Tablets y ultraportátiles: diferencias técnicas

¡Que empiece la lucha!

Introduzcamos un poco el tema: tablets y ultraportátiles, dos conceptos con unos pocos años de vida y que han generado mucho revuelo. Dicen que uno es un tipo de producto ya muerto, del pasado, mientras que otro ha llegado incluso para iniciar una nueva era en el mundo de la tecnología.

A priori podríamos pensar que tablets y netbooks son dos dispositivos parecidos, al menos si atendemos a su tamaño y formato físico. Hay diferencias externas obvias, mientras que otras están escondidas tras la piel de cada dispositivo. Hoy queremos explicaros las diferencias técnicas entre tablets y ultraportátiles para así poder entender por qué unos están teniendo tanto éxito… mientras que los otros parecen abocados al fracaso.

Diferencias externas: tamaño, diseño y teclado

Empecemos con lo más lógico: el aspecto externo.

La definición de ultraportátil nunca ha estado formalmente definida. Si bien la cota inferior parece clara (portátiles a partir de las seis o siete pulgadas de pantalla), muchos dudan a la hora de determinar el límite del tamaño de uno de estos equipos. ¿Once pulgadas? ¿Tal vez doce? ¿O también incluimos los de trece?

Esto es algo que no ocurre tan claramente en los tablets: la inmensa mayoría de modelos están entre las 7 y 10 pulgadas, aunque hay alguna excepción que no sabemos muy bien si realmente es un teléfono móvil o una tableta. Aún así parece que la comparativa entre tablets y netbooks empieza a dar sus frutos: existe un cierto tamaño que comparten tanto uno como otro dispositivo. Ya hay espacio para la batalla.

Si bien en tamaño son más o menos similares, existen algunas diferencias externas muy evidentes: el diseño de un dispositivo y otro es muy diferente. Los tablets ofrecen diseños mucho más cuidados con líneas trabajadas, serias y muy marcadas. Generalmente hablamos del empleo de materiales que van más allá del odiado plástico, con metal como principal protagonista.

Los ultraportátiles son muy diferentes, y sin duda alguna la inmensa mayoría de modelos hacen uso de plástico. Por arriba, por abajo, por el centro y también por dentro. Salvo puntuales excepciones, un tablet guarda un diseño mucho más cuidado que un ultraportátil.

Y por último, otra de las diferencias externas está en el teclado: sí para los ultraportátiles y no para los tablets. Hablamos de teclado físico, claro, donde salvo el Asus Transformer y algún modelo minoritario de Lenovo es necesario acudir a teclados virtuales sobre la pantalla. Y no se para vosotros, pero para mi no es lo mismo.

La pantalla

Antes mencionamos a la pantalla y su tamaño como una de las similitudes entre tablets y ultraportátiles. Pero ¿no hablábamos de diferencias? Es que más allá del tamaño que más o menos comparten son muy diferentes.

Una es táctil y la otra no, lo cual determinará, a su vez, otras diferencias a otros niveles. Además del modo de uso también podemos hablar de la resolución, siendo mayor en los tablets y más aún con los modelos que están por venir. También, mientras que los netbooks usan monitores de tipo LCD las tabletas optan por tipos de pantalla con mejores colores como por ejemplo las AMOLED (y sus vertientes) o los paneles IPS.

En el hardware

Vayamos con las tripas, los componentes hardware de cada uno de los dispositivos donde me parece que está la clave del asunto que traemos entre manos.

Los ultraportátiles optan en su mayoría por arquitecturas x86 compatibles con sistemas Microsoft Windows. Estos procesadores son, generalmente, Intel Atom de baja potencia y consumo reducido. Su rendimiento es bastante moderado y cuentan con modelos de un par de núcleos, a lo sumo.

En el otro lado, los tablets están apostando por plataformas ARM que tradicionalmente siempre han sabido economizar mucho más, ya que hacen uso de un conjunto de instrucciones RISC (Reduced instruction set computing) altamente optimizadas para su ejecución. Por ello mantienen un rendimiento bastante aceptable con consumos mínimos, notablemente menores que los aportados por las arquitecturas x86. En la actualidad ya existen procesadores ARM con hasta cuatro núcleos, como por ejemplo Tegra 3.

El microprocesador y su arquitectura repercuten en otros factores, principalmente en el sistema operativo. Sobre él hablaremos más adelante.

Otras diferencias hardware: la memoria, y no hablo de la RAM donde están más o menos a la par, si no en el almacenamiento interno o memoria no volátil. Los ultraportátiles ofertaron memoria de tipo NAND en sus primeros modelos de unos pocos gigas, pero posteriormente se pasaron a los discos duros tradicionales para poder añadir altas capacidades.

Por contra, los tablets siempre han trabajado con memoria flash, mucho más rápida que el almacenamiento mecánico pero también más cara. Por ello, su capacidad suele estar entre los 8 y los 64 GB, por otra parte más que suficiente para los sistemas operativos orientados a tabletas.

Sistema operativo

Otra de las grandes virtudes de los tablets es el sistema operativo, construido a medida de sus hardware. Aprovechan las posibilidades que brinda una pantalla multitáctil y ofrecen una interfaz preparada para pantallas pequeñas. Sea cual sea el desarrollador del propio sistema, parece claro que el cambio de un sistema operativo “móvil” respecto de un
Windows, Linux o Mac OS X es realmente amplio.

Quería llegar a este punto para hacer referencia a la arquitectura del procesador, ya que dependiendo de ella variará el tipo de sistema operativo que podamos utilizar. Una cierta arquitectura define una serie de operaciones de bajo nivel, denominadas instrucciones, que son las que ejecuta el sistema operativo. Dentro del diseño de capas que forma un computador es necesario que cada capa interactúe con sus contiguas a través del mismo idioma. Por ello se habla de sistemas operativos x86 (Windows, Mac OS X, ciertas distribuciones de Linux) y otras para ARM (generalmente los Linux y próximamente Windows 8).

Y no, construir un sistema operativo para ambas plataformas hardware no es simplemente darle a un botón. Todo lo contrario, es un proceso muy complejo que requiere que todas las piezas del puzle encajen perfectamente. Para los que no os lo creáis os invito a trastear con Minix, una distribución muy “simple” y ampliamente utilizada en el ámbito académico; o con el código fuente del kernel de Linux, el corazón de estas las distribuciones del conocido sistema operativo “libre”.

El sistema operativo se ha convertido en una de las pieza clave de un computador, ya que es su eje central y de él dependen otros muchos factores. Ahora es el momento de lanzar una pregunta: ¿compraríais un tablet con Windows 7? ¿Y un portátil con Android, Windows Phone o iOS?

Conclusiones

Siempre he pensado que un tablet y un ordenador son, desde el punto de vista de su uso y las tareas que cumplen, dos cosas diferentes. ¿Y desde el hardware? En los componentes vemos claramente que hay ciertos aspectos que comparten, como por ejemplo el tamaño de la pantalla, la memoria RAM o la resolución. Pero creo que son más las diferencias que las similitudes.

Ya que hablamos de hardware la arquitectura es una de las grandes diferencias, si no la principal, y de ella dependen otros factores como el sistema operativo gracias al cual las tabletas han llegado a ser lo que son. Y precisamente del sistema operativo depende la usabilidad, que viene a ser cómo manejamos los programas, los tipos de aplicaciones existentes, etc. En definitiva, la experiencia de usuario.

Bajo mi punto de vista, la clave del éxito de los tablets está en el sistema operativo que le aporta funcionalidades inexistentes en cualquier otro tipo de computador. Un acercamiento en este sentido para los netbooks se intentó dar con Chrome OS y otros sistemas como por ejemplo Ubuntu Netbook Remix (que, por cierto, dejará de existir), pero ha sido un pequeño paso muy tímido que no ha terminado de cuajar.

Me da la sensación de que los ultraportátiles o netbooks terminarán desapareciendo. Actualmente ya están en un segundo plano y en los próximos años serán eliminados de las estanterías de las tiendas. ¿Serán los tablets su reemplazo? Siempre he sido de la opinión de que un tablet es un complemento del ordenador, y no su sustituto, pero reconozco que ésta es la teoría de buena parte de los usuarios.

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