Internet ya tiene nuevo emperador: un gato de 120 centímetros llamado Omar que es el más largo del mundo

Patoso y poco ágil. Así es Ludo, el actual gato más largo del mundo según el Libro Guinness de los Récords. Estas cualidades tan poco felinas son consecuencia de su enorme tamaño: 118 centímetros y más de 12 kilos. Para este gato, esconderse no es nada fácil. Mucho menos cazar. No es un animal que pase desapercibido a sus presas.

Pesado en 2015 y propiedad de Kelsey Gill, ciudadana británica, Ludo pertenece a la raza de gatos estadounidense conocida como Maine Coon. El origen de este nombre está basado en una leyenda (ficticia) que afirma ser el cruce entre gato salvaje y mapache en el estado de Maine. De ahí su nombre: Maine Coon (de racoon en inglés).

Sin embargo, la fama de Ludo está a punto de llegar a su fin por un usurpador. 

Se trata de Omar, un Maine Coon macho que vive con una familia australiana al otro lado del globo. Su dueña es Stephy Hirst y afirma que cuando recogió a este gatito era de tamaño similar a sus hermanos de camada. No había ningún indicio en aquel 2013 que le llevara a pensar que Omar se convertiría en una bestia gigantesca.

Omar es tan grande que no le pueden permitir dormir en la cama principal. Pasa las noches en cualquier punto del resto de la casa

Ahora, el felino doméstico mide 120 centímetros (2 más que Ludo) y pesa 14 kilos, tanto que apenas se le puede levantar en brazos.

La vida diaria de este pedazo de animal transcurre con bastante tranquilidad. Se levanta a las 5:00 y come su pienso para gato. Remolonea por la casa y echa siestas en el trampolín de la piscina. Al pasearse, suelta cantidades de pelos por la casa. Para cenar, sus dueños le sirven carne de canguro, la misma que comen los humanos. Al parecer, es la única carne que le gusta.

Su cena consiste en carne de canguro, como no podía ser de otra manera en Australia

Stephy Hirst abrió una cuenta de Instagram donde ha ido colgando algunas fotos de Omar. En menos de un mes, ya ha ganado casi 40.000 seguidores. Y no es para menos. Al ver las fotos, lo normal es pensar que es un montaje.

A raíz de esto, ha aparecido en la prensa y telediarios nacionales. Su dueña afirma que Omar está un poco saturado con tanta atención:

No está llevando nada bien tanta atención. Esta mañana ha tenido una crisis emocional.

Hasta los amigos de Stephy no se creen que su gato sea tan grande. Dicen que se trata de un montaje, hasta que lo ven en carne y hueso. Resulta que es 100% real.

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