Tornados en Ibiza: sí, las 'gotas frías' también pueden formar remolinos de viento y pillarnos fuera de juego en un momento

En las últimas horas, la noticia de que la gota fría ha generado un tornado en Ibiza que ha causado heridas a tres trabajadores ha pillado a mucha gente por sorpresa. No es para menos, cuando hablamos de las DANAs, solemos centrarnos en grandes tormentas con precipitaciones intensas y vientos fuertes. No solemos centrar el foco en los tornados.

Pero como podemos intuir por el hecho de que un tornado de Sant Antoni haya sido capaz de levantar una caseta de obra del suelo con tres personas dentro, la gota fría es muy capaz de complicarnos la vida de formas mucho más creativas de lo que solemos imaginar. Veamos cómo.

¿Qué ha pasado en Ibiza? Este martes, Ibiza fue el escenario de rachas de viento de más de 100 kilómetros por hora y lluvias de 30 litros por metro cuadrado en sólo 30 minutos. La DANA, entre otras cosas, generó un tornado que impactó de lleno en las obras que se estaban realizando en un hotel de Cala Gració (Sant Antoni) y dejó tres heridos. La situación se complicó tanto por las inclemencias del tiempo que los bomberos tuvieron que cortar varios árboles que impedían el acceso de los sanitarios al lugar.

La DANA que mece los tornados

Como hemos explicado en otras ocasiones, una DANA (lo que tradicionalmente se denominaba 'gota fría') es una "depresión aislada en niveles altos". Es decir, el producto del choque de una masa de aire frío en altura con aire caliente en la superficie. Ese sandwich meteorológico genera una enorme inestabilidad atmosférica y provoca la aparición de grandes tormentas (a veces en un abrir y cerrar de ojos).

Esa inestabilidad es lo que explica que sean difíciles de predecir (al menos, en términos de fenómenos atmosféricos definidos). Es más, por lo que sabemos, "no siempre que tenemos una DANA cerca se van a formar tormentas; se favorecen, pero no siempre" se forman. Si no sabemos si va a haber tormenta, os podéis imaginar que predecir los tornados se vuelve algo aún más complejo.

En general, los tornados se originan cuando el viento que se une a la tormenta desde zonas adyacentes comienza a arremolinarse en forma de embudo. En cuanto el remolino de aire gana suficiente fuerza y velocidad, su centro se convierte en un área de baja presión que (con un funcionamiento similar a una aspiradora) atrae cada vez más aire hacia el interior del embudo.

Las DANAs, por esa inestabilidad de la que hablamos, suelen ser un terreno abonado a los tornados y eso las convierte en fenómenos bastante peligrosos. Incluso un remolino de dimensiones pequeñas puede generar un considerable poder destructivo y producir daños imprevistos. Como ocurrió ayer en Ibiza.

Imagen | La imagen de cabecera que se incluye a nivel ilustrativo es de un fenómeno idéntico, pero se produjo en la coste de Montenegro y no en Ibiza.

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