecto a lo que experimentamos en sus predecesores. La mejor experiencia es con buena luz y en exteriores, donde el detalle es el máximo.

La saturación del procesado automático es algo baja en ocasiones, pero si preferimos más viveza o nos gustan fotos con colores algo más vivos que la propia realidad siempre podemos ajustarlo para que de manera automática la saturación sea mayor. El contraste también queda corto si disparamos con luz desfavorable (sombras o contraluces) y hay algo de sobreexposición.

Aquí puede ayudar el HDR, aunque su efecto es algo irregular y puede o no favorecernos según la situación. De día puede dar resultados demasiado contrastados y poco naturales en contraluces suaves con media luz, aunque compensando bien en cielos y evitando la exageración de contornos que aparece en el modo automático en los planos secundarios en exteriores.

En interiores el HDR es muy sutil, puede quedar algo sobreexpuesta pero casi sin cambios, logrando menos ruido en situaciones de baja luz. Y de noche suele dar mejor resultado que el automático al sacar más detalle y menos ruido que en modo automático, sin exagerar los contornos.

Una situación donde el rendimiento es más bajo es en exteriores a media luz, donde vemos que hay una pérdida de nitidez más acusada y vemos colores algo lavados. Aquí la clave es comprobar si el HDR supone salvar mejor cielos y contornos, aunque puede quedar levemente subexpuesta en contraluces.

En interiores tiene un buen rendimiento, con una buena colorimetría y un contraste adecuado. Cuando la luz es muy baja el ruido y la pérdida de nitidez son las esperadas, de hecho incluso en ISO mayores a 9000 no hay tampoco una cantidad exagerada.

Fotografía en modo automático.

¿Y qué pasa con los 48 megapíxeles? Que nos da imágenes más grandes, como hemos comentado antes, que pueden ser útiles si buscamos imprimirlas o si necesitamos archivos de mayor tamaño. De hecho, hablamos de fotografías de unos 14 MB, y hay que tener en cuenta que el procesado será un poco más lento que con un disparo a 12 megapíxeles, pero tampoco es algo molesto o anormal.

Fotografía en modo manual, disparando a 12 megapíxeles.
Fotografía en modo manual, disparando a 48 megapíxeles.

El modo retrato no sólo ha mejorado en cuanto a posibilidades como comentábamos en el apartado de la app, también tiene un recorte bastante más certero y un desenfoque algo menos artificial. Al permitir elegir apertura siempre podremos ver de antemano qué conviene en cada situación, normalmente con mejores resultados a partir de f/2.0.

Modo retrato.
Si aplica el desenfoque la indicación saldrá con un recuadro blanco (izquierda). Tanto en el momento como tras haber hecho la foto podremos añadir efectos de iluminación (derecha).

Eso sí, es algo exigente con la distancia mínima, requiriendo 2 metros (antes eran 2,5 metros) y en ocasiones cuesta bastante que nos lo acepte aunque respetemos esto. Permite, además, seleccionar una opción de cuerpo completo que no hace el habitual zoom a la hora de disparar.

Fotografía en modo retrato.

En cuanto al modo noche, resulta un buen recurso para sacar “mágicamente” iluminación donde no la hay. Lo hace sin requerir una velocidad de obturación prolongada (es automática -no puede ajustarse como en EMUI- y suele ser algo menos de un segundo) y disparando a una ISO menor que en modo automático, sin que aumente el ruido u obtener disparos borrosos.

Una opción recomendable para situaciones de poca o nula iluminación, dado que en ambientes bien iluminados (aunque nocturnos) recurrir a él dará fotografías sobreexpuestas). Siempre tendremos además el modo manual para jugar con la velocidad de obturación y reducir la ISO, así como la exposición cuando el automático se excede ligeramente en estos casos.

El modo manual es, de hecho, la manera de poder personalizar el disparo en la máxima medida, tanto por el ajuste de ISO, enfoque, velocidad de obturación y balance de blancos como por el tamaño de la imagen y el objetivo. Incorporando de nuevo el peaking, enfocar es mucho más fácil y podemos sacar muy buenas macro.

Disparo en modo manual.
Disparo en modo manual.

En cuanto al zoom y al gran angular, se trata de recursos quizás algo más específicos, pero su resultado es bueno y sobre todo son muy fáciles de aplicar gracias a la app y los botones específicos. El zoom óptico da buenos resultados con luz favorable, sin destacar claramente por encima de otros pero con mejor resultado que el digital, y en el gran angular no encontramos una pérdida de nitidez mayor o una deformación por curvatura fuera de lo normal.

Fotografía en súper gran angular.

¿Y la inteligencia artificial? Ahí está como opción, con su botón, pero más allá de comprobar si identifica bien la escena (que salvo ocasiones puntuales en la cámara frontal, lo hace) no vemos ningún efecto. El resultado es el mismo que en automático, tirando o no de HDR.

Cámara frontal

La cámara subjetiva en general da muy buen resultado a nivel de detalle, exposición y fidelidad de los colores. Sólo le hemos encontrado las cosquillas en interiores con luz media-baja, al sacar fotografías con detalle bajo y tener un disparo más lento que puede darnos fotos movidas.

Disparo en modo automático.

El HDR es sutil y de hecho apenas nos salva esos cielos que en automático suelen salir quemados. En exteriores con media luz saca demasiado contraste, por lo que no conviene aplicarlo.

El modo retrato da muy buen resultado, con un recorte que funciona bien incluso a contraluz y que salva bastante bien pelos rebeldes y otros contornos exigentes (sin milagros). El detalle está bien conservado en el primer plano, aunque de noche la invasión de ruido será inevitable.

Los efectos de luz son bastante artificiales, tanto en la cámara trasera como la subjetiva, y casi compensa aplicarlos a posteriori ya que el recorte, según la iluminación, puede no ser acertado. Y por supuesto hay modo belleza, con la posibilidad de aplicarlo en cinco grados.

Modo retrato en la cámara frontal.

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Vídeo

En general, las tomas con buena luz son satisfactorias a nivel de detalle, audio y contraste. La colorimetría es correcta, pero en ocasiones podemos ver algo baja la saturación y cierta tendencia al matiz magenta en tomas de exteriores con luz abundante y media.

Con resolución 4K tendremos tomas con mayor definición, pero el precio a pagar es que la estabilización funcione peor y que sean bastante habituales los golpes al girar la cámara. Tendremos opción (tanto en 4K como en 1080p) de grabar a 60 frames por segundo, teniendo tomas más fluidas.

La captura de sonido es buena (tampoco se tapa de manera accidental el micrófono), sin modulaciones ni carraspeos. Aguanta bien el viento y no hay tampoco interrupciones, siendo bastante sensible.

Podemos activar el enfoque por detección de movimiento, que va bastante bien.

De noche la pérdida de nitidez es la esperada y no vemos una cantidad exacerbada de ruido, pero la exposición tarda bastante en compensarse al cambiar de encuadre dando subexposiciones y sobreexposiciones puntuales. La estabilización también es peor, sobre todo en 4K donde se dan algunos parones y golpes.

La grabación de cámara lenta puede ser hasta 960 frames por segundo, pero únicamente hay un modo automático que lo que hará es tomar clips de unos pocos segundos. Nada de modo manual o posibilidad de prolongar las tomas.

Buen resultado con el vídeo en gran angular, aunque si elegimos este ángulo no podremos variarlo durante toda la filmación. La estabilización se mantiene, siendo tomas fluidas y manteniendo la buena colorimetría, detalle y contraste.

La cámara subjetiva da muy buenas tomas con buena luz y en interiores bien iluminados. El detalle se mantiene bien en el plano principal incluso en contraluces, si bien habrá algo más de contraste en estas situaciones. Algo frío el balance de blancos y también un poco baja de saturación, pero salvo de noche (que ya hay acuarelas en el fondo) es correcta en general, también con el sonido y el rango dinámico.

Autonomía: que la carga rápida no esté reñida con la ausencia de cables

Antes veíamos que, con el aumento de la diagonal de pantalla con respecto a los Mi 8, el Mi 9 se quedaba igual a nivel de superficie. Sí veíamos un ligero aumento de volumen, pero casi imperceptible a nivel de agarre y logrando de hecho un peso menor que el Mi 8 y el Mi 8 Pro.

¿Qué pasa entonces con el espacio disponible para la pila? Que han “vuelto atrás” (para bien), integrando una batería de 3.300 miliamperios/hora como la del Mi 8, superior a la de 3.000 mAh que vimos en el Mi 8 Pro.

Pero como solemos recordar, al final la autonomía es fruto del hardware y del software, pasando siempre por el tamiz del uso final que determinará lo que acabe durando una carga. Y en caso del Xiaomi Mi 9 hemos obtenido una autonomía media de unas 19 horas, con 6 horas y 40 minutos de pantalla.

No son unas cifras que destaquen y más bien se encuentran dentro de lo esperado, pero mejora lo que vimos en el Mi 8 Pro en ambas medias. En general una carga da para una jornada de uso, excepto si éste es más exigente (juegos, multimedia, fotografía) con lo que se queda algo más corta.

Como decíamos en el apartado de software, MIUI permite tener al usuario un control e información bastante en detalle en lo referente a consumo energético, separando software de hardware y sabiendo qué apps consumen más en segundo plano. Hay además algunos modos de ahorro, como el control de batería adaptativa (que regula las apps que no se usan actualmente), el no encender o limitar el uso de la pantalla ambiente y en teoría el modo oscuro de la interfaz.

Hablando de la carga, aquí Xiaomi quizás sí pueda dar alguna lección. La batería queda cargada completamente en 1 hora y 12-15 minutos (con el móvil apagado y de 0 a 100%) utilicemos el cargador que sea. Es decir, apenas hay diferencia en utilizar el cargador con cable y la base de carga inalámbrica, logrando un muy buen tiempo de carga, lo cual es un punto a favor sobre todo viendo que la autonomía tampoco es algo que brille.

Sonido: un estéreo que podría lucirse más

La historia se repite y mucho en cuestión de audio en este Mi 9 con respecto a sus predecesores. Los elementos que juegan son los mismos en apariencia: un sonido estéreo conseguido por la doble salida de audio desde la base y desde el auricular, y la posibilidad de conectar los auriculares por cable gracias al adaptador de jack de 3,5 milímetros a USB tipo C que se incluye en la caja del terminal.

Con la salida del sonido por los altavoces tenemos una experiencia buena (incluyendo las llamadas), dentro de la media y sin que destaque con mucha diferencia con respecto a otros competidores o a sus propios predecesores. De hecho, aunque el audio es de calidad y el volumen máximo no está nada mal (se mantiene en los 106 decibelios, medidos a la salida del altavoz principal), echamos en falta algo más de rango dinámico y que haya más nitidez a partir del 80% del volumen.

Por parte del sistema hay una serie de ajustes extra que no encontraremos en el apartado de Sonido y vibración, sino en Ajustes adicionales. Aunque los beneficiados son los auriculares, ya que estos ajustes están disponibles para dicha audición, sobre todo centrándose en los accesorios propios de la marca al disponer de configuraciones específicas para algunos modelos.

Hablando de la audición por auriculares, la calidad mejora bastante incluso subiendo el volumen a más del 80% (aunque es una intensidad demasiado alta al menos en nuestro caso y con auriculares in-ear). Muy buen rango dinámico, buena compensación de agudos y bajos y la posibilidad de ajustar el audio con el ecualizador para aquellos que dominen la herramienta y prefieran compensarlo a su manera.

Lo que también dispone la capa es el Sound Enhancer, que sólo podrá activarse con auriculares (ya sea por conexión física o por Bluetooth), siendo una mejora a nivel de nitidez e intensidad, también aumentando ligeramente el rango dinámico. Matizar además sobre la experiencia auditiva que el widget de reproducción para la pantalla de bloqueo funciona muy bien en el caso de Spotify, Spreaker, Pocket Casts y otras apps de reproducción multimedia, lo cual se agradece si solemos tener el móvil apoyado en la mesa y usarlo de centro multimedia.

Xiaomi Mi 9, la opinión de Xataka

El Xiaomi Mi 9 nos sabe a algo familiar, pero sobre todo a consolidación. La marca ha mostrado varias estrategias con su alta gama, ha sorprendido con la marca POCO ofreciendo un híbrido entre gama media y buque insignia con una relación calidad-precio difícilmente superable y sigue apostando por los Mi MIX, los de gama alta que se regalan más en diseño y características llamativas, pero manteniendo a los Mi como los topes de gama más "puros" hablando de la compañía, con su estilo propio y su meta aparente de ser más económicos que el resto.

De este modo, lo que aporta el Mi 9 es una muy buena experiencia a nivel de uso general con el software y la ergonomía. Sin entrar a usos específicos (y más exigentes), se trata de un terminal cómodo, atractivo y con una dosis de extras con respecto al Android sin capas que resulta satisfactoria (al menos tras un proceso de habituación), pudiendo personalizarlo casi a la carta.

Vale también para los juegos, la reproducción en streaming y la fotografía sin quedarse corto a nivel de rendimiento y potencia gráfica. Los 6 GB de RAM son de nuevo suficientes para que no haya parones o lag, y aunque no se tenga la mejor pantalla en cuanto a resolución la experiencia con ella es buena.

Lo que lo distancia más de sus rivales vuelve a ser la fotografía (y en parte el audio). La combinación de fotografía estándar con un telefoto y un gran angular está resultando tener buena acogida y la ejecución en este caso es correcta, pero la calidad en general está aún lejos de la de sus rivales más potentes en fotografía, aunque hayamos visto alguna mejora en el modo retrato.

Sin duda se trata de un móvil muy interesante para quien busque la máxima potencia a un precio más ajustado, y sobre todo un móvil todo terreno de tamaño relativamente contenido que aguante bien una jornada a nivel de autonomía. Por menos de 500 euros es una propuesta muy a tener en cuenta, y un rival en cuanto a la relación calidad-precio sobre todo si lo que prima es tener fluidez y rendimiento constante.

8.8

Diseño 9,25
Pantalla 9,25
Rendimiento 9,75
Cámara 8
Software 8,25
Autonomía 8,5

A favor

  • El diseño y la construcción son muy buenos y de calidad, además de ser muy cómodo.
  • La carga rápida lo es realmente, tanto por cable como la inalámbrica.
  • MIUI se muestra estable y es una capa completa, y poco a poco cada vez más versátil.

En contra

  • El sonido no es de la calidad que se espera en un móvil de primera línea.
  • La cámara sigue estando algo por debajo de lo esperado.
  • El reconocimiento facial es menos avanzado que lo previo y ya no funciona en la oscuridad.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Xiaomi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

Xiaomi Mi 9 - Smartphone de AMOLED de 6,39" (4G, Octa Core Qualcomm SD 855 2.8 GHz, RAM de 6 GB, memoria de 64 GB, cámara triple de 48 + 16 + 12 MP, Android) color negro piano [Versión española]

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