Los Galaxy Z Fold3 y Galaxy Z Flip3 no solo democratizan las pantallas plegables en los teléfonos móviles, también introducen nuevas formas de relacionarnos con los smartphones, que van desde la forma de llevarlos encima hasta la forma en la que usamos las aplicaciones cotidianas.
Esta innovación en la ergonomía tiene interpretaciones diferentes dependiendo de si estamos usando el Galaxy Z Fold3 (desplegar para aumentar el tamaño de la pantalla) o el Galaxy Z Flip3 (plegar para reducir el tamaño del dispositivo).
Esta democratización se expresa de un modo especialmente evidente en el Galaxy Z Flip3 5G, donde encontramos tanto un precio al alcance de audiencias más amplias que en generaciones anteriores de terminales plegables, como una forma de uso que encaja en más escenarios que en el caso del Galaxy Z Fold3 5G. Lo consigue gracias a que mantiene un tamaño que resulta reconocible para una mayoría de los usuarios cuando está desplegado, al tiempo que lo reduce prácticamente a la mitad cuando está plegado. El efecto “mola” es casi inmediato en el Z Flip3 5G.
