Creíamos que lo peor de la crisis del aceite de oliva había pasado. Los primeros datos de 2024 dicen lo contrario

  • El aceite de oliva subió un 54.6% solo en 2023

  • Las cifras que llegan de las almazaras dibujan una campaña peor de lo esperado (por la administración)

Lo del aceite de oliva es difícil de creer. Con el cierre del año, ya sabemos que ha subido un 54,6% en 2023. Hablamos de la mayor subida de todo el IPC; pero es que si lo comparamos con enero de 2021, podremos comprobar que el precio se ha disparado un 165,5%. Y pese a todo, esa no es la noticia.

La noticia es que no va a dejar de subir.

¿En qué situación estamos? Estamos a principios de año y, como explicaba Daniel Trenado, el Ministerio de Agricultura, a través de la Agencia de Información y Control Alimentarios, acaba de actualizar la situación del aceite de oliva en el país.

En principio, la primavera fue un poco mejor que la del año anterior (durante la cual las olas de calor quemaron buena parte de las flores y redujo drásticamente la cosecha). Sin embargo, la situación no era ni mucho menos óptima.

A ello, hay que sumarle un verano y un otoño muy malos. El largo verano de 2023 ha dejado mucho calor y muy poca agua: es decir, ha dejado unos olivos muy estresados que no estaban preparados para las olas de calor de octubre. El problema es que, en la última parte del año, es cuando el olivo produce el aceite y lo que ha ocurrido es que el proceso se ha cortado y las aceitunas han madurado muy rápidamente.

La campaña se ha adelantado. Como señalaba Trenado, el adelanto de la campaña podían malinterpretarse. Y es que las subidas de aceite en octubre y noviembre (hasta un 31% más que el año anterior) no se deben a que haya mucho más aceite, sino a que el que hay lo estamos recogiendo antes.

Este se puede comprobar fácilmente porque la producción de diciembre ha sido cai un 25% menor de lo necesario para llegar a cumplir con el aforo (la estimación del aceite total de la campaña que se hace a finales de verano). Es decir, ahora mismo, todo parece indicar que no llegaremos a las 800.000 toneladas métricas estimadas.

¿Y eso es un problema? Ya con el aforo proyectado era un problema porque no había suficiente aceite para un "año normal", pero si la situación empeora el problema se vuelve mucho más complejo. Según las estimaciones de Trenado (pero también la de otros expertos como Álvaro Olavarría), en un escenario optimista, puede ser que la producción cubra apenas el 70% de la demanda.

¿Qué significa? Resumidamente: significa subidas de precios. Las empresas comercializadoras llevan meses diciendo que, incluso en un escenario relativamente bueno, lo esperable es que el precio del aceite subiera un poco más o, al menos, se contuviera (para compensar unos años muy malos en los que las compañías han tenido que asumir costos y muchas están en pérdidas).

El asunto es que no estamos en un buen escenario. Por ello, la conclusión de los expertos parece clara: el aceite no va a dejar de subir. Y a las puertas de 2024 y el calor que se le espera, el futuro del sector es cada vez más oscuro.

En Xataka | Los altísimos precios del aceite de oliva son solo un síntoma. El problema real es un sector camino del desastre

Imagen | Miguel Ángel Masegosa Martínez

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