Cantabria ha logrado romper las estadísticas mundiales en un campo insospechado: la cría de elefantes africanos

"Es la instalación del mundo donde más elefantes han nacido en cautividad", presume el Gobierno regional

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Ni en Botsuana, ni en Zimbabue. El país que está rompiendo moldes en conservación de elefantes africanos es España. Más concretamente Penagos, un municipio de Cantabria. Allí se localiza el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, un espacio ligado a la sociedad pública Cantur y que en cierto modo está a camino entre un zoo al uso y un parque natural. Y allí, en las 750 hectáreas que ocupa en una antigua explotación minera a cielo abierto, se ha obrado el milagro: un hito mundial en la cría en cautividad de esta gran especie amenazada.

Tanto, que el Gobierno presume a menudo de su liderazgo en un campo que en apariencia nada tiene que ver con Cantabria: la reproducción de elefantes.

"Hemos roto la estadística". El comentario es de Santiago Borragán, coordinador de los servicios de veterinaria del parque, quien hace unos días compartía algunas claves del éxito de Cabárceno. Lo hacía además para la cadena CNN, atraída por las cifras que ha logrado cosechar el recinto cántabro en la cría de paquidermos. "Digamos que hemos roto totalmente la estadística en lo que se refiere a dificultad de nacimiento de elefantes africanos en cautividad", relata.

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Pero… ¿Qué dicen las cifras? Que al parque de Cabárceno se le da especialmente bien la cría de este enorme paquidermo que suele asociarse con Zimbabue, Tanzania y sobre todo Botsuana, país este último en el que se cree que viven unos 130.000 elefantes y que hace poco amenazaba a Alemania con enviarle 20.000 si restringía su caza controlada. Las cifras de población de Cantabria son por supuesto infinitamente más modestas, pero aún así le permiten destacar en el mapa europeo y sobre todo en la cría en cautividad de estos animales.

Borragán recuerda que en 1992, cuando llegaron las primeras elefantas a Cabárceno, en Europa habían nacido apenas una docena de elefantes africanos. Y eso, recalca el veterinario, "en toda la historia". Desde entonces el parque cántabro ha pulverizado esa marca. En marzo del año pasado el recinto sacaba pecho por el nacimiento de su 23º ejemplar y apenas un mes después sus responsables daban la bienvenida al 24º elefante africano nacido dentro de sus instalaciones.

Cantabria, "líder mundial". Al anunciar el nacimiento de ese nuevo ejemplar, el 6 de abril del año pasado, el propio Gobierno de Cantabria sacaba pecho por los éxitos de la comunidad en la preservación de la especie. Unos éxitos, subrayaba, que le permitían destacar mucho más allá de las fronteas de España e incluso de Europa. "El parque cántabro es la instalación del mundo donde más elefantes han nacido en cautividad y también ostenta el récord de contar con la familia más numerosa de ejemplares de esta especie fuera de África", desliza el Ejecutivo.

"La cría, una hembra de 90 kg, supone un nuevo hito en el liderazgo mundial del programa de reproducción de Cabárceno", celebraba en su comunicado, en el que el Gobierno regional incidía varias veces en ese mensaje, el del "liderazgo mundial" en la cría en cautividad de la especie. Por si quedase alguna duda, recordaba que Cabárceno suma 13 elefantes de segunda generación alumbrados en el parque.

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En Cantabria, como en África. La clave de ese éxito está para Borragán en cómo trabaja el parque y sobre todo cómo viven los propios animales. Al fin y al cabo disponen de un recinto de alrededor de 25 hectáreas formado por un espacio natural, un establo de más de 1.000 metros cuadrados y una piscina con capacidad para más de cinco millones de litros de agua. Allí, presume el veterinario, gozan de unas condiciones que poco tienen que ver con las que encuentran en otras regiones en las que viven también en entornos controlados o en cautividad.

"Los elefantes venían de vivir en recintos muy pequeños y dormir por la noche encadenados. Cuando llegaron al parque los soltamos en este espacio, de 25 ha, que con absoluta certeza era más grande que todo el zoo de donde venían", anota Borragán. En ese nuevo contexto, los expertos empezaron a apreciar señales que no esperaban y los datos no tardaron en demostrar que habían dado en el clavo.

De datos… y señales. "Se sintieron felices por estar sueltos y nosotros empezamos a observar cosas que no leíamos en los libros. La reproducción es un carácter secundario. Si el animal está estresado o agobiado, si no come bien, si no puede desarrollar todo su potencial, difícilmente se va a reproducir. Y al revés, si puede desarrollar todo su potencial, te premia con la reproducción", reflexiona.

El parque se ha convertido además en colaborador del Programa Europeo de Protección de Especies en Peligro de Extinción, facilitando intercambios y cesiones a otros centros para facilitar su cría y "evitar problemas de consanguinidad".

"Lo más natural posible". "En el parque la vida se desarrolla en el ambiente más natural posible para los animales que lo habitan. Salvo la alimentación que se les facilita, el resto de las actividades están marcadas por su casi total libertad e instinto. Prácticamente todos ellos desencadenan peleas y luchas en época de celo por el control de las hembras y desde luego, salvo el instinto de supervivencia, el resto de sus sentidos son tan salvajes como en su hábitat", destaca Cabárceno.

Elefantes, y mucho más. Aunque su éxito en la reproducción de elefantes le permite destacar a nivel mundial, Cabárceno no solo sirve de hogar a estos grandes mamíferos. Por sus 750 hectáreas se reparten 132 especies de animales y el parque participa en más de una treintena de proyectos de investigación centrados en especies en peligro. En su listado de animales incluye especies como el búfalo cafre, muflón, mono de Braza, guepardo, ciervo, gaur o papión, entre otros.

Imágenes | Alba L. (Flickr) y Oficina de Comunicación del Gobierno de Cantabria

En Xataka | Ya tenemos la respuesta a la pregunta de quién domesticó a los elefantes: ellos mismos 

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