Este apasionante descubrimiento pone en nuestras manos la posibilidad de entender mucho mejor la vida de las estrellas

  • El equilibrio hidrostático explica cómo consiguen las estrellas reajustarse constantemente

  • Dos astrónomos han descubierto que muchas estrellas Be en realidad son sistemas triples y no dobles

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La vida de las estrellas no es muy diferente a la de los seres vivos. Nacen, crecen, mueren y se reproducen. En este peculiar orden. Las que tienen la oportunidad de reproducirse para quizá dar lugar a la formación de otros objetos celestes lo hacen una vez que han agotado la mayor parte de su combustible. En ese momento liberan una enorme cantidad de energía bajo la forma de una explosión conocida como supernova y expulsan al medio estelar una parte del material que contienen.

Las estrellas han alimentado la curiosidad de los científicos durante milenios. Hoy gracias a su esfuerzo conocemos con bastante precisión los procesos por los que discurren desde que nacen por efecto de la contracción gravitacional a partir de la materia condensada en las nubes de gas y polvo hasta que ponen fin a sus días bajo la forma de una estrella degenerada o enana blanca, una estrella de neutrones, una estrella de quarks, o, incluso, un agujero negro.

Los procesos que intervienen en la evolución estelar son extraordinariamente complejos, pero, aun así, merece la pena que reparemos brevemente en uno de ellos por su enorme importancia: el equilibrio hidrostático. Muy a grandes rasgos este mecanismo permite a las estrellas reajustarse continuamente mientras aún les queda combustible para conseguir que la gravedad contrarreste la presión de los gases y la presión de radiación. Solo así puede mantenerse en equilibrio.

Las estrellas triples tienen mucho que enseñarnos

Las auténticas protagonistas de este artículo son las estrellas Be. Lo que las hace especiales es que rotan a muchísima velocidad y tienen un anillo o disco circunestelar parecido a los anillos de Saturno con los que estamos familiarizados que está constituido por gas, hielo y polvo. Lo más curioso es que este anillo emite hidrógeno. Además, en realidad el estado Be es transitorio. Esto quiere decir, sencillamente, que estas estrellas no conservan estas características de manera permanente.

Jonathan Dodd y René Oudmaijer han concluido que muchas estrellas Be son sistemas triples después de analizar los datos recogidos por Gaia

Muchas de ellas, aunque no todas, pertenecen a una categoría más amplia conocida como estrellas de tipo B, que suelen encontrarse en las últimas fases de la evolución estelar. En cualquier caso, lo más interesante es que los astrofísicos hasta ahora sospechaban que la mayor parte de ellas son estrellas binarias, de modo que el anillo es el resultado de la transferencia de masa derivada de la interacción entre las dos estrellas. Sin embargo, y aquí llega un giro inesperado, dos astrónomos de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, han llegado a la conclusión de que muchas estrellas Be son en realidad sistemas triples.

Jonathan Dodd y René Oudmaijer han llegado a esta conclusión después de analizar los datos recogidos por el observatorio espacial Gaia administrado por la Agencia Espacial Europea. En su interesantísimo artículo publicado por la Royal Astronomical Society desarrollan con mucho detalle tanto las evidencias que les han permitido llegar a esta conclusión como las repercusiones que puede tener este descubrimiento desde un punto de vista mucho más amplio.

Las estrellas Be son muy abundantes en el universo, por lo que entender cómo se produce la transferencia de masa que origina la formación del anillo y la emisión de hidrógeno es crucial para entender mejor los procesos involucrados en la evolución estelar desde un punto de vista general. No obstante, describir con detalle la interacción que se produce entre las tres estrellas que han dado lugar a lo que los astrofísicos llaman de una manera simplificada 'estrella Be' no es precisamente sencillo.

Este descubrimiento puede ayudar a los cosmólogos a conocer mejor los agujeros negros, las estrellas de neutrones y los fenómenos que originan la emisión de ondas gravitacionales

En cualquier caso, este descubrimiento puede ayudar a los cosmólogos a entender mejor en qué se diferencian las estrellas B y las de tipo Be, así como a determinar qué condiciones deben darse para que se desencadene la formación de estas últimas. De hecho, indagar a fondo en las estrellas Be y conocer los mecanismos involucrados en la transferencia de masa en estos sistemas triples puede resultar extremadamente valioso para conocer mejor los agujeros negros, las estrellas de neutrones y los fenómenos que originan la emisión de ondas gravitacionales.

Imagen de portada: NASA Goddard Space Flight Center

Más información: Royal Astronomical Society

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