Moto Z2 Force, análisis: la fuerza acompaña por fuera y por dentro a este otro titán con doble cámara y sin jack

A Motorola no le gusta presentar nada en solitario y el Moto Z2 Force también vino escoltado por los Moto Mods, concretamente con uno cuya protagonista es una cámara de 360 grados. ¿Es tan fácil y tan chulo eso de jugar con un módulo para hacer y vídeos esféricos? Te lo contamos en el análisis del Moto Z2 Force y el Moto 360 Camera.

El que es un hermano mayor (y más potente) del Moto Z2 Play viene con un diseño similar, caracterizado por la joroba para la cámara (que en este caso es doble) y con lo último en hardware por parte de Qualcomm. Con opción de 4 o 6 GB de RAM, en Xataka hemos tenido la suerte de probar a fondo esta segunda variedad más potente. Relativa delgadez, resistencia, doble cámara y fotos que capturan cada píxel de la escena, ¿cumple bien con todo el Moto Z2 Force? Lo vemos en detalle.

Moto Z2 Force, especificaciones técnicas

Moto Z2 Force
Dimensiones y peso 155,8 x 76 x 6,1 milímetros, 143 gramos
Pantalla 5,5 pulgadas P-OLED con ShatterShield
Resolución 2.560 x 1.440 píxeles (unos 534 ppp)
Procesador Qualcomm Snapdragon 835
Núcleos 8 x 2,35 GHz
Tarjeta gráfica Adreno 540
RAM 6 GB
Almacenamiento 64 GB + ampliación con microSD (hasta 2 TB)
Software Android 7.1.1 Nougat
Puertos USB tipo-C (incluye adaptador USB-jack de 3,5 milímetros)
Conectividad Bluetooth 4.2 (actualizable a 5.0 con Android 8 Oreo), 4G LTE, WiFi 802.11 a/b/g/n/ac 2.4 GHz + 5 GHz con MIMO
Batería 2.730 mAh
Cámara trasera Doble lente de 12 megapíxeles con sensores IMX 386 y f/2.0, color + monocromo
Vídeo hasta 4K (30 fps)
Cámara frontal 5 megapíxeles con f/2.2 y flash
Otros Carga rápida TurboPower, lector de huellas, protección repelente de agua, dual SIM (según país), compatible con Moto Mods
Precio 639 euros en Gearbest

Moto Z2 Force, review en vídeo

La estética es aún inconfundible, pero da más juego

En la era de un término phablet ya extinguido (porque los móviles se acomodan en diagonales rondando las 5,5 pulgadas), construir y diseñar un móvil es un reto aún mayor sobre todo en relación a delgadez y marcos. Motorola no es conocida por seguir las tendencias en este sentido, sobre todo si hablamos de unos frontales tradicionalmente ocupados por altavoces notorios y unos ratios pantalla-frontal entre el 65 y algo por encima del 70%.

Los Moto Z2 tampoco rompen con esto, teniendo en cuenta que llevan lector de huellas en el frontal y que no renuncian a mostrar a qué linaje pertenecen con el logo también aquí (sobre este sensor en el caso del Force). Así, la pantalla de 5,5 pulgadas ocupa un 70,4% de esa cara frontal, siendo así un móvil grande y ancho, aunque se compensa con una delgadez relativa (bien "desnudo" o bien con una de las carcasas Moto Style Shell).

Pese a ser un móvil grande y ancho, no tenemos sensación de sostener un móvil de gran tamaño, sobre todo al ser delgado y muy ligero

Así, no podemos hablar de un móvil compacto, quizás porque esta delgadez obliga a que los componentes se extiendan más a lo ancho, de modo que el Z2 Force ronda la superficie (alto x ancho) de un móvil de 6 pulgadas como el LG V30. Pero lo cierto es que, pese a esto, no tenemos sensación de sostener un móvil grande, en gran parte porque es ligerísimo.

Moto Z2 Force

Moto Z2 Play

Sony Xperia ZX Premium

iPhone 8 Plus

Samsung Galaxy S8

LG V30

Google Pixel 2 XL

Diagonal de pantalla

5,5 pulgadas

5,5 pulgadas

5,5 pulgadas

5,5 pulgadas

5,8 pulgadas

6 pulgadas

6 pulgadas

Dimensiones

155,8 x 76 x 6,1 milímetros

156,2 x 76,2 x 6 milímetros

156 x 77 x 7,9 milímetros

158,4 x 78 x 7,5 milímetros

159 x 73,4 x 8,1 milímetros

151,7 x 75,4 x 7,3 milímetros

157,9 x 76,7 x 7,9 milímetros

Superficie (ancho x alto)

118,92 cm2

119,02 cm2

120,12 cm2

123,71 cm2

101,40 cm2

114,38 cm2

121,11 cm2

Volumen (ancho x alto x grueso)

72,22 cc

71,41 cc

94,89 cc

92,78 cc

81,12 cc

84,64 cc

95,68 cc

Peso

143 gramos

145 gramos

191 gramos

202 gramos

173 gramos

158 gramos

175 gramos

Motorola de momento mantiene unos frontales que son marca de la casa, que no llegan a suspender en aprovechamiento del frontal por parte de la pantalla (quedando mejor que los Sony en según casos), pero alejándose bastante de los rivales que más esfuerzo han puesto en esto.

Estos gramos de menos compensan esa superficie algo extensa en cuanto a comodidad, pero también contribuye una de las Moto Style Shell que nos venía con el terminal (concretamente una de tejido en negro y patrón en franjas diagonales y perpendiculares). A este respecto comentar que el móvil sin añadidos luce el aluminio serie 7000 con un acabado que estéticamente no resulta demasiado atractivo, al tener un reborde mate rodeando a un acabado brillante y veteado que nos recuerda constantemente que "sobre ahí va algo".

El acabado del aluminio en la parte trasera y la conexión para los Mods nos hace recordar constantemente que "falta algo", aunque estrictamente no sea necesario ningún Mod para el funcionamiento del móvil.

Y ese algo (un Mod) puede añadir a esa comodidad el hecho de aportar una superficie antideslizante y algo más de un milímetro de grosor, lo cual se agradece al agarrar un móvil tan ancho. La estética de esta carcasa nos podrá gustar más o menos, pero se hace casi necesaria cuando vemos que proporciona ergonomía, cubre la conexión para los Mods (y esa trasera de estética cuestionable) y hace que la protuberancia de las cámaras sea algo más discreta.

La protuberancia es notoria, muy "Moto Style". Pero con una de las carcasas adiós al saliente.
Arriba el Moto Z2 Force con la carcasa, abajo sin ella.

Hablando de construcción, el Moto Z2 Force está ideado para que resista casi todo tipo de envites, pero la resistencia al agua en este caso se limita a salpicaduras o a una dosis de gotas como la de la lluvia. Esto lo pudimos comprobar durante un buen rato y el terminal aguantó el chaparrón sin problemas, aunque nada de sumergirlo como sí puede hacerse con otros móviles con una certificación de resistencia mayor.

Una pantalla para aguantarlo todo y sobrada de píxeles

Las 5,5 pulgadas parecen la diagonal de moda en los smartphones de los dos últimos años. Haciendo una aproximación rápida, según los datos de GSM Arena llevamos 350 modelos de móvil este año y de ellos 114 son de 5,5 pulgadas. Se amplía a 190 si hablamos de un intervalo entre 5,2 y 5,8 pulgadas, frente a los 127 de 5 pulgadas o menos.

En términos de resolución y detalle la experiencia es excelente

Diagonal que vemos en el panel P-OLED del Moto Z2 Force, con una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles y unos 534 píxeles por pulgada. Los números en este aspecto no suelen confundir y en términos de resolución y detalle la experiencia es excelente, nada que objetar aquí. Ni siquiera percibimos que se note en exceso en el consumo de batería, aunque de esto hablaremos en detalle en el correspondiente apartado.

Eso sí, la experiencia global va a depender bastante del ángulo de visión. En el "de tú a tú", es decir, con el móvil perpendicular a nuestra mirada los colores y el brillo son satisfactorios; nada de exceso de saturación como hemos visto en otros super AMOLEDs (o mejor dicho, por deseo del fabricante en su calibración) y el ajuste de brillo automático funciona bien, teniendo suficientes nits en exteriores y a pleno sol (sin batir ni mucho menos récord en este sentido).

Brillo máximo (ajuste manual), en nits

Brillo máximo (ajuste automático adaptativo), en nits

Moto Z2 Force

376

559

Samsung Galaxy S8

440

681

HTC U11

483

583

Datos: GSM Arena

Pero si inclinamos el terminal la cosa cambia y bastante. En cuanto nos acercamos a los 40 grados o los sobrepasamos el panel toma un tono verde que se va exagerando a medida que nos aproximemos a la horizontal, al mismo tiempo que los blancos se amarillean considerablemente. Es algo que notaremos más si acostumbramos a ver el móvil apoyado en la mesa (sin agarrarlo y alzarlo).

No obstante, con el móvil en un ángulo inferior (más perpendicular) y sin jugar con los ángulos, la temperatura de los blancos es adecuada y bastante equilibrada, si bien el tono tiende un poco al magenta. A colación de esto, en cuanto a los ajustes de pantalla no tenemos un menú tan en detalle como los que tiene EMUI o la capa de Sony, pero al menos el usuario puede escoger entre dos modos de color, de manera que se puede tener un panel más o menos saturado.

Los ajustes de pantalla que proporciona el sistema.

¿Y el ShatterShield? Estas denominaciones comerciales son un dulce a nivel de reclamos y diferenciación, pero en este caso se corresponde a una diferencia en el material que recubre la pantalla. Con el fin de no contribuir a ese mal del siglo XXI que son las pantallas rotas, optando por plástico en vez de cristal la idea es que nuestro Motorola no tenga una pantalla cuarteada desde una esquina como resulta (escalofriantemente) habitual ver.

Al tacto no vamos a notar diferencia, a efectos de sensibilidad nuestras yemas van a notar que hacen tap contra un cristal, y tampoco vamos a notar que nuestro dedo "queda lejos" del panel táctil como ocurre con pantallas de menor calidad o cristales más gruesos. Y en lo referente a la sensibilidad táctil del propio panel nada que objetar: respuesta adecuada a los taps sueltos, al tap mantenido y al arrastre de elementos.

A efectos de sensibilidad nuestras yemas van a notar que hacen tap contra un cristal

Eso sí, cabe enfatizar aquí que el ShatterShield está diseñado y pensado para que nuestra pantalla no sea una tela de araña constante y no para que se salve de arañazos, y éstos sí pueden presentarse con relativa facilidad. Incluso cuidando de llevar el móvil dentro de fundas acolchadas, un despiste o accidente puede dejar una huella en forma de arañazo micrométrico.

Otra particularidad de la que hablar es del modo Moto Active Display, o lo que es lo mismo, la activación automática de la pantalla con el movimiento. Pantalla específica con el reloj, la autonomía, la fecha y las notificaciones que deseemos,que se enciende al detectar el agarre o un movimiento cercano ofreciéndonos la posibilidad de consultar información sin desbloquear (o para responder desde ahí)

La característica está bien y se agradece, pero llega a ser demasiado sensible activándose por cualquier temblor cercano (por ejemplo, apoyar un vaso a diez centímetros), y por contra en ocasiones falla y no lo hace si tomamos el terminal de superficie de apoyo para echar un vistazo. Tampoco responde al doble toque (no por fallo, sino porque no tiene dicho soporte), si bien al tener el lector de huellas frontal esto no se echa de menos.

Lector que funciona muy bien aunque pongamos la yema parcialmente, lo cual ocurre con frecuencia teniendo en cuenta que tiene forma achatada (es un rectángulo con esquinas muy redondeadas). Puede hacer las veces de botones de pantalla, pero hablaremos de esto en profundidad en el apartado correspondiente al software.

Rendimiento: de sobra para aguantar lo que le eches

Motorola también quiere atravesar las cuerdas del ring de los topes de gama y para el Moto Z2 Force pone toda la carne en el asador con los ocho núcleos del Snapdragon 835 y un séquito de RAM variable entre 4 y 6 GB. Nuestra unidad era de las bien servidas y hemos podido poner a prueba esos 6 GB de RAM que también integran algunos rivales como el Huawei P10 Plus o el Samsung Galaxy Note 8.

Teniendo en cuenta que no tenemos una penalización aparente por software, dado que Motorola proporciona una experiencia cercana a ese Pure Android que los Nokia sí tienen por bandera, esto ayuda a que experimentemos una fluidez extrema. El concepto lag se borra de nuestra memoria a medida que tiramos de scroll en el cajón de apps o al desplegar la multitarea. Chapeau, Motorola.

El Moto Z2 Force va como un tiro y da en el blanco le eches el plato que le eches, ya sea un juego (Asphalt 8, Sniper 3D, etc.), reproducción de contenido multimedia o si nos ponemos a "marear" yendo de una app a otra combinando edición fotográfica, transferencia de archivos y redes sociales. Lo de "Force" va en serio; para todo, en todo momento y sin cierres repentinos, arrastres o lentitud.

Lo de "Force" va en serio; para todo, en todo momento y sin cierres repentinos, arrastres o lentitud

¿Y el calentamiento? Los móviles delgados de aluminio son una especie de víctima perfecta para notar la temperatura que alcanzan ciertos componentes al ponerse a trabajar (sobre todo en tareas pesadas), pero lo cierto es que en el Moto Z2 Force apenas se nota el calor pese a tener estas características.

Si usamos el móvil sin ningún tipo de Mod o carcasa notaremos un aumento de temperatura tras un uso continuado exigente, es decir, juegos, reproducción multimedia, etc. durante unos minutos. Nada alarmante ni mucho menos: ni va a quemar, ni nos va a molestar ni hemos detectado temperaturas por encima de los valores habituales cuando hemos percibido un aumento de calor. Y si lo usamos con carcasa, apenas notaremos dicho aumento (sobre todo en lo tocante al borde del USB tipo-C, dado que la zona que se calienta es la inferior).

Para quienes toméis los benchmarks como referencia, el Moto Z2 Force no queda nada mal frente a rivales de configuración pareja o aproximada. De hecho, en tres de los cuatro que comparamos se lleva el oro, aunque para más información además del tú a tú con todos ellos os dejamos los resultados en una galería por si preferís examinar los tests en detalle.

Prueba

Moto Z2 Force
(Snapdragon 835 + 6 GB RAM + Adreno 540)

Samsung Galaxy Note 8
(Exynos 8895 + 6 GB RAM + Mali-G71)

Huawei P10 Plus
(Kirin 960 + 6 GB RAM + Mali G71)

Sony Xperia XZ1
(Snapdragon 835 + 4 GB RAM + Adreno 540)

AnTuTu

179.913

173.122

151.644

140.805

GeekBench (Single / Multi)

1.931 / 6.638

2.022 / 6.762

1.950 / 6.220

1.833 / 5.718

PCMark Work

6.141

5.151

5.931

6.886

3DMark (IceStorm Unlimited)

40.172

32.670

25.693

38.805

Ver galería completa » Moto Z2 Force, benchmarks (7 fotos)

Software: nos gusta el "Hello, Moto" en la experiencia de uso, pero está por pulir

Una de las propiedades de los Motorola que hemos comentado aquí en análisis anteriores, como el del Moto G5 Plus, es el hecho de que la casa viste muy poco a sus terminales en cuestión de software de la casa. En el Moto Z2 Force tenemos Android 7.1.1 Nougat con una ligerísima personalización que se queda en un par de apps: Moto App y Moto Mods.

Con estas apps viene el Moto Z2 Force de fábrica.
El menú de Ajustes del sistema.
El escritorio del Moto Z2 Force de fábrica.

La segunda es un acceso directo a la información sobre estos dispositivos (es decir, a la ayuda en web). Poco que añadir al respecto de esta (web) app, que supone en apariencia una manera de recordar al usuario que puede adquirir alguno de ellos para que su terminal dé algo más de sí (y su bolsillo). A colación de esto, en la parte de fotografía hablaremos del Moto Mod 360 camera, que es el que hemos probado.

Sin embargo, la app Moto es bastante interesante y puede cambiar de manera notable la experiencia de usuario, dado que permite cambiar la interacción táctil, gestual y añadir el componente de voz, aunque todo esto con salvedades.

Las tres maneras que ofrece la app Moto de cambiar (o complementar) la interacción usuario-teléfono.

Podemos por ejemplo eliminar los botones en pantalla para que el sensor sea el timón de nuestra navegación. Tras un tutorial de los swipes y taps que sustituirán a los habituales tres botones de Android, podremos ganar unos milímetros más de pantalla a costa de un entrenamiento más o menos duradero según cada caso.

Las acciones que sustituyen los botones en pantalla. También puede activarse Assistant (manteniendo pulsación sobre el botón).

En la práctica no es lo más cómodo del mundo y al final nos ha compensado tener los botones en pantalla. La sensibilidad no llega a ser la mejor a la hora de discernir entre un tap o el deslizamiento para ir atrás, y no es demasiado cómodo hacer los swipes por el borde del sensor (al quedar éste algo por debajo del panel), notando esos bordes cada vez.

Lo que sí funciona muy bien (y también vimos en el Moto G5 Plus) son las opciones de agitar o sacudir para abrir directamente la cámara o la linterna. De hecho resulta mucho más cómodo acceder a la cámara con este movimiento que despertando pantalla y deslizando el icono (ya que es fácil no acertar).

El reconocimiento de voz va muy bien, partiendo claro de la lista de comandos que Motorola nos facilita, y que se resume en poder pedir que nos abra una determinada app, que nos muestre la agenda o nos diga qué tiempo hace. Eso sí, sólo funciona en español e inglés de Estados Unidos, portugués (Brasil) y ruso.

Partiendo del comando "Muéstrame" el asistente nos abre determinada app (configurando el terminal en español de Estados Unidos).

Cabe matizar que la lectura de huellas falla de manera muy ocasional, teniendo que reiniciar el terminal cada vez para activarlo si esto pasa. Tras una restauración falló mucho menos, pero puede que al software le pueda faltar algo de madurez (también nos falló antes de restaurar el gesto de abrir cámara, pero tras esto ya funcionó siempre bien).

Por lo demás, el software viene a ser un Android puro en la práctica, con los ajustes de stock, la cortinilla de notificaciones o la multiventana, que funciona sin problemas y cuya actividad nos recordará siempre el color de la barra de estado. Lo que está activado por defecto por parte de la casa es el envío de información de uso, pero esto puede desactivarse en los ajustes de privacidad.

La multiventana funciona sin problemas. Cuando la activamos, la barra de estado queda del color de una de las apps, de modo que nos recuerda que la tenemos activa.
El modo horizontal también funciona sin problemas, pudiendo desplegar los menús contextuales tanto desde escritorio como desde el cajón de apps.

Cámara: a veces más es menos

Parte de esa fuerza que trae este Moto en su apellido esté quizás en la inclusión de la doble cámara. Ahora la marca ya cuenta con más de un móvil con doble cámara trasera, como el Moto G5S Plus o el Moto X4, pero como dijimos en su presentación esta característica llegaba a la marca con este terminal, tomando el mismo camino que Huawei: la combinación de un sensor de color y uno monocromo.

Hablamos en concreto de sensores IMX 386 de 12 megapíxeles con apertura máxima f/2.0, con un tamaño de píxel de 1,25 micrómetros, para las cámaras traseras. La cámara frontal integra uno de 5 megapíxeles con apertura máxima f/2.2 y lente gran angular de 85 grados, acompañada de flash (nada de "fingir" con la pantalla aquí).

La característica estrella pues para esta doble cámara son las fotos en blanco y negro, si bien la combinación de sensores promete sacar mejores colores en disparos con todo el espectro de color. No obstante, el modo de selección de enfoque también está presente en el terminal, por lo que podremos intentar obtener fotos con un desenfoque mayor del que da la lente proporcionado por software.

Todo esto sumado a los tres micrófonos y a la capacidad de grabar en 4K, veamos qué tal en cada aspecto de las cámaras.

Una app a medida

Otra apreciación de la personalización de Motorola la encontramos (y agradecemos) en la app de cámara. Algo casi por necesidad, dado que las bondades del hardware que ha elegido el fabricante para "los ojos" del Moto Z2 Force necesitan un respaldo en la interfaz para poder disfrutarlas y juguetear con ellas.

La app es intuitiva y sencilla, lo básico para que nos guste una interfaz para la fotografía. Se abre rápido, sin retrasos (independientemente de si lo hacemos desde la pantalla de bloqueo, el gesto o desde el icono), y dispone el obturador y los distintos modos a un lado y las opciones básicas a otro, siendo éstas flash, HDR y el cambio de cámara a frontal.

Los ajustes se esconden en el lado opuesto al obturador, teniendo que hacer un deslizamiento a la derecha para desplegarlos. Por defecto las cámaras están ajustadas para disparar a la máxima resolución, pero el vídeo vendrá a 1080p, por lo que tendremos que toquetear esto antes si deseamos grabar ya a máxima resolución.

Así sale el menú de ajustes propios de la app de cámara. Por defecto las fotos nos vendrán configuradas a máxima resolución (tanto en frontal como en traseras), pero el vídeo podrá subirse a 4K.

Los modos que tenemos en las cámaras traseras son modo automático, panorámico, de selección de enfoque, blanco y negro y modo profesional (manual). Los vemos en detalle hablando de los resultados, así como de lo que permite la frontal.

La interfaz se modifica según las opciones de las que disponga cada modo. El de blanco y negro, por ejemplo, no tiene opción de disparo HDR.

La doble cámara según Motorola

Aunque ya no sea una característica novedosa, cuando nos llega un móvil con doble cámara salivamos un poco, eso es así. Hemos visto ya resultados muy buenos con los iPhone, los Huawei y algún otro y esperamos que de algún modo las lentes que integra un móvil con las tripas (casi) más potentes que vemos en el mercado actualmente sobresalgan de alguna manera. Pero no, no es el caso del Moto Z2 Force.

Hablando de disparos en modos a color, el resultado es demasiado justo, mediocre en algunos casos. La mayoría de fotos pedirán una mínima edición posterior dado que suelen quedarse cortas de color y en ocasiones sobreexpuestas (esto pasará más si disparamos en horas de luz abundante, claro).

No vamos a necesitar ni mucho tiempo ni grandes recursos para dejar la fotografía a nuestro gusto, pero probablemente echemos en falta algo de color y la corrección de la exposición (en disparo automático). El cambio, como vemos en estos ejemplos, es mínimo, pero el caso es que sin ese toque no nos acabamos de quedar satisfechos.

Lo bueno es que el editor de serie es más que suficiente para esto, dado que permite ajustar a nuestro gusto los distintos parámetros de la iluminación y el color por separado, y en ocasiones dar un toque al ajuste preconfigurado como automático bastará para esa saturación que podremos echar en falta, o corregir el tono (tiende al magenta en ocasiones).

El toquecillo se puede dar con la edición que se abre de serie. De hecho, es bastante completo a nivel de qué componentes podemos ajustar y nos guarda tanto el original como el editado.
Nos tomamos la licencia de hacer un pequeño juego. Una mitad está sin editar y otra con ese pequeño post-procesado manual que hemos comentado. No os lo vamos a indicar, porque creemos que vais a saber cuál es cuál.

Algo más preocupante que el color es la falta de detalle. No tarda demasiado en salir, y aunque con buena luz no se aprecie a primera vista y haya que buscarla algo más que con luz media o baja, sí esperábamos un grado más de claridad en los bordes.

La luz abundante juega una mala pasada a las cámaras.
Cuando la luz es algo más exigente o irregular ni las macros se salvan. En ésta vemos un enfoque muy irregular y con inconsistencias.
No obstante, sale airosa en luz media. Aquí la telaraña no sale nítida del todo si hacemos zoom, pero la enfoca (manualmente y con insistencia) y la saca, que no es fácil.

El balance de blancos en ocasiones nos la puede jugar, si bien editando también podemos salvarlo un poco. No es aquí solución optar por el modo manual, dado que aunque tiene opción para ajustar esto independientemente cada grado de balance es muy agresivo siendo en general demasiado cálidos.

El modo manual, por cierto, nos permite ajustar por separado el enfoque, el balance de blancos, la velocidad de obturación, la ISO y la exposición. Nos puede ayudar a compensar la sobreexposición del modo automático, rebajando la ISO automática (que suele estar "alta"), o si tenemos trípode podemos jugar con exposiciones lentas (aunque no demasiado).

El modo manual puede sernos más útil en baja luz, para exprimir un poco más la ISO (bajándola) o para intentar disparos de exposición lenta.

Tenemos a disposición siempre el HDR, que no es demasiado agresivo para bien y para mal. Lo positivo es que no exagera aspectos como el pelo ni en cámara frontal (algo de lo que sí pecan muchos móviles), pero por el otro lado hará que ese cielo en segundo plano que a veces nos rescata este disparo mixto no salga del todo y que al final lo salve poco.

El disparo panorámico es exageradamente fácil de realizar. Nos permite ir en vertical o en horizontal y es a prueba de pulsos inestables. Las fotos salen bien, con más o menos líneas de paso según el temblor y parones que hayamos tenido al tomarlas, aunque tienden un poco a la subexposición en algunas situaciones.

Las panorámicas no eximen de los puntos flojos como la falta de detalle o una exposición a corregir, pero son muy fáciles de hacer y en general quedan bien resueltas.

El blanco y negro tiene un resultado satisfactorio. No llega a la nitidez de los Huawei, pero se trata de un disparo fiel en esencia y el resultado es más real que el que obtenemos si aplicamos un filtro posteriormente (sobre todo si no recurrimos a una app de filtros fiables).

Normalmente obtendremos tomas ligeramente subexpuestas. Aquí lo comparamos con la misma foto a color, filtrada con Photoshop.
Disparo en automático y disparo en modo monocromo, con baja luz.

Ver galería completa » Moto Z2 Force, fotografías en blanco y negro (8 fotos)

El desenfoque es muy, muy irregular en la mayoría de situaciones

En cuanto al desenfoque, tenemos un modo similar al que vemos en los Pixel o los Huawei, con la desventaja de que depende mucho del entorno además de que no será nunca igual de limpio que un desenfoque de lente. El del Moto Z2 Force es muy, muy irregular, y al final más vale no confiar en el resultado.

A veces nos deja acercarnos mucho más que esos 2 metros de mínimo. La aplicación resulta exagerada, pero esto también ocurre si se respeta dicho mínimo.
Los interiores lo ponen muy difícil al efecto de profundidad, aunque estemos a la distancia adecuada.

Cabe decir que nos exige una distancia de 2 metros del objeto a enfocar y que a una distancia mayor no lo aplicará (y a una menor lo aplicará de manera muy irregular). Aunque además de la distancia lo que necesitaremos es luz, un chorro de luz, porque con media y baja luz mejor ni intentarlo.

Luz media, con esto ya lo ponemos difícil. Aquí el objetivo principal es el pilar de madera. El efecto está aplicado (si no lo indica, de hecho), pero es totalmente inconsistente, con algún borrón disperso.

Lo bueno es que dispone de una opción específica en el editor que permite ajustar el grado de desenfoque, además de dos modos en fase beta que permiten combinar fondo en blanco y negro con zona enfocada en color, así como cambiar el fondo combinando con otra foto del carrete. Milagros no se consiguen con respecto a lo obtenido con el disparo, pero algo podemos arreglar en algunos casos.

El modo de profundidad en general ha salido en un estado bastante prematuro en apariencia, algo que vemos también en el editor con algunas opciones en fase beta.

Los disparos a media, baja luz y de noche no destacan sobre otras cámaras que vemos en móviles de media gama, si bien tampoco están por debajo de lo esperado. El ruido no aparece demasiado pronto (pese a que no tenemos estabilizador óptico de imagen) y la pérdida de detalle está en el nivel esperado.

Algo que requeriría una revisión para mejorar la experiencia es el zoom. Más allá de la calidad del mismo (que no destaca), siempre nos obliga a ir en primer lugar al máximo (8x), teniendo que reducir a partir de aquí. En la mayoría de ocasiones no necesitaremos ni querremos llegar hasta ahí, de hecho ese zoom dará siempre disparos con mucho ruido y ausencia total de detalle, y sería mucho más cómodo que nos permitiese aumentar a voluntad desde ese primer pinch.

En segundo plano la foto en disparo automático (1x). Destacado el recorte de la misma foto con zoom 8x.

Cámara frontal: de selfies de porcelana, HDR discreto y un modo manual cuestionable

La cámara frontal se defiende bien a plena luz y en interiores bien iluminados en cuanto a color y detalle. El balance de blancos nos bailará un poco también en este caso, pero en general tenemos disparos suficientemente buenos sobre todo si el objetivo son redes sociales y demás.

La frontal es igual de rápida y se defiende a nivel de detalle con luz abundante y media luz, tanto en interiores como en exteriores. Menos problemas con la exposición que la trasera en general.

Tenemos también HDR y modo manual, si bien el segundo no nos deja jugar con el enfoque que es lo que nos habría dado más juegos con los autorretratos. Al menos podremos compensar la exposición si no nos gusta la que nos da el disparo automático, algo que hace también el HDR, que aunque al mezclar disparos marcará más los bordes no queda exagerado ni en rostro ni en pelo, de hecho con luz abundante equilibra el disparo.

En interiores tendremos siempre menos detalle, pero salva bastante bien el resultado a este respecto y a nivel de colores, contraste y balance de blancos.

¿Y el modo belleza? Se traduce en un ajuste manual de en qué intensidad queremos el pulido de poros, pecas e irregularidades habitual en el que se basan estos modos. Sólo tiene la parte de "maquillaje", es decir, no vemos las opciones para ojos, adelgazar cara o incluso aplicar colorete como en los ASUS o los ZTE.

La parte izquierda se corresponde con un disparo en automático y la derecha aplicando el 50% del efecto belleza (hay ocho grados). Suele aplicar un balance más frío, pero sobre todo se trata de pulir la piel y eliminar pecas e imperfecciones.
Podemos activar el flash a dos niveles: normal y antorcha. El segundo es demasiado intenso y las fotos quedan demasiado sobreexpuestas, pero el normal deja un resultado aceptable, natural dentro de lo posible en las fotos con baja luz (siempre con menos detalle, más ruido y quizás acuarelas).

Os ponemos las fotografías realizadas con ambas cámaras y recurriendo a los distintos modos disponibles en la siguiente galería:

Ver galería completa » Moto Z2 Force, fotografías con las cámaras (54 fotos)

Capturando el mundo en 360 grados

De los Moto Mods disponibles hemos podido probar el Moto 360 camera. Integra dos sensores de 13 megapíxeles y 1/2,8 pulgadas de tamaño, con apertura f/2.0 y es capaz de capturar vídeo en 4K con sonido 3D.

El Mod 360º no es engorroso ni pesado: ni siquiera hay que apagar el teléfono, simplemente hay que ajustarlo en la parte trasera

A destacar en primer lugar lo fácil que es acoplar el Mod, dado que ni siquiera hay que apagar el teléfono y que simplemente hay que ajustarlo en la parte trasera (tenemos además ayuda de imanes para ello). No es engorroso ni pesado, y aunque obviamente añadirá grosor al terminal es ergonómico y la superficie es antideslizante.

Tenemos tres opciones para visualizar la captura.

La app de cámara del móvil se abre automáticamente una vez tenemos el módulo instalado en la modalidad de 350 grados, si bien en cualquier momento podemos volver a la cámara del terminal desde la misma aplicación. Podemos disparar en automático o manual, además de la opción de una fotografía gran angular.

Dispone de varios modos de captura, incluso de modo manual.

Es bastante entretenido y da juego en según que escenarios, aunque la calidad obtenida es inferior en cuanto a detalle si lo comparamos con la cámara del terminal.

Podemos capturar con el botón en pantalla o con el físico del propio módulo.

Sin estabilizador óptico, pero manteniendo el tipo en vídeo

El Moto Z2 Force nos ofrece grabación en 4K, cumpliendo así con lo que parece la condición mínima para tener un vídeo aceptable y competir de tú a tú con los terminales de gama alta y cada vez más en la media. Eso sí, en lo que se queda atrás en en la cuestión del estabilizador óptico, ya que queda en el bando de los que de momento opta por no incluirla.

¿Cómo es esto en la práctica? Pues se traduce en unos vídeos más que aceptables, incluso con esa dosis de saturación mínima que la fotografía no nos daba. Con la exposición un tanto descompensada, en general el Z2 Force sale airoso con buena luz tanto en cámara trasera como en subjetiva.

También podemos grabar con el modo monocromático. Buen resultado aquí también, equivalente a lo que veíamos en fotografía, quizás algo de subexposición en comparación con la toma que combina sensores. Aquí no podemos elegir resolución y obtendremos tomas a 1080p.

La cámara lenta tiene también un máximo de 1080p a 30 fps, con opción de realizar tomas a 720p. Pese a no ser 4K, con buena luz sacamos tomas satisfactorias, aunque con baja luz o de noche el resultado empeora y en situaciones de poca iluminación es mejor no intentarlo.

Autonomía: un delgadito no apto para usuarios exigentes

No es raro que el precio a pagar por la delgadez sea que la batería tenga algo menos de capacidad, aunque no sean sólo los miliamperios/hora lo que predetermine la experiencia final con la autonomía. El Moto Z2 Force es casi igual en tamaño a su hermano el Z2 Play, incluso un pelín más voluminoso, pero tiene una batería algo inferior quedando en 2.730 mAh.

Moto Z2 Force

Moto Z2 Play

Sony Xperia ZX Premium

iPhone 8 Plus

Samsung Galaxy S8

LG V30

Google Pixel 2 XL

Diagonal de pantalla

5,5 pulgadas

5,5 pulgadas

5,5 pulgadas

5,5 pulgadas

5,8 pulgadas

6 pulgadas

6 pulgadas

Dimensiones

155,8 x 76 x 6,1 milímetros

156,2 x 76,2 x 6 milímetros

156 x 77 x 7,9 milímetros

158,4 x 78 x 7,5 milímetros

159 x 73,4 x 8,1 milímetros

151,7 x 75,4 x 7,3 milímetros

157,9 x 76,7 x 7,9 milímetros

Superficie (ancho x alto)

118,92 cm2

119,02 cm2

120,12 cm2

123,71 cm2

101,40 cm2

114,38 cm2

121,11 cm2

Volumen (ancho x alto x grueso)

72,22 cc

71,41 cc

94,89 cc

92,78 cc

81,12 cc

84,64 cc

95,68 cc

Peso

143 gramos

145 gramos

191 gramos

202 gramos

173 gramos

158 gramos

175 gramos

Batería

2.730 mAh

3.000 mAh

3.230 mAh

2.691 mAh

3.000 mAh

3.300 mAh

3.520 mAh

Este número se traduce a unas 4 horas de pantalla y aproximadamente una jornada de autonomía si hacemos un uso moderado (redes sociales, navegación GPS, cámara y 3G). No podemos hablar de una autonomía alta y de hecho no es tan fácil llegar al día y medio como sí ocurre con el Z2 Play según veíamos en su análisis, pero tampoco nos hace dependientes de encontrar un punto de carga salvo que hagamos un uso intenso, y aún así nos aguanta medio día fácilmente.

La media de horas de autonomía alternando wifi y conexión de datos, y haciendo un uso variado (de moderado a intenso) nos queda una media en torno a las 16 horas. Y la carga rápida es un aliciente genial (que casi más que aliciente debería ser obligatorio con según qué baterías), tardando una hora y 20 minutos en cargarse al 100%, llegando al 50% en los primeros 20 minutos de carga aproximadamente. Nada mal.

En resumen: no es una batería sobresaliente, es decente para un uso medio (navegación, redes sociales, cámara, etc.) pero en el momento que tiremos mucho de multimedia (hablando de horas de reproducción de vídeo o audio sin tirar de periféricos) la autonomía se reducirá bastante. Quizás la extrema sensibilidad del modo Active Display también juegue una mala pasada en este sentido, dado que se activa la pantalla con el mínimo movimiento.

La potencia no es problema para un solo altavoz

Motorola ha sacrificado una de las señas de identidad de la casa probablemente para actualizar la estética: el Z2 Force no tiene esos dos grandes altavoces en la parte superior e inferior del frontal, quedando en sólo uno en la superior y bastante más discreto que en anteriores móviles.

Pero reducir en número o en dimensiones de la salida de sonido no es renunciar a potencia en este caso. En nuestras pruebas nos ha llegado a los 112 decibelios, quedando por encima de muchos smartphones que sobrepasan los 100, y esto se nota si lo usamos como centro multimedia fijo al escucharlo bastante bien incluso en otras habitaciones.

Además del número la salida del audio es de calidad a altos volúmenes, aunque siempre tendremos mejor experiencia si optamos por dejarlo como mucho en aproximadamente un 70 u 80% del máximo. La audición suele mejorar con auriculares y es el caso; el sonido es claro, con nitidez y sobrado de volumen, aunque eso sí, de jack de audio nada.

No obstante, no necesitaremos auriculares inalámbricos o con conector USB tipo C desde un primer momento dado que como Apple Motorola también incluye el adaptador a jack de 3,5 milímetros para que podamos seguir usando nuestros auriculares (si eran con cable). El precio de la delgadez también es esto, deducimos.

Moto Z2 Force, la opinión de Xataka

¿Dónde quedan los móviles que gustan pero no destacan? ¿Dónde quedan los topes de gama que dan una buena experiencia pero no llenan en otra de la que presumen? De momento ese lugar lo puede ocupar cómodamente el Moto Z2 Force, porque la fluidez en el uso es digna de alabanza, pero la cámara nos ha sabido a muy poco.

El derroche de potencia cubre todos los usos, desde el más estándar de navegación web, multimedia y redes sociales hasta el jugón y consumidor de servicios de streaming. Sin pestañear, sin carraspear, sin manifestaciones exotérmicas, no hay discusión.

El derroche de potencia cubre todos los usos: sin pestañear, sin carraspear, sin altas temperaturas, no hay discusión

Además del hardware, ahí juega su papel la limpieza del software, con unos añadidos que en este caso salpimentan la experiencia dando al usuario más opciones de interacción y con unos scrolls que desafían la reacción de nuestros globos oculares. Cuando nosotros vamos, el Moto Z2 ya ha venido.

Muy buena experiencia con el audio, pese a no optar por un sistema de estéreo o complementar el software de serie con opciones de ecualización o preajustes como vemos en los Sony o los ASUS. El jack no pudo ser, probablemente más como consecuencia que como prioridad, pero dando el adaptador con la compra al menos no suponen un contra para el usuario que prefiera el cable.

Los peros más gordos están en nuestros ojos y en los suyos. La pantalla peca un poco de esos tintes que de vez en cuando vemos en paneles AMOLED, si bien será sólo al inclinarlo bastante. Y la cámara nos deja fríos, fríos irónicamente por a su exceso de magenta, exposición y su falta de detalle, con el aliciente del blanco y negro que pese a tener un buen desempeño tampoco llega a cautivar.

Los Moto Mods pueden suponer un reclamo para quien quiera dar algo más de utilidad o vida al terminal, dado que permiten complementar la experiencia en cuanto a cámara y audio, además de ser un plus de autonomía. O simplemente cambiar la estética o el tacto, aunque tampoco son gangas, como ya vimos.

En conclusión: Motorola ha resuelto bastante bien este rival para los buques insignia de la competencia buscando lo máximo en hardware y afinando mucho el software, pero es una lástima que cojee de esos pie, con el aspecto de la cámara cada vez más importante en los móviles de alta gama. Sobre todo cuando ya integra esa doble lente que es (¿y será?) la característica de moda.

8.5

Diseño 8,25
Pantalla 8,75
Rendimiento 9,5
Software 9
Cámara 8
Autonomía 7,5

A favor

  • Fluidez sobrerana: el "lag" no existe en el diccionario del Moto Z2 Force.
  • Muy ligero, y relativamente cómodo para ser tan grande.
  • El software de la casa no es agresivo y puede mejorar la experiencia.

En contra

  • La pantalla será resistente a golpes, pero se araña de mirarla.
  • Las cámaras traseras quedan algo por debajo de las expectativas.
  • El adelgazamiento se paga con autonomía: queda algo justa, aunque la carga rápida mitigue la carencia en parte.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Motorola. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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