Apple HomePod mini, análisis: la sorpresa de una gran calidad en un pequeño tamaño

Los altavoces inteligentes están más de moda que nunca y, aunque no fue de las primeras, Apple también se colocó en este mundillo empezando por el HomePod. Y del gran formato pasó al más compacto aunque manteniendo en gran medida lo que quisieron ofrecer en los primeros, poniéndolo aquí a prueba en el análisis del Apple HomePod mini.

Se trata de un altavoz ligero y de formato reducido, casi más al estilo de los Amazon Echo Dot que al de su predecesor. Si bien vemos que las líneas de diseño y materiales se han conservado, además de la idea de que los pequeños nuevos miembros de la familia HomeKit de Apple sean, a su vez, una alternativa como su centro de control. De hecho, hemos podido probar dos Apple HomePod mini con una de las nuevas bombillas inteligentes de Nanoleaf, sacando algo más de partido a la app Casa.

Ficha técnica del Apple HomePod mini

Apple HomePod mini

Dimensiones

97,8 x 84,3 mm

Peso

355 g

Conectividad

WiFi 802.11n
Bluettoth 5.0
Chip UltraWide para proximidad

Requisitos

iPhone SE, iPhone 6s o posterior
iPod touch (7ª generación)
iPad Pro, iPad (5ª generación o posterior), iPad Air 2 o posterior, iPad mini 4 o posterior
Con última versión de iOS/iPadOS

Tecnología de audio

Controlador completo, radiadores pasivos duales
Sonido envolvente con guía de onda acústica
Audio computacional
Cuatro micrófonos de amplio espectro
Soporte Multiroom
Soporte de emparejamiento estéreo

Servicios de streaming soportados

Apple Music
Apple Podcasts
TuneIn, iHearRadio, Radio.com

Control táctil

Superficie táctil para controles de reproducción

Asistente de voz

Siri
Funcionamiento como intercomunicador

Domótica

Hub HomeKit

Precio

99 euros

Apple HomePod mini Gris Espacial

Diseño: la esencia de un HomePod grande en el tamaño de una pelota pequeña

La simetría y la sencillez suelen ser las riendas que tiran del diseño en los productos de la marca y los nuevos HomePod no han sido una excepción. Tanto en su tono blanco como en el negro (que hemos analizado), se trata de un altavoz sobrio y minimalista, más discreto que el Homepod grande por su tamaño, más o menos el de una pelota pequeña o una fruta del calibre de un caqui Persimon o una granada.

Según la ficha técnica son 97,8 milimetros de ancho por 84,3 milímetros de alto, con lo que es casi una esfera de unos 10 centímetros de diámetro. Es ligeramente más compacto que el Amazon Echo Dot, aunque de peso es más o menos igual (hablando del Dot con reloj).

Son casi 10 centímetros de diferencia con la altura del HomePod “senior”, con lo que representa una alternativa mucho más discreta y manejable que el primer altavoz de Apple. Eso sí, aunque de cilíndrica la forma pasa a ser esférica, lo que no cambia es la tapa circular superior y la malla que recubre todo el sistema de altavoces y componentes del producto.

Así, una vez más vemos un altavoz sencillo, sin salientes, con soluciones de continuidad que preservan la armonía de las líneas estéticas y con superficies táctiles en vez de botones físicos, de cuyas acciones hablaremos luego. Estas superficies figuran en la tapa superior (señalizándose únicamente las de los controles de volumen), donde veremos que se enciende el LED según la actividad del dispositivo y cómo interactuemos con él.

No se trata de un altavoz inalámbrico (y es una lástima); dispone de un cable que nace ya del interior del dispositivo y emerge en forma de USB tipo C (no, no hay Lightning aquí). En este caso, además, pese a ser un producto de los más recientes de Apple en la caja se incluye el cargador de 20W con el que funcionan.

No se trata de un altavoz inalámbrico (y es una lástima); dispone de un cable que nace ya del interior del dispositivo

El esférico cuerpo del HomePod mini está recubierto una vez más de la malla acústica sin costuras que vimos en el primer HomePod. Según Apple, la malla no interfiere en el sonido de manera que éste entra y sale sin que haya variaciones acústicas, aunque posteriormente hablaremos del desempeño del mismo.

El diseño del nuevo HomePod mini nos podrá gustar más y menos, lográndose diferenciar más del Google Nest mini y de el resto de propuestas más grandes y de esquema distinto (al menos hasta que aparezca, si lo hace, el Samsung Home Mini. La forma esférica en teoría también favorece la emisión del sonido, el cual sigue los mismos principios acústicos que su hermano mayor al contar con una guía de ondas acústicas que llevan el sonido a la parte inferior del dispositivo y hacia fuera. La idea es obtener un sonido envolvente de 360 grados y al menos la estética cumple este ángulo casi a la perfección.

En paralelo al panel táctil de cristal se coloca una base de plástico con el marcaje CE y el logotipo de la marca (no sería un producto Apple sin su logo por alguna parte. De manera global resulta un producto discreto y que electroestáticamente no está mal en cuanto a que no atrae más el polvo que cualquier otro, pareciendo bien construido y con materiales de buena calidad al tacto.

La superficie táctil es lo que sí es más susceptible de ensuciarse si nos acostumbramos a controlarlo con taps, aunque se limpia con facilidad y como veremos a continuación es una interacción que más bien acabaremos haciendo poco. Añadir que el cable es trenzado y da la sensación de ser bastante resistente, y aunque no podemos desconectarlo del altavoz el hecho de que tenga USB tipo C es algo más práctico que si tuviese directamente el enchufe para poderlo conectar directamente al ordenador o poder reemplazar al menos el cargador de tener problemas en el futuro.

Puesta a punto y configuración de los HomePod mini

Cabe, antes que nada, hacer un posible spoiler a quien esté leyendo esta reseña con la esperanza de encontrar un regalo o solución sonora para casa sin ser usuario de un dispositivo iOS: tal y como hemos reflejado en la tabla de especificaciones técnicas, los altavoces de Apple sólo son compatibles con los smartphones o tablets de la marca (quizás algún iPod). Será un altavoz uña y carne con Siri y nada que no responda a dicho asistente de voz será compatible con estos altavoces. Dispositivos que deberán tener además instaladas las últimas versiones de los sistemas operativos correspondientes (iPadOS 14 o iOS 14).

Aclarado esto, con un dispositivo compatible la conexión y sincronización es sencillísima. Basta con conectarlo a la corriente y acercar nuestro iPhone/iPad/iPod, en el que nos aparecerá una pequeña ventana de aviso (tanto si tenemos el dispositivo activado como en la pantalla de bloqueo), tal y como aparece con los Apple AirPods Pro. Eso sí, y tener la WiFi lista, la necesitaremos para el funcionamiento posterior y para la puesta a punto inicial.

Esta pequeña ventana es un sencillo asistente que nos guía en la sincronización y activación del dispositivo. Tendremos que aceptar los permisos que nos pide para iniciar el funcionamiento y poder ejecutar todas las funciones y estar cerca del HomePod, dado que habrá un momento en el que lo emparejaremos como en los Apple Watch: dejando que la cámara lea el dibujo que aparece en este caso en el cristal superior del HomePod mini.

Tras unos minutos, finalmente el dispositivo queda instalado y aparece en la app Casa con la habituación que hayamos asignado. Hemos probado a instalarlos varias veces y no hemos tenido problemas en ningún momento.

Así, tal y como ocurría con el HomePod y el resto de dispositivos que sincronizamos en la app Casa, asociaremos el altavoz a una de las habitaciones que tengamos configuradas (o creamos otra). Esto será imprescindible para su posterior manejo, ya sea desde el dispositivo móvil o desde Siri (en este caso si queremos enviar una orden a un dispositivo que no tenemos cerca).

La interfaz casa si vemos el contenido asociado cada estancia.

Como anticipábamos, el HomePod mini viene con su alimentador de 20W que será el que funcione con él. No nos valdrá cualquier cargador con USB tipo C que tengamos, de hecho no funciona ni el del iPad Pro (2020) de 18W. Lo sabremos porque al conectarlo el HomePod mini no funcionará y aparecerá una luz ámbar parpadeando.

Por defecto, cada vez que nos dirijamos a un HomePod mini nos responderá el que “nos oiga”, o bien tendremos que especificar a Siri que reproduzca o que haga la acción que queramos en HomePod mini de cada habitación (bastará con que digamos “Oye, Siri, reproduce X contenido en X habitación” si estamos en otra). Pero ahora veremos que también pueden combinarse varios, tal y como ya ocurría con los HomePod “senior”.

Las funciones de los HomePod mini

Así, la app Casa será el eje de configuración y manejo de los HomePod mini en la mayoría de ocasiones, hablando sobre todo de la configuración, las asociaciones con otros dispositivos y las automatizaciones. Tras el proceso de instalación que hemos descrito, el dispositivo aparecerá en la interfaz de la app, y pulsando y manteniendo sobre el mismo nos aparece el menú de configuración (no pulsando de manera simple, de esa manera lo activamos).

Es interesante revisar este apartado antes que nada dado que ahí tendremos reunidas bastantes de las funciones que ofrece el HomePod mini. Lo primero que vemos en esta interfaz es la posibilidad de añadir una alarma, la cual podemos configurar para que suene con algún tono o bien con un contenido de Apple Music, pudiendo también ajustar el volumen si lo deseamos.

Además de alarmas, podremos cambiar la habitación o deseleccionar que esté entre los dispositivos favoritos en Casa, pasando seguidamente a las automatizaciones. Éste es uno de los apartados más interesantes para poder programar el funcionamiento según una hora, el momento del día, si entramos o salimos de casa o bien la compatibilidad con algún producto. La creación de ambientes también está en esta línea, pudiendo pedir a Siri que lo active directamente pronunciando el nombre (por ejemplo: "Oye, Siri, 'ya es Navidad'").

Por ejemplo: podemos configurar el/los HomePod/s para que suene cierta música (o algo aleatorio) al entrar a casa, que se apaguen cuando nos vamos, que se activen/desactiven al ponerse el sol o cuando se encienda otro dispositivo. En nuestro caso hemos probado a sincronizarlo con la bombilla Nanoleaf y nos ha ido bien, aunque esto siempre dependerá del buen funcionamiento de la WiFi.

Hemos estado probando que en ciertos momentos del día o según entremos y salgamos de casa se enciendan uno o varios dispositivos. Los HomePod mini, como también las bombillas inteligentes, nos pueden dar la bienvenida al llegar o sonar cuando atardece.

Otra función interesante es la de estéreo que se hereda también de los primeros HomePod. Se trata de que esta función pueda ejercerse con dos altavoces, por lo que se creará un sistema de sonido para los altavoces en una misma ubicación, que indicaremos en Casa al configurarlo (desde las opciones de uno de los altavoces).

Entre las novedades está el intercomunicador, que cobra sentido cuantos más dispositivos compatibles tengamos, dado que se trata de una especie de walkie-talkie entre altavoces o también dispositivos como el iPhone, el Apple Watch, AirPods e incluso CarPlay siempre que estén en la misma casa. De esta manera podemos enviar pequeños audios a otra habitación o persona, lo cual es bastante útil para avisos familiares, aunque podrían añadirse más posibilidades como enviar a un dispositivo específico (el Apple Watch de [usuario], etc.), dado que al menos actualmente no lo permite.

Siri es el verdadero protagonista oculto y virtual de los HomePods

Aquí cabe destacar que Siri es el verdadero protagonista oculto y virtual de los HomePods. La interacción táctil es completa con los toques que podemos hacer sobre el panel superior, pero tanto para la reproducción de música, como para el intercomunicador, como para que ejerza de centro domótico, la interacción por voz es la que cobra más sentido, como con cualquier otro altavoz inteligente.

Si disponemos de un iPhone con el chip U1 podremos "llevarnos" lo que estemos reproduciendo en el HomePod mini al iPhone. Aunque lo que quizás tendría más sentido es la función a la inversa, lo cual aún no está disponible (pero según Apple llegará próximamente).

Aquí hay aspectos positivos y otros negativos. Siri nos oye muy bien, nos entiende incluso aunque no seamos demasiado estrictos con los comandos y no hace falta que estemos delante del altavoz, nos oye desde cualquier rincón de la habitación. Pero las peticiones se restringen bastante al universo Apple, por lo que perdemos la opción de pedir reproducción en Spotify y algunos otros terceros de uso muy habitual. Eso sí, se van abriendo y WhatsApp, Pocketcasts, Things 3 y otras sí están soportadas, de hecho si preguntamos por una emisora de radio directamente tira de TuneIn (sin tenerla instalada).

  • Entre las tareas que podemos pedir al HomePod para que nos “cante” Siri están:
  • Añadir recordatorios.
  • Crear notas.
  • Encontrar algún dispositivo Apple (función Buscar).
  • Que nos informe del tráfico o algún dato dependiente de Mapas.
  • La predicción del tiempo.
  • Que nos diga los eventos o añadir alguno en calendario.
  • Que nos traduzca algo (si la app Traducir de iOS soporta esos idiomas, si no nos lo dirá).
  • Reproducción de música con Apple Music
  • Etc.

Más o menos las que son posibles con cualquier otro dispositivo, pero sin que interfiera una interfaz visual. Eso sí, nos convendrá tener una buena conexión, porque si nuestra wifi no es muy potente o los HomePods/iPhone tienen baja recepción muchas veces no nos será posible establecer conexión entre ellos o activar todas las funciones, especialmente las vinculadas entre el HomePod y el iPhone.

El sonido de los HomePod mini

Igual que en sus teléfonos con la fotografía, Apple dice apoyarse mucho en lo computacional para mejorar el rendimiento. Así, en los interiores de este pequeño altavoz se integra el chip Apple S5 (el del Apple Watch Series 5), que apoyado en su software analiza las características del contenido para adaptar la emisión y la acción del transductor (con imán de neodimio) y los radiadores pasivos a tiempo real.

Como antes decíamos, el HomePod mini emplea los mismos principios acústicos que el HomePod original, pero en este caso no hay siete, sino cuatro micrófonos. Tres se dedican a atender las peticiones del usuario (el “oído” de Siri) y un cuarto que se orienta hacia el interior y que sirve para aislar el propio sonido que emite y que así Siri nos entienda mejor sin parar la música.

Todo esto es la teoría, ¿pero qué pasa en la práctica? Vayamos por partes, merece la pena.

Lo que hemos definido como una especie de cancelación propia para Siri funciona muy bien; ya podemos estar escuchando ‘Uprising’ de Muse al 80% de volumen o lo que queramos, que si decimos “Oye, Siri” y una orden el HomePod mini nos oirá bien. De hecho, nos oye bien aunque tengamos otro sonido externo bastante alto de fondo (una reproducción en otro dispositivo, ruido de tráfico, etc.).

Hablando de la música, la verdad es que sorprende que en un altavoz tan pequeño el sonido se emita de una manera tan nítida incluso a volúmenes altos (unos 72 decibelios). Quizás lo que más destaque es el buen desempeño de los graves, que es sobresaliente. Aunque esto tiene un pequeño posible inconveniente (porque hay usuarios que buscan esto): pese a no tener un woofer como el HomePod, la vibración con una canción que tire de graves potentes y continuos (como puede ser ‘Love Lockdown’ de Kanye West) se transmitirá en toda la mesa (sin que se distorsione el sonido y señal de la buena pegada de los graves, eso sí). Puede intentar arreglarse buscando una pequeña base que absorba esta vibración si no nos gusta, que aunque tenga algún centímetro de espesor dadas las dimensiones del altavoz no requerirá un diámetro más allá de los 5 centímetros.

La vibración con una canción que tire de graves potentes y continuos se transmitirá en toda la mesa

Hablando de potencia, el pequeño HomePod llega a rugir a unos 93 decibelios a volumen máximo (midiendo justo en la salida de sonido), que son unos 85 ambientales. No es ni mucho menos un volumen de récord (es menos de lo que da el altavoz de un smartphone actual hablando de decibelios), pero es más que suficiente para ambientar una habitación. De hecho, si la estancia es pequeña y tampoco queremos un volumen muy alto bastará con dejarlo al 50% (que según lo que oigamos será entorno a los 57-60 decibelios).

En general encontramos una definición constante, que repetimos llega a sorprender dado el tamaño del altavoz. Esto habla bien no sólo del diseño de la estructura interna y externa, sino probablemente del trabajo del S5. La calidad global quedará por debajo de un altavoz más grande (lo que cabría pensar por la física), pero en su rango de tamaños tiene un desempeño mejor de lo esperado.

Queda bien también a nivel de rango dinámico y si escuchamos contenido de voz, como radio, podcasts o vídeos de YouTube. De hecho, hace un muy buen tratamiento cuando son voces, incluso cuando las grabaciones no son del mejor nivel.

Trabajando en estéreo con otro HomePod mini el desempeño es correcto, sin que haya interferencias, carraspeos o cualquier tipo de problema. Eso sí, al no ser inalámbricos tendremos que tener dos enchufes disponibles allá donde queramos poner el estéreo.

De hecho, en modo estándar (no estéreo) podemos perfectamente reproducir distintos contenidos de diferentes fuentes en cada altavoz sin que haya problemas. Matizamos, con una buena conexión wifi y teniendo que parar la reproducción en el iPhone para elegir otra fuente vía AirPlay (si no le damos a pausa antes no conectará).

A destacar que el sonido 360 grados funciona muy bien. Como ocurría en el HomePod original, no hay un “delante y detrás” para este altavoz y el sonido se escucha bien independientemente de dónde nos situemos con respecto al HomePod mini.

Sin embargo, tampoco podemos hablar de perfección ni mucho menos, especialmente si estamos acostumbrados a altavoces más grandes y potentes (como el propio HomePod orginal o un Amazon Echo “senior”):

  • El volumen, como hemos dicho, no es de récord. Aunque es suficiente (sobre todo si no queremos molestar a los vecinos), no gana en potencia respecto a otros de mayor tamaño.
  • La app de Casa (o bien los ajustes de iOS) no dan ninguna herramienta extra para personalizar el sonido: ecualizador, perfiles, etc.
  • Respecto al HomePod original: no tiene tecnología de detección espacial (beamforming) con la que adaptar el sonido a la habitación, no es compatible con la función Home Theater con Apple TV 4K, no tiene el altavoz de graves (woofer).
  • No puede emparejarse con un subwoofer o sistema de sonido avanzado externo.
  • Podremos echar de menos que Siri nos muestre en su panel táctil una iluminación que nos indique el nivel de volumen: de este modo no habría que mirar en el iPhone/iPad y es algo que vemos desde hace tiempo en los altavoces con algún tipo de LED o iluminación, como el JBL Pulse 3.
  • Apple se va abriendo a terceros, pero si no se tiene Apple Music la experiencia probablemente quede muy coja.
  • No es inalámbrico: una batería aumentaría su tamaño, pero llevárselo de un sitio a otro sería un gran añadido (aunque habría que tocar Casa cada vez si no nos acordamos de dónde lo hemos asignado al llamarlo).

Apple HomePod mini, la opinión de Xataka

Tras un gran altavoz inteligente siempre debe esconderse un gran asistente de voz, pero también una enorme compatibilidad. Los Apple HomePod mini no son grandes en tamaño, pero si en rendimiento, aunque están hechos para el usuario del ecosistema Apple.

Esto hace que en cuanto a compatibilidad con otros dispositivos y software, en algunos aspectos Alexa y Google Assistant aún estén por delante de Siri. Aunque la compresión del asistente de Apple es mejor que la del de Amazon y que el nivel de complejidad de los atajos permite crear comandos interesantes, las skills y la compatibilidad hacen que un dispositivo con Alexa pueda ser más versátil en general.

El desempeño es ejemplar para el tamaño que tienen. Como hemos explicado, es una sorpresa encontrarse un sonido tan bien compensado y definido en un altavoz de estas dimensiones, de calidad incluso a volúmenes molestos para el oído humano.

Siri es un buen escudero y nos oye muy bien a través de un HomePod mini, pero las opciones de Casa pueden quedar algo cortas. Aunque sobre todo lo que quizás sea un requisito para su buen funcionamiento, más allá de estar acomodados en el ecosistema de la marca y tener al menos un dispositivo táctil compatible, es tener una buena conexión wifi.

Dado que su precio es bastante menor al del HomePod original, puede ser un buen competidor en casa propia al dar buena experiencia y una calidad mantenida y alta. Aunque el perfil ideal para disfrutar de este dispositivo en realidad incluye tener varios en distintas estancias de la casa, tanto para que la función de intercomunicador cobre sentido como por la comodidad de interactuar con Siri en varios lados o poder tener la música deseada en distintas habitaciones.

Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

Apple HomePod mini Gris Espacial

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