Probando Twitter Blue: así cambia la experiencia de esta red un pago de 3 dólares al mes

Hace casi un año desde que Twitter anunció que lanzaba su rumoreado servicio de suscripción, Twitter Blue, mediante el cual comenzaría a monetizar la plataforma gracias a una cuota de 2,99 euros mensuales.

Inicialmente desplegado únicamente en Australia, Canadá y Estados Unidos, todavía no está en España de forma oficial, pero hemos podido probarlo y comprobar de primera mano qué incluye esta suscripción y cómo cambia la experiencia de usar Twitter.

Un regreso de Nuzzel y algo más de personalización

Esta suscripción solo ha sido posible desde España utilizando una VPN, en nuestro caso, tras probar varias, solo siendo funcional ClearVPN con un túnel localizado en Estados Unidos. Hecha esta conexión, bastó con actualizar la aplicación para que apareciese el icono de Twitter Blue en la barra lateral. Luego solo quedaba el paso de introducir una tarjeta para realizar el pago, sin más problemas.

Una vez suscritos, descubrimos una nueva sección de ajustes específicos de Twitter Blue, que de paso sirve como resumen de las funciones que permite este servicio.

Sección de ajustes específicos de Twitter Blue.

Una de las funciones que quedan limitadas a suscriptores es la de los artículos destacados, una herencia de la compra de Scroll en 2021, quien a su vez compró Nuzzel en 2019. Nuzzel se hizo popular por permitir consultar qué artículos estaban siendo más compartidos y comentados por nuestra red de Twitter, y tras caer en manos de Twitter clausuró el servicio. Ahora revive, pero solo para suscriptores.

Esta función es útil especialmente para quienes han pasado demasiadas horas sin acceder a Twitter (¿acaso es eso posible?) y quiere enterarse rápidamente de qué noticias o contenidos están acaparando la conversación. En cada artículo de los más comentados podemos escoger entre leer dicho artículo o ver qué dicen sobre él los tuits de personas a las que seguimos.

Sección de descubrimiento de artículos destacados.

Algunos de estos artículos, por cierto, pueden ser leídos sin anuncios, una característica también fruto de la compra de Scroll. No sucede en todos los medios, sino en una selección de ellos, entre los cuales están Vox, Insider, Recode, BuzzFeed News, AllMovie, Polygon o The Atlantic, entre otros.

Otra de las opciones que ofrece Twitter Blue es cambiar levemente el aspecto de la aplicación, desde el icono hasta el color de resalte. En el caso del icono, se combinan varias propuestas que simplemente cambian el color de fondo o añaden una leve textura con otras un poco más artísticas y diferentes, siendo estas últimas colecciones temporales que van rotando con el paso de las semanas. Resulta paradójico que solo con Twitter Blue podamos hacer que Twitter deje de ser blue, tanto en su icono como en su color de énfasis.

Personalización visual que ofrece Twitter Blue.

Otras funciones exclusivas del plan son la posibilidad de subir vídeos más largos, de hasta diez minutos de duración, o usar un NFT como foto de perfil. Esto último no solo lo muestra visualmente, sino que lo hace con una forma hexagonal exclusiva para ellos, y además muestra la información del NFT al pulsar en la foto para ampliarla.

Una función más centrada en la utilidad es la posibilidad de personalizar la barra de navegación, cambiando los botones que muestra y pudiendo ampliarlos hasta en seis, en lugar de los cuatro habituales. También se pueden reordenar al gusto. Esto, por ejemplo, permite esconder el botón de las comunidades y mostrar en su lugar el de los artículos destacados, o añadir los elementos guardados.

Estos elementos guardados, por cierto, también se vitaminan en Twitter Blue: ahora es posible organizarlos por carpetas, el tipo de función perfecta para los más asiduos a Twitter, esa red social que nunca ha logrado trascender como Facebook e Instagram en cuanto a masa de usuarios pero que nos tiene fidelizados hasta el extremo a los "pocos" que deambulamos por allí. Función, a su vez, que también puede ser más que útil para los que usen la red de forma profesional, para clasificar la información que encuentra sin tener que salir de la aplicación.

Los hilos, protagonistas de esta red en los últimos años, también ganan poderes para los suscriptores: estrenan una visualización específica adaptada para facilitar su lectura, ocultando la información del autor entre tuit y tuit, y permitiendo cambiar el tamaño del texto, así como añadiendo un botón para almacenarlo directamente (ya saben, donde ahora también hay carpetas).

A la izquierda, hilo con la presentación tradicional. A la derecha, visualización que ofrece Twitter Blue.

Y hablando de novedades recientes, tenemos la opción de "editar tuits", nótense las comillas. Esta función, bautizada así en varios mentideros online, realmente lo que permite es diferir el tuit con un retraso de varios segundos (a elegir) desde que pulsamos "publicar" hasta que se publica efectivamente. Y no en todos los tuits necesariamente, sino que podemos elegir qué tipo de tuit (respuesta, hilos, encuestas, etc) quedará sujeto a este tipo de retraso.

Si lo activamos, cuando enviemos un nuevo tuit veremos una cuenta regresiva durante la cual el tuit permanece en el limbo de los tuits, esperando el momento de llegar a la vida, salvo que decidamos que no habíamos reparado en esa falta de ortografía y es mejor reescribir el tuit, o bien que ese mensaje es fruto de un calentón y nos irá mejor con una mente fría y una actitud sandunguera en esta nuestra red social.

En la práctica, esta función a menudo es percibida como una molestia que retrasa nuestros envíos. Quizás tenga más sentido en cuentas corporativas o de gestores de redes sociales de cuentas con muchos seguidores, como las de celebridades, donde toda revisión para evitar confusiones es poca. En el caso de ciudadanos rasos tendrá mucho más sentido la opción de editar tuits que ya ha sido anunciada para una futura implementación.

Twitter es una red social con muchos menos usuarios activos que Instagram o TikTok, pero con un fuerte y longevo compromiso por parte de quienes la usan. Ahí puede haber terreno fértil para este plan: los usuarios intensivos

Twitter Blue es café para cafeteros, y en Twitter, si algo hay, es equivalentes a Juan Valdez capaces de pagar torrefacto a precio de caviar beluga. Entramos a Twitter como si fuese parte de nuestra jornada laboral, o de nuestras creencias religiosas. Quizás ahí haya hueco para este servicio, que por otro lado, tampoco ofrece nada demasiado diferencial, si bien su precio es asequible.

Donde más fuerte se hace el valor de la suscripción es en los perfiles que siguen muchísimas cuentas, miles, y además están muy interesados en la actualidad y la agenda del día. En esa intersección es donde más valor diferencial aporta Blue, tanto por la opción de descubrir de un vistazo lo más compartido como por la posibilidad de clasificar libremente lo que queramos revisar más tarde o almacenar tras la lectura. Y ahora, al contrario que tiempo atrás, esas carpetas ya se sincronizan con la versión web.

De cara al futuro suena razonable pensar que Twitter restringirá nuevas funciones, sobre todo las más atractivas, a sus suscriptores de pago; algo que podría ir aumentando la tasa de conversión de usuarios a medida en que pase el tiempo. Hoy por hoy no deja de ser café para cafeteros. Para muy cafeteros.

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