Probamos el nuevo BMW Serie 8 2019, el "gadgetocoche" de más de 100.000 euros

La tecnología también ha llegado como argumento a los coches de lujo. Hemos tenido ocasión de probar el nuevo BMW Serie 8 2019, un deportivo coupé que, en su versión gasolina, viene con 530 CV y un 0 a 100 km/h en 3,7 segundos.

Sin embargo, no nos vamos a fijar en su agresiva propuesta de motor ni en su renovado diseño (eso se lo dejamos a los compañeros de Motorpasión), si no en la tecnología que monta este vehículo del segmento de lujo de la marca alemana, que parte de los 140.400 euros. La versión diésel monta 320 CV y parte de los 112.000 euros.

El Nuevo BMW Serie 8, en vídeo

De luces láser a actualización remota del software

Ponerte en frente de este BMW Serie 8 2019 es todo un espectáculo visual. Transmite bien el mensaje de vehículo agresivo pero con unas líneas y acabados muy elegantes. Son casi cinco metros de largo de coche (el capó es inmenso y la parte de los asientos traseros, minúscula) y, como todo vehículo de lujo, muchos detalles para quien esté pensando justificar su compra.

De manera opcional puedes incluirle unos faros láser que prometen una visibilidad de hasta 600 metros, el doble que los convencinales LED. En teoría consumen menos energía y ocupan menos espacio, pero si optas por ellos prepárate para desembolsar algo más de 2.700 euros de extra.

El volante tiene regulación automática. En cuanto arrancas el coche, el volante "te buscará" y se adaptará a ti. Esto es fundamental, sobre todo porque la posición por defecto del volante es alta para facilitar la entrada al asiento del conductor. Puedes almacenar hasta dos perfiles de conductor diferentes y seleccionar uno u otro desde el interior de la puerta izquierda, donde tiene varios botones dedicados.

Aunque lo de abrir el coche sin llave ya es algo bastante extendido, el Serie 8 incorpora lo que la marca llama BMW Digital Key, que en la práctica se traduce en que puedes abrir, cerrar y arrancar el coche sin la llave. ¿Cómo lo haces entonces? Con tu móvil y la aplicación BMW Connected, disponible solo para Android 8.1 y superiores con NFC.

El propio coche te detecta cuando estás a un metro y medio de distancia. Si tienes un iPhone todavía no podrás hacer esto con el teléfono, tendrás que recurrir a una tarjeta que te proporcionaría BMW. Esto es una de las cosas que más nos ha extrañado porque si tienes ese dinero para gastarte en un coche es posible que tu smartphone sea de Apple.

Faros láser, actualización software vía OTA o abrir el coche sin llave son algunas de sus virguerías tecnológicas

Con BMW Connected también podrás localizar en todo momento dónde está tu coche, conocer el estado de gasolina y autonomía o enviar direcciones desde tu móvil al vehículo (para que no tengas que pararte dentro a meterlo en el GPS).

Algo en lo que hace énfasis BMW en la presentación de este Serie 8 es que su software es como un smartphone: en el caso de que haya actualizaciones, llegarán vía OTA, por lo que no será necesario acudir a ningún concesionario.

Por cierto, a modo de curiosidad, uno de sus extras es que el pomo de cambio de marchas y la ruleta para controlar el menú central estén hechas de cristal de Swarovski (un extra que se puede añadir por 800 euros):

Android Auto y nuevo panel digital táctil

A pesar de que hay algunos fabricantes que se muestran reticentes a implementar Android Auto en sus vehículos, BMW ha decidido usarlo. Lo acompañan de lo que llaman iDrive 7 u Operative System 7.0, que incluye controles táctiles, por voz y por gestos.

Para acompañar este sistema operativo han montado una consola central con un panel de 10.25 pulgadas que es táctil. Desde él puedes deslizar de lado a lado para ir navegando entre los diferentes widgets y opciones, y personalizarlo a tu gusto.

Incluye todas las tecnologías actuales para ayuda a la conducción y apartado multimedia

Como es lógico, sirve de centro de operaciones del vehículo: puedes controlar el GPS, conectar tu teléfono por Bluetooth, hacer mirroring screening para compartir el contenido de tu teléfono en la pantalla, regular los asientos calefactados, modificar el color de la iluminación interior, configurar los diferentes modos de conducción de manera individual (puedes seleccionar el Modo Sport pero que la suspensión sea la equivalente al Modo Comfort, por ejemplo).

Tiene una pequeña pantalla debajo que sirve específicamente para las opciones del climatizador y es donde se mostrará la temperatura que has establecido dentro del vehículo.

El panel de instrumentos es completamente digital y cambia ligeramente de aspecto dependiendo del modo de conducción en el que estemos (Sport, Comfort, Eco Pro o Adaptive). En la parte superior vemos el heads-up display, que tampoco es novedoso pero es un buen añadido para el conductor (te muestra la velocidad a la que vas, las señales con la velocidad límite, mapa GPS, etc. todo ello sin tener que apartar la vista de la carretera).

Justo entre el volante y el panel de instrumentos se encuentra una cámara que observa todo el tiempo al conductor, que es una de las ayudas a la conducción que incluye este BMW (si te distraes o giras la cabeza de la carretera, te avisará de ello). En la imagen superior la cámara se puede ver encima del "850 i".

Su punto tech más llamativo está en la marcha atrás...

Como prácticamente todos los coches modernos, el Serie 8 incluye sistemas de ayuda a la conducción. En lo que ellos denominan Driving Assistant Professional encontramos diferentes ayudas para mantener la distancia de seguridad adecuada, permanecer dentro de nuestro carril, recibir avisos ante cruces inminentes, etc. Nada novedoso aquí, pero su implementación es necesaria en una gama tan alta como esta.

Recuerda tus últimos 50 metros recorridos y es capaz de dar marcha atrás de manera autónoma: solo tienes que ir pisando el freno

Lo que más me ha llamado la atención ha sido el Asistente de marcha atrás (Reverse assistant), que recuerda los últimos 50 metros de tu viaje (siempre y cuando no vayas a más de 32 km/h) y, si tienes que volver sobre tus pasos, lo hará automáticamente. Es decir, te despreocupas del volante y el coche vuelve solo marcha atrás los 50 últimos metros que hayas recorrido. Es bastante sorprendente porque solo tienes que controlar la velocidad jugando con el freno. El resto lo hace completamente solo y rehaciendo al 100% cada movimiento que diste para llegar ahí.

¿Y esta bizarrada para qué sirve? Le veo bastante utilidad para quien tenga un garaje de difícil acceso, para cuando te encuentras con un callejón sin salida o, simplemente, cuando tienes que ir marcha atrás por la razón que sea.

Es muy intuitivo de usar: una vez el coche esté detenido, simplemente seleccionas la marcha atrás y desde la consola central seleccionas el botón de Asistente de marcha atrás. A partir de ahí sólo tendrás que preocuparte de quitar o pisar el freno para controlar la velocidad. En nuestra prueba calcó sin problemas un zig zag que hicimos, con coches y obstáculos por medio.

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