Cooperativas de mayores frente a residencias: qué es realmente el "cohousing" del Plan de Vivienda

Cohousing Mayores
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La cuestión del alquiler ha ocupado gran parte de los desvelos y de los conflictos entre los dos socios de gobierno, PSOE y Unidas Podemos. Dos medidas aspiran a solventarlo a lo largo de este año: la Ley de Vivienda por un lado y el Plan de Vivienda por otro. Si bien la primera aún no ha sido aprobada y tiene un largo camino por delante, la segunda, un decreto-ley, será aprobada por el Consejo de Ministros el próximo martes.

Entre sus disposiciones llamativas, una está generando mucho ruido en las redes sociales: el "cohousing".

La letra. Lo detalla en exclusiva la Cadena Ser: "Fuentes del ministerio apuntan que hay una demanda creciente (...) para ofrecer edificios en que se reduce el espacio individual pero se amplía el de servicios comunes". Así presentado, y es como se está interpretando en redes, no parece sino un remedo del "cohousing" antaño difundido por algunos medios como una tendencia... Cuando en realidad no era (y es) sino un recurso obligado por la precariedad (bajos salarios, alquileres altos).

La izquierda lo interpreta como una apología de las corralas del pasado; la derecha, como el regreso de las "comunas" del bloque soviético.

De qué va. Es algo más complejo. Según detalla la Ser, la idea del gobierno es destinar las viviendas compartidas "a colectivos como los ancianos que prefieran esta fórmula a las residencias geriátricas tradicionales". Alternativas "de convivencia intergeneracional", no exclusivas para personas mayores, que también se extenderían a formas de "acomodo digno" para los temporeros que cubren anualmente campañas agrícolas claves "y que no siempre disponen de dotaciones adecuadas".

El fondo. El "cohousing", así, se parecería menos a treintañeros solteros compartiendo piso en el centro de Madrid que a comunidades de mayores viviendo juntos para "envejecer juntos". O lo que es lo mismo, para paliar la soledad. Durante los últimos años han brotado multitud de proyectos así en España: en Tenerife, en Sanxenxo, en Sevilla. Se trata de "viviendas colaborativas", como relata este reportaje de El País centrado en el cohousing de Torremocha del Jarama.

Mejor juntos. La idea lleva años en circulación y siempre tiene un enfoque social: las viviendas privadas integran sus zonas comunes y las gestionan de forma autónoma. En esta tribuna, uno de los socios de la Cooperativa Cuslar, en Sevilla, defiende el modelo como una forma de "mejorar su calidad de vida, evitar la soledad y el aislamiento" y también como una herramienta accidentalmente efectiva para proteger a los mayores del coronavirus (frente a las residencias medicalizadas).

Cómo funcionan. El "cohousing" de Sariego, en Asturias, ofrece un buen ejemplo de su funcionamiento: "diecinueve unidades residenciales de 48 metros cuadrados, dos dormitorios, cocina-salón, baño y porche privado o terraza" además de zonas comunes integradas y gestionadas por los socios donde se incluyen "espacios para descansar, cocina, comedor, lavandería y salas para múltiples usos". También incluye una zona ajardinada, un huerto y hasta un merendero con barbacoa.

En 2019, un socio de la Asociación Abante Jubilar Sevilla, otro cohousing de la capital andaluza, lo resumía así:

Nos negamos a ser una carga para nuestros hijos y no queremos acabar viviendo solos o en una residencia que no nos podemos permitir; queremos estar rodeados de gente que nos entienda, con la que compartamos intereses y que juntos podamos atendernos entre todos.

A más. Es una tendencia al alza sobre todo entre la población mayor, pero cada vez más entre los jóvenes. Este reportaje del New York Times explora las comunidades de cohousing que están brotando en Países Bajos y Bélgica. DW lo planteaba hace poco como una alternativa para familias que no desean realizar inversiones tan elevadas en una vivienda y reducir su huella medioambiental. E incluso en Madrid existe una cooperativa, Entrepatios, donde el acento se pone en la co-propiedad, el proceso participativo y la colaboración y ayuda mutua entre las familias implicadas.

Pero esto, al parecer, queda más lejos del propósito del Plan de Vivienda. Su atención se dirige hacia las cooperativas de mayores. Hacia el cohousing vs. la residencia.

Imagen: Mountain View Cohousing

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