Playmobil y la industria del juguete llevan años marchándose de Alicante. En su lugar llega un viejo conocido: el turismo

La división española de la empresa cierra su producción y se centra en labores de logística, marketing y ventas

Onil
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Playmobil pierde músculo en Onil. O lo que es lo mismo, el conocido como "Vall del Joguet", el emblemático "Valle del Juguete" de Alicante, se aleja un poco más de su época dorada en el sector y se acerca a un futuro con mayor peso del turismo y la diversificación industrial. Que el fabricante de los clikcs —marca popularizada con su antecesora, Famobil— baje marchas en L´Alcoià tras casi cinco décadas de historia habla mucho de la deriva de la compañía a lo largo de los últimos años; pero también de la del sector y, a su modo, de otras muchas regiones de España con industrias de arraigo local que han acabado cediendo a la globalización.

Nuevos tiempos, nuevos juegos, nueva economía.

¿Qué ha pasado con Playmobil? Que ha cesado la producción en sus instalaciones de Onil, en Alicante, y acaba de realizar un expediente de regulación de empleo para 13 empleados que se suma al que ya impulsó hace justo un año.

La noticia la ha publicado la agencia Efe, que si bien a primera hora informó del cierre total de la factoría —lo que hubiese puesto fin a casi 50 años historia—, poco después emitía una segunda nota en la que matizaba sus datos: lo que ha hecho la división española de Playmobil es cerrar su actividad productiva, pero mantiene la distribución logística para España y las oficinas de marketing y ventas. Así lo confirman el alcalde de Onil y la asociación nacional del sector, la AEFJ.

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¿Por qué es noticia? Si bien la noticia no es tan rotunda como la que circuló a primera hora y Playmobil mantiene en Onil parte de su actividad, la centrada en la logística, marketing y ventas, lo cierto es que la compañía, ligada al grupo alemán Horst Brandstätter Group, ha perdido parte de su músculo en la villa alicantina: en septiembre de 2023 cesó su producción y Efe asegura que en abril realizó un ERE para 13 empleados que se añade al de mayo de 2023, que ya había afectado a 26.

La noticia es relevante tanto por la gran popularidad de Playmobil, como por su arraigo e historia en la comarca de L'Alcoià. Aunque la compañía germana no creó su filial Playmobil Ibérica hasta 1983, una década antes, en 1974, la marca había llegado ya a Onil de la mano de FAMOSA, compuesta de hecho con las iniciales de Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil SA. Durante esa primera etapa se hizo célebre la enseña Famobil, suma de Famosa y Playmobil, y sus clicks.

Una caída del 25% en ventas. La noticia sobre Playmobil ha generado expectación, pero viene precedida de algunas señales claras. La compañía ha afrontado turbulencias empresariales y una considerable bajada de facturación, tanto a nivel global como en su filial española. La primera anunció en otoño un recorte de casi 700 empleados, lo que equivalía al 17% de su plantilla, tras ver cómo su facturación bajaba en un año de 653 millones de euros a 614.

Los datos tampoco eran halagüeños en su filial española, según las cifras desgranadas en abril por El Periódico. Playmobil Ibérica cerró el pasado ejercicio con 40,7 millones en facturación, lo que marca un retroceso del 25% si se compara con los 54,5 millones del año anterior. El cambio provocó que, pese a su historia, tradición y que hasta hace no mucho generaba ingresos con interesantes márgenes de beneficio, la planta de Onil se convirtiera en un simple centro logístico.

Pero… ¿Por qué? Por una suma de factores. Algunos con implicaciones que van mucho más allá de Playmobil o incluso la industria del juguete, como el "pinchazo" de la natalidad, que ya afecta a las previsiones que maneja el sector, cambios en el ocio o la subida de gastos, incluida la electricidad. Desde un enfoque empresarial, en lo que atañe directamente la compañía alemana y su filial, hay otras claves.

En la deriva reciente de Playmobil suele señalarse una fecha fundamental, 2015, cuando falleció su fundador, Horst Brandstätter. Al frente se puso Steffen Höpfner, que acabó rescindiendo su contrato al cabo de siete años en el cargo entre fuertes críticas. A la compañía germana tampoco le fue demasiado bien en la búsqueda de su propio efecto "Barbie" para ganar impulso publicitario en la gran pantalla.

Impacto para el valle. Playmobil no es la primera empresa del sector que ha perdido peso en "el Valle del juguete" alicantino, un territorio que abarca Onil, Ibi, Tibi, Biar y Castalla. Aunque la tradición juguetera en la zona era anterior y puede remontarse al menos a finales del XIX, la conocida como Foia de Castalla disfrutó de un fuerte empujón gracias al éxito de productos como los clicks. Su fabricante llegó a contar allí con una nutrida plantilla, a la que se sumaban las decenas de talleres que trabajaban como proveedores, en envasado o litografía.

El de Playmobil no es tampoco el primer golpe que recibe el valle. En 2012 la juguetera FAMOSA ya anunció el traslado de su centro logístico desde Onil e Ibi a un polígono industrial de Alicante para reforzar su músculo exportador a Europa. Curiosamente ahora está en el aire la continuidad de su producción allí.

La agencia Efe recuerda que en su día FAMOSA llegó a superar los 2.000 empleados en la localidad del "Valle del juguete". Hoy en día, explica David Pons, empleado del Museo de la Muñeca de Onil, la planta industrial local suma unas 50 empresas dedicadas de forma total o parcial a la elaboración de juguetes.

Recalculando el futuro. Ante ese nuevo escenario y la necesidad de lidiar con la deslocalización y la globalización, las empresas establecidas en la Foia de Castalla tuvieron que replantearse su actividad. Y eso, explicaban en 2019, obligó a que lo que en su día fue el "Valle de los juguetes" se convirtiera en "Valle del plástico".

"Por historia somos un terreno industrial. Ahora trabajamos para todos los sectores. Automoción, aeroespacial, medioambiental mueble… La mayoría de nuestras empresas hacen piezas finales", comentaba Héctor Torrente, de IBIAE: "El juguete y el helado siguen en la base, pero la crisis obligó a diversificar mucho, a evolucionar, y nos enseñó a exportar. Las empresas que tuvieron que cerrar se reconvirtieron a otras cosas de plástico y eso nos permite estar en otros sectores".

Con la vista en el turismo. Otro de los legados del pasado juguetero de la región es el turismo, que lleva tiempo ya incentivándose desde la Comunidad valenciana. En la Foia de Castalla están, entre otros, el Museo de la Muñeca, la Fábrica de Muñecas de Paola reina, el Laberinto de Casa Tàpena, todo en Onil; o el Museo Valenciano del Juguete de Ibi. Solo por la primera instalación, el Museo de la Muñeca de Onil, pasan cada año decenas de miles de personas.

Prueba del vínculo con la historia juguetera es el monumento de La Tartana, en Ibi, un guiño al "primer juguete de hojalata comercializado" en la localidad; o que hace dos años el Consistorio alicantino solicitó fondos de la Unión Europea para rehabilitar y poner en valor la antigua fábrica de juguetes Payá Hermanos.

Imágenes | Playmobil y Wikipedia (Joanbanjo)

En Xataka | Los "clicks" de Playmobil, frente a la extinción: la compañía sufre una de las peores crisis de su historia 

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