TCL 10 Pro, análisis: la prueba de que un buen diseño no siempre es exclusivo de la gama alta

TCL es un fabricante que es fácil asociar con televisores, pero nada más lejos de la realidad. La compañía, matriz de marcas como Blackberry o Alcatel, también tiene algunos smartphones con su propio nombre. El primero en llegar fue el TCL PLex y a él le siguieron una batería de tres terminales: TCL 10 L, TCL 10 5G y TCL 10 Pro. Este último es el que hoy nos ocupa, puesto que lo hemos estado usando durante los últimos días para traeros este, su análisis. Sin más dilación, vamos a ello.

Ficha técnica del TCL 10 Pro

TCL 10 PRO

DIMENSIONES Y PESO

158,5 X 72,4 X 9,2 mm
177 gramos

PANTALLA

AMOLED con resolución FHD+ de 6,47 pulgadas

PROCESADOR

Qualcomm Snapdragon 675

GPU

Adreno 612

MEMORIA RAM

6 GB

ALMACENAMIENTO INTERNO

128 GB UFS 2.1
Memoria SD de hasta 256 GB

CÁMARA TRASERA

Cuádruple cámara:
64 MP, f/1.79, amplitud de 79 º, tamaño del píxel de 0,8 μm
16 MP súper gran angular, f/2.4, amplitud de 123 º, tamaño del píxel de 1,0 μm
5 MP macro, f/2.2, amplitud de 83 º, tamaño del píxel de 1,12 μm
2 MP baja luz, f/1.8, amplitud de 77 º, tamaño del píxel de 2,9 μm

CÁMARA DELANTERA

24 MP, f/2.0, amplitud de 79,6 º, tamaño del píxel de 0,9 μm

BATERÍA

4.500 mAh
Carga rápida de 18 W

SISTEMA OPERATIVO

Android 10
Capa personalizada TCL UI

CONECTIVIDAD

4G
WiFi de doble banda
Bluetooth 5.0
GPS
NFC
USB C 2.0

OTROS

Lector de huellas en el bajo la pantalla
Jack de auriculares

PRECIO

449 euros

TCL 10 Pro – Smartphone de 6.47” FHD+, con NXTVISION, Procesador Pantalla, Octacore, 6GB Ram, Memoria 128GB, Ampliable MicroSD, 4 Cámaras 64MP+16MP+5MP+2MP, Frontal 24MP, 4500 mAh de Batería, Verde

Diseño: no hacen falta módulos gruesos para la cámara

Comenzamos, como en todos los análisis, hablando del apartado estético. El TCL 10 Pro está construido en una suerte de cristal cepillado cuyo tacto recuerda en ciertos aspectos al del iPhone 11 Pro, salvando las distancias. Es muy agradable y en ningún momento transmite sensación de fragilidad. Al contrario, el terminal se siente robusto, bien construido y, a su manera, luce bastante elegante.

A pesar de no ser un móvil particularmente pequeño, es cómodo en mano. Ayuda a ello que los bordes de la parte trasera estén curvados, ya que las esquinas no se clavan en las manos y el dispositivo reposa perfectamente sobre la palma. Sobre las curvas de la pantalla, porque sí, las hay, hablaremos en el siguiente apartado.

La parte trasera tiene un acabado mate con leves reflejos que contrasta con la franja brillante que hay en la zona superior, donde TCL ha optado por llevar las cuatro lentes y los dos flashes. Cuando analizamos el TCL Plex dijimos que la disposición de las cámaras no nos terminaban de convencer, entre otras cosas porque las lentes sobresalían demasiado, y TCL parece haber tomado nota y, en este terminal, ha optado por integrar las cuatro lentes en el chasis. Los flashes, sin embargo, siguen sobresaliendo un poquito, pero casi nada.

¿En qué se traduce esto? En que el TCL 10 Pro no se tambalea cuando lo dejamos bocabajo en una mesa. En los móviles con grandes módulos fotográficos es normal que al dejarlos sobre la mesa se tambaleen cuando tocamos las esquinas. En este dispositivo eso no sucede ni lo más mínimo, algo que a título personal, agradezco. Puestos a agradecer, otra cosa que me ha gustado mucho es que las huellas, aunque se quedan algo marcadas en la parte trasera, no se aprecian demasiado a simple vista.

Dicho lo cual, no estamos ante un teléfono que sea precisamente ligero. Su apariencia engaña (hasta el punto de que he tenido que revisar varias veces la tabla de especificaciones para comprobar que no había un error), pero el TCL 10 Pro tiene 9,2 milímetros de grosor. El asunto está en que las curvas de la pantalla y de la parte trasera los disimulan, pero es grueso. Sea como fuere, no se nota como tal. A pesar de ser grande y grueso, pesa tan solo 177 gramos y en mano se siente ligero. TCL ha hecho un buen trabajo de compactación y se nota mucho en el día a día.

Altura (milímetros) Anchura (milímetros) Grosor (milímetros) Peso (gramos) Pantalla (pulgadas) Batería Superficie (cm2) Volumen (cc)
TCL 10 Pro 158,8 72,4 9,2 177 6,47 4.500 114,9 105,7
Realme 6 Pro 163,8 75,8 8,9 202 6,6 4.300 124,2 110,5
Xiaomi Redmi Note 9 Pro 165,8 76,7 8,8 209 6,67 5.020 127,16 111,91
Nubia Red Magic 5G 168,6 78 9,8 218 6,65 4.500 131,508 128,88
OnePlus 8 Pro 165,3 74,35 8,5 199 6,78 4.510 122,9 104,47
Huawei P40 Pro 158,2 72,6 8,95 209 6,58 4.200 114,85 102,79
Samsung Galaxy S20 Ultra 166,9 76 8,8 220 6,9 5.000 126,84 111,62
iPhone 11 Pro Max 158 77,8 8,1 226 6,5 3.969 122,92 99,57
Pixel 4 XL 160,4 75,1 8,2 193 6,3 3.700 120,46 98,78
LG V60 ThinQ 169,4 77,7 8,9 219 6,8 5.000 131,62 117,15
Sony Xperia 1 II 165,1 71,1 7,6 181,4 6,5 4.000 117,39 89,21
Xiaomi Mi 10 Pro 162,5 74,8 9 208 6,67 4.500 121,55 109,39

Repasando los cantos laterales (hechos de aluminio, por cierto), en el izquierdo tenemos el botón de inicio y los dos botones de volumen. El primero sí está en una posición cómoda, ya que podemos acceder a él fácilmente con el dedo pulgar o índice, según seamos diestros o zurdos, pero los segundos están demasiado arriba y son difíciles de usar con una sola mano. En el derecho, a la misma altura que el botón de inicio, tenemos un botón para invocar a Google Assistant, aunque en la práctica no es que se use demasiado.

En la parte inferior está el altavoz, el USB tipo C y la ranura para las SIMs, y en el superior el jack de auriculares y algo que tampoco se ve todos los días: un sensor infrarrojos para controlar la tele y otros electrodomésticos. Es un sensor de lo más útil que está en peligro de extinción, a pesar de que es sorprendentemente útil en ciertos momentos, como cuando no encuentras el mando de la tele o te lo has dejado demasiado lejos y no te apetece levantarte. Minipunto para TCL, no solo por incorporar el sensor, sino por preinstalar una aplicación que lo aprovecha.

Resumiendo, estamos ante un terminal que está bien construido, que usa unos materiales no demasiado comunes en la gama media y que transmite una sensación bastante premium. No está a la altura de los gama alta, evidentemente, pero sí se queda en la parte alta de la gama media. TCL ha hecho un muy buen ejercicio de diseño en su nuevo gama media y la jugada le ha salido redonda. O bueno, casi redonda, porque el TCL 10 Pro no tiene resistencia al agua.

Pantalla: una OLED que brilla por sí sola

Si de algo sabe TCL es de pantallas, y en su TCL 10 Pro se nota que la compañía ha puesto muchísimo mimo. Ya os adelantamos que la pantalla es, junto al diseño, uno de los principales puntos positivos del terminal. No es una pantalla perfecta y a estas alturas de 2020 podemos pedir un poquito más en este rango de precios, pero la experiencia global con la pantalla ha sido notable. Probablemente la del TCL 10 Pro sea una de las mejores pantallas AMOLED de la gama media en lo que calidad de imagen se refiere, pero maticemos.

El TCL 10 monta un panel AMOLED de 6,7 pulgadas con resolución FullHD+ (2.340 x 1.080 píxeles), lo que en la práctica se resumen en 398 píxeles por pulgada. Es literalmente imposible ver el más mínimo pixel al mirar la pantalla desde una distancia prudencial. El panel viene bien calibrado de serie, pero se puede modificar a placer desde la app NXTVISION. Quedémonos con ese nombre, que ahora volveremos a él.

Salvando algunos problemas propios de las curvas, la pantalla de TCL 10 Pro se ve muy bien

La pantalla ocupa un 89,5% del frontal, no está nada mal. Tiene una muy pequeña barbilla en la zona inferior y el marco superior apenas rozará los dos milímetros. Para implementar la cámara delantera, TCL ha optado por un clásico notch en forma de gota que podemos ocultar vía software. Francamente, es peor el remedio que la enfermedad, porque lo que estaremos haciendo realmente es añadir una franja negra que rompe un poco la estética del dispositivo.

Hablemos de las curvas. El panel está curvado, sí, y tiene los problemas propios de las pantallas curvadas, es decir, sombras en los laterales, reflejos indeseados, ángulos de visión empobrecidosy toques fantasmas (más frecuentes de la cuenta). Con todo, la curva es bastante sutil. No es como la del Motorola Edge, que estaba extremadamente curvada, sino que recuerda más a la de los últimos Galaxy de Samsung. ¿Aporta algo en el día a día? No demasiado. El software permite añadir algunos ajustes rápidos a una pestaña que aparece cuando deslizamos hacia el lado, pero realmente, en la práctica, es un añadido más estético que funcional.

En lo que a calidad de visionado se refiere, el TCL 10 Pro saca pecho y nos ofrece una experiencia sobresaliente. Los colores son vívidos, el contraste es bueno y los niveles de brillo máximo y mínimo son correctos. No se le pueden poner quejas. Es una pantalla de esas que da gusto usar. Además, es compatible con HDR10+, que siempre es un plus de cara a ver películas o vídeos preparados a tales efectos. Pero tiene "trampa".

TCL añade en sus terminales la tecnología NXTVISION, heredada de los televisores. ¿Qué hace NXTVISION? Mejorar la imagen para dar saturación a los colores, más claridad y mayor contraste. Funciona, y muy bien. La diferencia entre tener activada la mejora visual y no tenerla es notable al ver fotos o vídeos y, francamente, recomendamos dejarla activada. Lo que no se nota tanto es la función SDR a HDR, que convierte contenido normal a HDR. Hay una diferencia sutil, pero el resultado no termina de brillar en exceso.

Esto no es una pega ni un punto negativo per se, es simplemente una función que no aporta demasiado a la experiencia diaria. Lo que sí podemos considerar un punto "negativo", entre comillas, es que viendo cómo está avanzando el sector de la gama media, el TCL 10 Pro siga teniendo 60 Hz de tasa de refresco. Por el precio que tiene, que roza los 450 euros de lanzamiento, es un añadido que no habría estado de más

Pero sea como fuere, la pantalla cumple con creces su cometido. Se ve bien, se disfruta, no da problemas ni a plena luz del día ni a plena noche y responde correctamente. Es, junto al diseño, uno de los principales puntos positivos del TCL 10 Pro.

Sonido: sí, tiene jack, y menos mal

Antes de pasar a hablar del rendimiento, conviene echar un vistazo a lo que el TCL 10 Pro nos ofrece en materia de sonido. El dispositivo tiene un altavoz situado en la zona superior que se escucha alto, aunque no por ello demasiado bien. El sonido, sobre todo en los niveles más altos de volumen, tiende a distorsionarse. A los graves les falta pegada y, en líneas generales, la música suena demasiado enlatada.

¿Es suficiente para ver un vídeo en YouTube o un directo en Twitch? Sin duda, pero no es la mejor experiencia. Ahora bien, hay que romper una lanza a favor del TCL 10 Pro por el hecho de contar con jack de auriculares. Está en la zona superior, un lugar un tanto atípico, y se agradece su presencia. Es cierto que los auriculares completamente inalámbricos ya empiezan a ser populares, pero nunca está de más que el dispositivo permita usar los cableados de toda la vida.

Rendimiento: aspectos a mejorar

Aunque en los últimos meses hemos visto al Snapdragon 765G imponerse en la gama media, TCL ha preferido optar por el Snapdragon 675, un procesador de octubre de 2018. Llega acompañado de seis gigas de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento interno UFS 2.1 que, si bien no es tan rápido como el almacenamiento UFS 3.0 o UFS 3.1, cumple con su cometido. Llenarlo, por supuesto, es complicado, así que la memoria no es que haya supuesto un problema en el día a día.

En lo que a experiencia se refiere, se nota que el dispositivo "arrastra" un poquito. Las transiciones no se sienten del todo fluidas, las animaciones tienen tirones apreciables a simple vista (como al cerrar las apps o abrir una desde la multitarea) y, en definitiva, no termina de ser un gama media fluido como los que estamos acostumbrados a ver. Por el procesador, todo apunta a una falta de optimización general, por lo que, a efectos prácticos, no es nada que no se pueda solucionar mediante actualizaciones.

Hay que pulir algunas asperezas de cara a mejorar el rendimiento

Cuando las aplicaciones están abiertas y cargadas, el desempeño del TCL 10 Pro es correcto. Se pueden usar apps del día a día como WhatsApp, Instagram o Twitter sin mayor problema. En juegos pesados, como 'Call of Duty: Mobile' o 'Legends of Runeterra', los tiempos de apertura son mejorables, pero el terminal es solvente. Se puede jugar bien y no hemos tenido tirones desagradables o caídas de frames relevantes. Para los que se fijen en los benchmarks, he aquí los resultados:

TCL 10 Pro

Realme 6 Pro

Xiaomi Mi Note 10

Xiaomi Mi 9T

Samsung Galaxy A70

Motorola One Vision

LG Velvet

Motorola Edge

Huawei P Smart 2019

PROCESADOR

Snapdragon 675

Snapdragon 720G

Snapdragon 730G

Snapdragon 730

Snapdragon 675

Exynos 9609

Snapdragon 765G

Snapdragon 765G

Kirin 710

RAM

6 GB

8 GB

6 GB

6 GB

6 GB

4 GB

6 GB

6 GB

4 GB

ANTUTU

281.559

279.533

253.660

211.901

170.567

136.111

306.887

325.000

130.026

GEEKBENCH

503 / 1.601 (5.0)

568 / 1.676 (5.0)

539 / 1.715 (5.0)

2.545 / 6.900

2.363 / 6.390

1.507/4.934

593 / 1.742 (5.0)

505 / 1410

1.531 / 5.149

PC MARK WORK

8.545

10.099

7.473

9.166

8.889

6.812

10.541

9.477

5.853

3D MARK(SLING SHOT)

1.701

3.741

-

3.196

1.766

2.030

4.308

-

1.144

En definitiva, es un dispositivo que a nivel de rendimiento podría funcionar un poquito mejor. Hay ciertos aspectos en las animaciones y en la fluidez general del sistema que podrían pulirse y eso, como decíamos, puede hacerse mediante actualizaciones. Es cierto que seis gigas de RAM dan para lo que dan, así que tocará esperar a que TCL tome cartas en el asunto y vaya limando asperezas.

Y ya que hablamos de rendimiento, hablemos de conectividad. El TCL 10 Pro está equipado con casi todo, desde NFC y USB tipo C 2.0 a WiFi ac. La implementación del NFC se agradece, sobre todo pensando en aquellos usuarios que estén acostumbrados a pagar con el móvil. Sin embargo, el terminal no tiene módem 5G, algo que se reserva para el TCL 10 5G, así que nada de acceder a la red 5G.

Biometría: podría ser mejor

Otro aspecto que tiene margen de mejora es el de la biometría. El TCL 10 Pro nos ofrece dos opciones: lector de huellas bajo la pantalla y desbloqueo facial, así que empecemos por la primera. El lector de huellas bajo la pantalla es óptico, es decir, necesita luz para poder "fotografiar" la huella y cotejarla con la almacenada. Por ello, cuando vamos a desbloquear el dispositivo este emite una luz en la zona del sensor que, en ciertas ocasiones (sobre todo de noche) puede no ser demasiado agradable.

Pero más allá de eso, que es un problema intrínseco a la propia tecnología, es que el sensor es bastante lento. Tarda algo más de un segundo en reconocer la huella, que puede parecer poco, pero es suficiente para que no se sienta fluido. Además, hay que colocar la huella en la posición exacta, algo que al principio puede ser complicado, si bien es cuestión de cogerle el punto.

En cuanto al desbloqueo facial, al no tener un sensor infrarrojos ni de profundidad, es en dos dimensiones. Como siempre suele sucede en estos casos, el sensor funciona perfectamente de día, ya que tiene luz para vernos la cara, pero cuando cae la noche y la luz se va tarda más en reconocernos o, directamente, no lo hace. Cuando es de día funciona perfectamente, pero de noche es mejor usar el lector de huellas.

Software: cargadito de opciones

TCL UI es una capa de personalización un tanto agresiva. Tiene algo de bloatware, como Facebook, Netflix, Microsoft News y Booking, y un montón de aplicaciones propias que, básicamente, duplican las propias de Google. Por ejemplo, tiene una app de galería cuando ya está Google Fotos o un reproductor de música cuando ya está YouTube Music. Las apps de terceros se pueden deshabilitar, pero las propietarias no.

Interfaz del TCL 10 Pro.

A nivel estético no es una capa que sea tan minimalista y llamativa como MIUI, por ejemplo, sino que recuerda más a un Android Puro vitaminado. Tiene varias opciones de personalización y la más llamativa en términos de usabilidad la encontramos en el cajón de aplicaciones, que nos permite filtrar las apps por categoría, nombre, etiqueta, uso o color del icono. Siendo sinceros, el orden más práctico es el alfabético, pero a gusto del consumidor.

En lo referente a funciones avanzadas, encontramos un clonador de aplicaciones (para tener dos cuentas de WhatsApp, por ejemplo), grabación de pantalla, un modo de juego y la barra Edge. Esta es la única forma que tenemos de explotar la pantalla curva y, francamente, se podría aprovechar mejor. Solo podemos tener tres pestañas predefinidas: aplicaciones, contactos y una regla. Podemos cambiar el orden, pero no añadir más. También encontramos el típico gestor de rendimiento que nos permite cerrar las apps en segundo plano, bloquear el inicio automático de las aplicaciones o ejecutar un diagnóstico de hardware.

Es un software completo y al que solo se le puede achacar que no termina de sentirse fluido. Ya comentamos anteriormente que la sensación final es de que el dispositivo podría optimizarse para que funcionase mejor, y eso es algo que se traslada a la experiencia con el sistema operativo. Volvemos así a la conclusión anterior: no es nada que no se pueda solucionar con actualizaciones.

Batería: 4.500 mAh que cumplen, pero la carga...

En el interior del TCL 10 Pro tenemos una batería de 4.500 mAh. Por la cifra, podríamos pensar que será suficiente para aguantar dos días tranquilamente, pero no es exactamente todo así. El TCL 10 Pro es bastante glotón (incluso en stand-by) y, de media, hemos conseguido unas ocho horas de pantalla activa, que no está mal, pero tampoco es la cifra más alta de la gama media. Se puede llegar al final del día haciendo un uso moderado.

Para más inri, el TCL 10 Pro tiene carga rápida de 18W, pero no se siente del todo rápida. 18W están bien para 3.000 o 3.500 mAh de batería, pero cuando hablamos de 4.500 mAh, la cosa cambia. El terminal tarda en cargarse al 50% unos 40 minutos y llega al 100% en dos horas. Además, a pesar de ser de cristal, no tiene carga inalámbrica.

Cámara: el día y la noche, literalmente

Llegamos así al último apartado del análisis, que no podría ser otro que la cámara. El TCL 10 Pro es un dispositivo que, como veremos más adelante, saca pecho de día y peca un poco de noche. En lo que a sensores se refiere, tenemos una configuración un tanto atípica. Vamos a repasarlos:

  • Sensor principal de 64 megapíxeles con apertura f/1.8 equivalente a 26 mm, 1/1.72", píxeles de 0,8 micras y PDAF. En la práctica, el sensor toma fotos de 16 megapíxeles gracias a la tecnología pixel binning, aunque se puede forzar para conseguir la imagen a máxima resolución.
  • Gran angular de 16 megapíxeles con apertura f/2.4 equivalente a13 mm, 1/3.1, píxeles de una micra.
  • Macro de 5 megapíxeles con apertura f/2.2.
  • Sensor de vídeo con poca luz de 2 megapíxeles con apertura f/1.8.
  • Cámara delantera: sensor de 24 megapíxeles con apertura f/2.0. También usa la tecnología pixel binning para sacar efectivas de seis megapíxeles. Se puede forzar para sacar selfies de 24 megapíxeles.

Como podemos comprobar, TCL se sube al carro de los 64 megapíxeles gracias un sensor GW1 de Samsung. Este usa la tecnología de combinación de píxeles para unir cuatro píxeles en uno y capturar más luz, por lo que en modo automático conseguiremos fotos de 16 megapíxeles. No tiene telefoto, sino zoom digital de hasta 10 aumentos, y en lugar de un sensor de profundidad TCL ha optado por un sensor de dos megapíxeles dedicado al vídeo nocturno.

App de cámara

Conviene, antes de pasar a ver los resultados, echar un vistazo a la app de cámara. Es una app bastante sencilla que, siendo pragmáticos, podría funcionar un poquito más rápido. El cambio entre modos es algo lento y si pulsas rápido el botón de disparar no detecta el toque y no hace nada.

En la parte superior tenemos los ajustes de uso menos frecuente, como el HDR, el flash o los filtros, así como la configuración de la cámara, y en la parte inferior los diferentes modos. El acceso "Más" es un cajón de sastre con más modos, como el de máxima resolución, el macro, la panorámica o el rastro de luz. Finalmente, en la zona derecha tenemos tres botones que sirven para alternar los niveles de zoom, activar el gran angular o poner en una misma pantalla la imagen capturada por los tres sensores y elegir el que más nos convenza.

Es una app bastante fácil de usar, que no tiene ninguna complicación y que cumple perfectamente su función. Si fuera más rápida y los tiempos de carga fuesen más reducidos sería mucho mejor, así que será cuestión de esperar a que TCL la vaya puliendo mediante actualizaciones.

Fotografía de día

Comenzamos con el sensor principal de día en modo automático, es decir, con una resolución de 16 megapíxeles. Cuando la luz es buena, el TCL 10 Pro sabe defenderse. El HDR es capaz de levantar las sombras y recuperar las luces altas, la imagen está bien definida y la exposición es correcta. Quizá el balance de blancos tiende ligeramente al azul, pero en líneas generales las fotos salen sorprendentemente bien. Si ampliamos un poquito veremos algunas imperfecciones en la conservación de los detalles, pero nada grave.

Modo automático (16 megapíxeles).

Si pasamos al gran angular, veremos una foto más cálida y, por lo tanto, con una representación más fiel de lo que están viendo nuestros ojos. Esta imagen, por ejemplo, es más cercana a la realidad que la tomada con el sensor principal, aunque en la galería del final tienes más ejemplos iguales. El postprocesado consigue corregir las distorsiones propias de las lentes gran angular, pero el nivel de detalle se resiente. Las líneas y bordes están menos definidos y los elementos lejanos salen más lavados.

Gran angular.

En cuanto al zoom, se nota que no tenemos telefoto, sobre todo cuando ampliamos al máximo. Lo que estamos haciendo realmente es cropping, es decir, recortar la imagen original digitalmente, pero por fortuna tenemos un sensor de 64 megapíxeles. Con los dos aumentos, la imagen sale bastante bien en términos generales. A simple vista se conserva el detalle, la exposición es buena y los bordes están bien definidos. Sin embargo, si ampliamos veremos que, realmente, los detalles del fondo están bastante lavados.

Zoom x2.

Con el zoom x2, el teléfono se defiende, pero cuando hinca la rodilla por completo es cuando nos vamos al zoom x10, que es el máximo. El procesado es muy agresivo y lava muchísimo la imagen, de forma que el efecto acuarela puede apreciarse a simple visa. En esta imagen, por ejemplo, podemos ver los cables y el cartel, que están muy, muy empastados. En la práctica, lo más recomendable es no pasar del zoom x2.

Zoom x10.

Y es que TCL ha optado por dejar caer el telefoto y optar por un macro. Este nos permite tomar fotos desde muy cerca (entre dos y 10 centímetros) y, siendo completamente sinceros, los resultados son bastante llamativos, pero la utilidad del sensor en el día a día es nula. Es un sensor que se usa solo un par de veces y de forma muy esporádica, así que tampoco es que aporte demasiado en la experiencia diaria. Un telefoto se habría agradecido más.

Macro.

Finalmente, toca hablar del modo de 64 megapíxeles. Con este modo "forzamos" el sensor para que guarde la foto en su tamaño original, por eso cuando lo usamos la cámara tarda un poquito más en procesar la imagen. El resultado final es bastante bueno, pero es que también lo es en modo automático. Es cierto que tenemos más detalle en los elementos lejanos, pero la diferencia no es abrumadora. Puede ser útil para recortar una foto a posteriori o editarla, pero en el día a día, lo más recomendable es disparar con el modo automático por una cuestión de espacio y velocidad.

64 megapíxeles.
Gran angular, sensor principal, zoom x2 y zoom x10.

Selfie de día

Si la cámara delantera nos ha gustado (en líneas generales), los selfies nos han dejado algo fríos. Cuando usamos el modo automático, la cámara hace un proceso similar al que hace con el sensor de 64 megapíxeles: combina cuatro píxeles en uno y genera fotos de seis megapíxeles. La imagen en general sale bien, pero si ampliamos veremos que está muy lavada y que tiene un efecto acuarela evidente, incluso cuando la luz acompaña. Da la sensación de que el selfie no está del todo bien definido.

Selfie en automático (6 megapíxeles).

Como con la cámara trasera, podemos forzar el sensor para que tome selfies de 24 megapíxeles, pero sufriremos el mismo problema: una captura de imagen más lenta. ¿En qué redunda eso? En no pocas ocasiones, en imágenes movidas o ligeramente difuminadas. No se aprecia un salto notable en cuanto a nivel de detalle y tampoco es que sea del todo práctico tomar selfies de 25 megapíxeles. De nuevo, volvemos a lo mismo: es más fácil y rápido tomar la foto en modo automático.

Selfie (25 megapíxeles).

El modo retrato, por su parte, es bastante mejorable. Suele ser normal que en los dispositivos de gama media el HDR no funcione cuando usamos este modo, lo que se traduce en fondos quemados y sombras demasiado oscuras. El recorte del sujeto es relativamente preciso y la definición del mismo es similar a la de los selfies en automático, pero hay un lavado de texturas evidentes. Servirá para salvar la papeleta, pero es mejorable.

Modo retrato.

Fotografía de noche

Cuando es de noche todos los gatos son pardos y casi todos los gama media dejan claro que son gama media. El TCL 10 Pro no iba a ser una excepción. Con el sensor principal, la imagen global es suficiente, pero carece de detalle en los elementos lejanos y la gestión de las luces altas (propias de las farolas o las luces nocturnas de las ciudades) es mejorable. No es una mala foto, realmente, pero no está a altura de algunos de sus competidores.

Foto en automático (16 megapíxeles).

Si hablamos del gran angular, sucede exactamente lo mismo que en el resto de dispositivos de gama media. El gran angular, por norma general, es un sensor mucho menos luminoso, lo que se traduce en fotos demasiado oscuras en las que solo salen bien iluminados los puntos en los que hay luz artificial. El resultado, por lo tanto, es una foto salvable, pero que dista mucho del que nos ofrece la cámara de día.

Gran angular.

Al aplicar zoom, sin embargo, la imagen pasa a ser insuficiente. El zoom x2, que durante el día conservaba relativamente bien el nivel de detalle, por la noche resulta en una imagen con un evidente efecto acuarela, ruido y texturas demasiado empastadas. Salta a la vista la notable diferencia que hay entre esta misma escena y la mostrada anteriormente.

Zoom x2.

Mucho más grave es esta pérdida de detalle si hablamos del zoom x10. El lavado de la foto es claro y, si bien se esfuerza en conservar los detalles (véanse los ladrillos de la esquina), los elementos de la imagen salen demasiado empastados y la experiencia global es deficiente. Es uno de los inconvenientes que tiene el cropping, que cuando recortamos una imagen que per se pierde calidad de noche, la pérdida se hace todavía más palpable al ampliar.

Zoom x10.

Finalmente, toca hablar del modo noche. En el TCL 10 Pro este consiste en tomar una larga exposición para aumentar el brillo de la foto. ¿Cuál es el problema? Que el postprocesado no compensa bien las trepidaciones propias de sujetar el teléfono en la misma posición durante mucho tiempo, por lo que la imagen sale movida y con un nivel de detalle mucho menor que con el modo automático. La imagen sale demasiado empastada y la diferencia a nivel de calidad con respecto al modo automático no merece la pena.

Modo noche.
Gran angular, sensor principal, zoom x2 y zoom x10.

Selfie de noche

El selfie de noche es peor que el que conseguimos con buena luz. La imagen tiende a salir movida, ya que la cámara tarda un poquito más de la cuenta en tomar la foto. El sujeto no sale del todo bien definido (principalmente porque la cabeza se mueve y la cámara registra ese movimiento), aunque el resultado, en términos globales, es pasable. No es el mejor selfie nocturno de la gama media, pero servirá para tomarnos una foto de vez en cuando.

El modo retrato, sin embargo, es harina de otro costal. La foto sale demasiado difuminada, el recorte es poco preciso y, en líneas generales, es una mala foto. Es cierto que no se le pueden pedir peras al olmo, pero el TCL 10 Pro tiene margen de mejora en lo que a selfies nocturnos se refiere.

Ver galería completa » Fotos tomadas con el TCL 10 Pro (97 fotos)

Vídeo

Terminamos hablando del vídeo, un apartado en el que TCL 10 Pro arroja luces y sombras. Por un lado, es capaz de grabar en 4K y estabilizar el clip mediante EIS, pero otro lado no soporta grabación a 60 fotogramas por segundo y el EIS tiene margen de mejora, en tanto que siguen apreciándose las vibraciones, sobre todo al grabar en 4K y, mucho más, al hacerlo de noche. El nivel de detalle no es el más alto y los vídeos tienen ruido. Todos los clips de prueba han sido grabados sujetando el móvil con dos manos y andando a un paso normal.

Decíamos anteriormente que el TCL 10 Pro tiene un sensor dedicado a grabar vídeos de noche, y el resultado es mixto. Por un lado, funciona. El clip tiene más brillo y los elementos que grabando en automático salían oscuros ahora pueden verse sin mayor problema. Por otro lado, el vídeo tiene una enorme cantidad de ruido que hace el resultado final sea pobre.

TCL 10 Pro, la opinión de Xataka

Llegados a este punto, toca concluir la review y hacer un repaso de las luces y sombras del TCL 10 Pro. El TCL 10 Pro es un móvil muy bien construido, con un diseño llamativo terminado en cristal. Es cómodo de usar, está bien equilibrado y, en cuanto a estética, no se le puede poner ninguna pega. Además, su construcción combina perfectamente con la pantalla OLED que hay en el frontal, un panel que se ve perfectamente y que ofrece una experiencia fantástica. La curva, sin embargo, aporta más bien poco en el día a día, siendo una decisión más estética que funcional.

El TCL 10 Pro destaca por su construcción y diseño, aunque flojea un poquito en rendimiento y en fotografía nocturna

El rendimiento es mejorable, al igual que la carga rápida. No es que sea un terminal que "vaya mal", ni mucho menos, pero si tenemos en cuenta su precio lo cierto es que se podría esperar algo más. La carga rápida, además, tampoco es tan rápida como podría indicar su nombre y se echa en falta la presencia de carga inalámbrica. Puntos positivos, sin embargo, son la presencia de jack de auriculares, de NFC y una autonomía suficiente para echar el día.

La cámara, por su parte, se comporta bien de día, pero de noche tiene bastante margen para mejorar, al igual que cuando usamos la cámara delantera. En líneas general, es un terminal que brilla por fuera y que por dentro se queda un poco cojo. La parte positiva de todo es que, al menos sobre el papel, muchos de los defectos del dispositivo se pueden solucionar mediante actualizaciones, así que, simplemente, es cuestión de ver cómo evoluciona.

8,1

Diseño 8,75
Pantalla 8,75
Rendimiento 7,75
Cámara 7,25
Software 7,5
Autonomía 8,5

A favor

  • Los materiales de construcción son propios de un gama alta.
  • La cámara se comporta bien de día.
  • Sin ser la mejor batería de la gama media, consigue ofrecer un día de uso.

En contra

  • De noche, la cámara se queda por debajo de lo esperado.
  • La curva aporta más bien poco a la experiencia diaria.
  • El rendimiento podría ser mejor.

TCL 10 Pro – Smartphone de 6.47” FHD+, con NXTVISION, Procesador Pantalla, Octacore, 6GB Ram, Memoria 128GB, Ampliable MicroSD, 4 Cámaras 64MP+16MP+5MP+2MP, Frontal 24MP, 4500 mAh de Batería, Verde

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de TCL. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com

VER 10 Comentarios

Portada de Xataka