Por supuesto que la melatonina tiene efectos secundarios. No tiene nada de especial ni de alarmante

Los suplementos de melatonina se han convertido en un remedio contra los problemas para conciliar el sueño en el país que más benzodiacepinas consume, España. Estos remedios cuentan con menos efectos secundarios que otras alternativas, son fáciles de adquirir y son percibidos como alternativas más naturales. Por supuesto siempre, hay matices que conviene aclarar.

Qué es exactamente la melatonina. La melatonina es una hormona estrechamente vinculada a nuestros ciclos de sueño y vigilia. Nuestro cerebro segrega esta hormona de forma natural basándose principalmente en la cantidad de luz que percibe, concretamente espera a que nuestro ambiente se oscurezca para segregarla.

Aunque nuestro cuerpo la segregue de forma natural, existen a nuestra disposición numerosos suplementos de esta hormona. Su objetivo general es el de ayudarnos a dormir, pero los problemas para conciliar el sueño son diversos y estos suplementos pueden ayudarnos mejor en algunas circunstancias que en otras.

Para qué sirve y para qué no sirve. La función principal de la melatonina es la de regular los ciclos de sueño. Es por eso que los suplementos pueden ayudarnos cuando nuestros problemas para dormir están causados por alteraciones en nuestro ciclo, como el desfase horario o jet lag; o la fase de sueño retrasada, es decir, personas cuyo ciclo de sueño tiende a atrasarse.

Estos suplementos también se utilizan para ayudar a personas con dificultades para segregar la hormona de forma natural. Hay dos casos específicos en los que esto es habitual: por una parte personas mayores, puesto que nuestra capacidad para producir esta hormona se altera a menudo con la edad; y personas invidentes puesto que el ciclo de esta hormona depende mucho de la luz que seamos capaces de percibir.

La melatonina, sin embargo, no es un remedio contra el insomnio. Aunque pueda ayudarnos a dormir antes, la evidencia científica sobre su capacidad para prolongar el tiempo que permanezcamos dormidos es limitada.

Efectos secundarios. Como cualquier medicamento, los suplementos de melatonina no son necesariamente inocuos, aunque sus posibles efectos adversos son leves. Los efectos secundarios más comunes de estos productos son el dolor de cabeza, mareos, nauseas y somnolencia diurna. Otros efectos secundarios más raros incluyen los sueños vívidos o pesadillas, depresión a corto plazo, irritabilidad, estreñimiento o diarera entre otros.

También pueden interactuar con el consumo de otros medicamentos como los anticoagulantes; anticonceptivos; inmunosupresores; medicamentos contra las convulsiones, hipertensión arterial y diabetes; así como aquellos que se desintegran en el hígado.

Si la melatonina se vende sin receta es porque las autoridades sanitarias no consideran preciso un seguimiento cercano como en el caso de otros tratamientos. Los escasos efectos secundarios de estos suplementos son un motivo. Por ejemplo, la Clínica Mayo, cataloga la melatonina como una sustancia “segura”. A pesar de ello se recomienda consultar con profesionales el consumo de estos suplementos cuando se padezca alguna enfermedad o se consuman otros medicamentos.

Medicamentos para dormir. La alta demanda de soluciones para un mejor sueño implica que contemos en el mercado con numerosos productos destinados a ayudarnos (y cada vez más). Muchos de ellos requieren supervisión médica, y por tanto “receta”, por sus riesgos asociados; pero existen muchas alternativas para aquellos cuyo problema sea más leve. La melatonina es tan solo uno de ellos.

Los antihistamínicos son uno de los más populares. Los antihistamínicos son medicamentos cuya función es paliar los efectos de las alergias, pero pueden generar somnolencia como efecto secundario. Los antihistamínicos cuentan con dos principales inconvenientes: el primero es que pueden generarnos somnolencia al día siguiente, y el segundo que podemos desarrollar tolerancia a ellos rápidamente. Por eso son útiles solo si se utilizan durante periodos breves de tiempo.

Remedios basados en plantas medicinales. Muchos de nuestros problemas de insomnio provienen de nuestras ansiedades cotidianas. Es por eso que muchas de las técnicas utilizadas para dormirnos antes son simples técnicas de relajación. Es por eso que plantas como la valeriana tienen la capacidad de ayudar a conciliar el sueño en determinados casos. Otras plantas utilizadas con el mismo objetivo son la pasiflora o amapola de california.

No todos los remedios son de farmacia. intenta mejorar su calidad (o al menos su cantidad) de sueño. Realizar pequeños cambios en nuestros hábitos cotidianos puede ayudar también.

El primero es el de evitar las pantallas en las últimas horas del día. Nuestro reloj biológico se basa mucho en este factor para decirnos cuándo dormir y cuándo despertar. Las pantallas, ya sean de la televisión o de nuestro móvil, pueden confundir a nuestro cerebro e inhibir la secreción de melatonina.

Conviene también evitar sustancias que alteren nuestro estado como el café, el alcohol y el tabaco. Otros hábitos que pueden ayudarnos son los de hacer deporte (aunque no en las horas previas a acostarnos) y mantener unos horarios estables.

Imagen | Craig Adderley

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