Realme Watch S Pro, análisis: el mejor smartwatch de Realme hasta la fecha todavía tiene aspectos que mejorar

Realme sigue avanzando en su afán de crear un ecosistema de productos conectados. En el centro de dicho ecosistema está el móvil y de él salen varios satélites en forma de auriculares, pulseras y smartwatches. Y precisamente de smartwatches va hoy la cosa, y es que si ya hemos analizado el Realme Watch y el Realme Watch S, hoy le llega el turno al Realme Watch S Pro, la última incorporación al catálogo de la marca y uno de los mejores smartwatch que hemos podido probar.

En Xataka llevamos ya unos días con este reloj en nuestra muñeca para traeros este, su correspondiente análisis. Se trata de un reloj que busca competir en el rango de precios más bajo. No aspira a competir contra un Apple Watch, un Samsung Galaxy Watch o un TicWatch, sino que busca ser un accesorio útil para el usuario a un precio más reducido. ¿Qué tal se comporta? Vamos a verlo.

Ficha técnica del Realme Watch S Pro

REALME WATCH S PRO

DIMENSIONES Y PESO

257,6 x 46 x 11 mm
63,5 gramos

PANTALLA

AMOLED de 1,39 pulgadas
454 x 454 píxeles
326 ppp
450 nits
Gorilla Glass

CORREA

22 milímetros
152-223 mm

GEOPOSICIONAMIENTO

Chip GPS integrado
GPS
Glonass

SENSORES

Acelerómetro de seis ejes
Sensor de ritmo cardíaco

BOTONES

Sí, dos

RESISTENCIA AL AGUA

5 ATM

BATERÍA

420 mAH
Hasta 14 días

REQUISITOS

Android 5.0 o superior
iOS 9.0 o superior

CONECTIVIDAD

Bluetooth 5.0

EXTRAS

15 modos deportivos
Control de música
Control de cámara
Encontrar teléfono
Medición de oxígeno en sangre
Detección de sueño
16 modos deportivos

PRECIO

129,99 euros

realme Watch S Pro Smartwatch, Pantalla táctil AMOLED, 14 días de duración de la batería, GPS de doble satélite, Resistencia al agua de 5 ATM, Monitor de Oxígeno en Sangre y frecuencia cardíaca

Diseño: ahora en acero inoxidable

Si el Realme Watch S fue "todo un paso de gigante con respecto a la generación anterior", tal y como comentamos en su análisis, el Realme Watch S Pro es más una iteración, una mejora incremental de dicho dispositivo. Eso sí, es una mejora que se siente realmente bien. Realme ha sustituido el aluminio por acero inoxidable, algo que hace que el reloj se sienta más robusto y bastante más premium.

Y en ese sentido, hay dos posibles preferencias: quienes prefieren un reloj ligero y quienes prefieren un reloj pesado. Yo soy de los segundos. Cuando un dispositivo pesa transmite cierta sensación premium y a mí, personalmente, me gusta sentir que llevo el reloj en la muñeca. El Realme Watch S pesa 48 gramos con correa, mientras que el modelo Pro asciende a 63 gramos. Son 15 gramos de diferencia, nada, pero suficientes para mejorar mucho la experiencia.

Por lo demás, el diseño del reloj no ha cambiado demasiado. El Realme Watch S tiene un bonito acabado en aluminio pulido y el Realme Watch S Pro apuesta por algo similar, pero en color negro, a mi juicio, más elegante y menos urbano. La caja del reloj mide 46 milímetros y en ella solo encontramos los dos botones en el lateral derecho.

El botón superior sirve para apagar y encender la pantalla o el reloj si lo dejamos pulsado y el de abajo para iniciar rápidamente la app de ejercicio. Los botones clickean un poquito, nada fuera de lo normal, y tienen buen recorrido. Son fácilmente accesibles y relativamente grandes, así que sin problemas en ese aspecto. Lo único "negativo", entre comillas, es que ninguno de los dos botones se puede remapear.

Si le damos la vuelta veremos el sensor de ritmo cardíaco con sus dos LEDs verdes, el pulsioxímetro, a.k.a. sensor SpO2 con su LED rojo a la derecha y los dos pines POGO en la parte inferior. Nada raro. Como podemos comprobar, es un reloj que sigue la receta del Realme Watch S y que mejora algunos aspectos relacionados con la sensación en mano y los materiales.

También conviene pararse a hablar de la correa. La correa de los anteriores relojes inteligentes de Realme no terminaba de convencer, pero ahora sí. Antes la sensación era similar a la de los Amazfit Bip, pero la silicona que ha usado Realme en su nuevo reloj se siente mucho mejor, más premium, menos dúctil y más duradera.

Tiene un cierre de hebilla convencional que funciona perfectamente y una longitud de 152-223 mm. Es de 22 milímetros y usa un cierre estándar, así que se puede cambiar por cualquier correa de 22 milímetros que compremos o tengamos por casa.

Es, en definitiva, un reloj que se siente mucho más trabajado y mejor acabado que los modelos anteriores. Ahora sí tenemos un reloj que se siente premium y cuyo diseño convence. Aunque es pesado, es cómodo de llevar en el día a día (no tanto cuando dormimos, ya que es bastante grande) y al hacer deporte. Es, en pocas palabras, un smartwatch que sin estar a la altura de sus homólogos de 200-300 euros, está bastante bien.

Pantalla: bienvenida, tecnología AMOLED

Cuando analizamos el Realme Watch nos quejamos de que la pantalla fuese IPS y de que se viese un poquito mal. Luego llegó el Realme Watch S, que siguió apostando por los paneles IPS y mejoró la visualización del contenido. Y finalmente, con la llegada del Realme Watch S Pro, Realme ha decidido dar el salto a los paneles AMOLED, una tecnología que en relojes se agradece gracias a que mejora enormemente la visibilidad a plena luz del día.

La pantalla del Realme Watch S Pro es algo más grande que la del Realme Watch S, ya que asciende a 1,39 pulgadas o 3,5 centímetros, como prefiráis decirlo. Tiene una resolución de 424 x 424 píxeles, ergo 326 píxeles por pulgada, y es realmente buena. El nivel de brillo máximo que entrega es correcto, los colores están mejor conseguido que en las generaciones anteriores y los negros, ahora sí que sí, son puros. La resolución es más que suficiente para no ver píxeles de ningún tipo de una distancia prudencial y para ver las letras y el contenido perfectamente.

Ahora bien, seguimos teniendo un marco generoso rodeando la pantalla, aunque no tan exagerado como el que tiene el Realme Watch S. Realme sigue dibujando el minutero en ese marco para, al menos, darle cierto sentido, aunque hay que reconocer que la compañía ha llevado a cabo cierto trabajo de mejora de la relación frontal/marco y se agradece.

La pantalla se ve perfectamente a plena luz del día y el nivel de brillo máximo es suficiente. Tiene brillo automático y responde rápidamente a los cambios de iluminación ambiental, pero si preferís tener el brillo en manual, podréis ponerlo desde los ajustes. Yo, personalmente, os recomiendo dejar el brillo en automático porque funciona muy bien.

Y hasta aquí bien, pero es hora de sacarle las pegas. La primera es que las huellas se quedan muy marcadas en el cristal del reloj, así que si sois un pelín maniáticos con la limpieza, advertidos quedáis. La segunda es que el cristal está ligeramente curvado por los laterales. ¿Eso qué significa? Que según cómo le de la luz podremos sufrir de reflejos indeseados. Este mismo problema lo vimos en el Realme Watch S.

Sobre las opciones de personalización, podemos elegir entre diferentes watchfaces tanto desde el reloj (donde podemos almacenar hasta nueve) como desde el propio móvil, donde podemos acceder a un catálogo de unas 100 carátulas. Hay algunas más bonitas y otras menos bonitas, pero al final es cuestión de gustos. En cualquier caso, siempre tenemos la opción de usar una foto de nuestra galería como carátula. Lo que no podemos hacer es instalar más watchfaces.

Y finalmente, hablemos de la interacción con la pantalla. Evidentemente es táctil (qué menos) y responde perfectamente a nuestros gestos. Podemos despertarla pulsando el botón superior o haciendo el gesto con la muñeca, gesto que funciona bien y rápido. Para apagarla tenemos la opción de usar el botón superior o la posibilidad de cubrir el panel con la mano. Como recomendación, desactivad el gesto de despertar la pantalla cuando os vayáis a dormir.

Rendimiento: básico, pero suficiente

¿Y qué tal se comporta el reloj en el día a día? Pues empecemos por el principio. El reloj es compatible con iOS y Android gracias a que Realme Link, la app de gestión de Realme, llegó a iOS hace relativamente poco. El sistema operativo es propietario, lo que tiene sus pros y sus contras. Por un lado, es bastante eficiente y va bastante mejor que en los modelos anteriores. Por otro lado, es un sistema operativo cerrado, por lo que no podemos instalar aplicaciones de terceros como sí podemos en WatchOS o Wear OS.

Dicho de otra forma, tendremos que conformarnos con las aplicaciones que vienen preinstaladas por defecto. Si queremos ampliar funciones con otras apps no será posible. En cualquier caso, las que vienen preinstaladas son más que suficientes para explotar el reloj al máximo. Dicho esto, repasemos lo que nos ofrece el reloj a nivel de interacción con la interfaz:

  • Deslizando hacia abajo: abrimos el panel de notificaciones.
  • Deslizando hacia arriba: abrimos el cajón de aplicaciones.
  • Deslizando hacia la derecha o izquierda: panel de ajustes rápidos, resumen del día, tiempo, sueño, ritmo cardíaco, control de música

El desplazamiento entre pantallas es rápido y fluido y, por fin, tiene animaciones. El Realme Watch S también respondía bien a los gestos, pero el cambio de pantallas era como un pase de diapositivas, por lo que daba la sensación de que el reloj no iba bien. En este nuevo reloj eso se ha solucionado y ahora sí hay una transición entre pantallas, así que minipunto para Realme.

La información en las pantallas es perfectamente visible a simple vista (al fin y al cabo, la pantalla es un poquito más grande) y los colores se aprecian mucho más gracias a la tecnología AMOLED. Aunque el cajón de apps es el mismo (disposición vertical en filas de tres apps) y tiene los mismos iconos, se ven mucho más brillante y bonitos.

¿Qué apps tenemos? Vayamos por partes. Tenemos una brújula que tendremos que calibrar antes de usarla por primera vez, la app del tiempo (que puede mostrar una ubicación automática o manual), una app para hacer ejercicios de respiración, cronómetro, temporizador, buscar mi móvil y un registro de ejercicio.

Además de estas, tenemos otras apps interesantes y que son bastante útiles. La primera es el control de cámara. Este nos permitirá accionar la cámara del móvil de forma remota, ideal para tomar fotos estabilizadas a distancia. Es una pena que solo muestre el botón del obturador y no permita ver una vista previa de lo que está capturando la cámara en tiempo real.

Luego tenemos el control musical, que es igual de básico que en los modelos anteriores pero igualmente útil. Podemos controlar la reproducción de la música que esté sonando en el móvil (cambiar de canción, pausar y continuar), pero no podemos ni almacenar música en local ni acceder a nuestras listas de reproducción. También habría sido un puntazo que fuese posible controlar la reproducción de música durante el ejercicio, pero no, no se puede.

Pasamos así a hablar de salud y comenzamos con el ritmo cardíaco. El reloj es capaz de medir nuestra frecuencia cada cinco, diez, 20 o treinta minutos e incluso de avisarnos cuando superemos o nos quedemos por debajo de cierta frecuencia cardíaca. La medición se nos antoja precisa y no hemos notado ningún problema con la medición. En cualquier caso, recordemos que no es un dispositivo médico.

El dispositivo también es capaz de medir el sueño, algo que detecta perfectamente por sí solo. Los informes son completos y en ellos se desglosa el tiempo que hemos pasado durmiendo, las fases por las que hemos pasado y la frecuencia cardíaca. Es difícil decir cuán precisos son los informes porque estamos dormidos, claro, pero las analíticas concuerdan con nuestro estado anímico al día siguiente.

En cuanto al sensor SpO2, sensaciones encontradas. No funciona automáticamente, sino que somos nosotros los que tenemos que abrir la app y hacernos una prueba de forma manual. Eso provoca que la función para medir el oxígeno en sangre pase ligeramente desapercibida en el día a día. La medición parece precisa, pero de nuevo, mejor no tomarla como una verdad absoluta, sino como una orientación sin más.

En lo referente a las funciones propias de un smartwatch, como son ver/responder notificaciones y llamadas e interactuar con asistentes, el Realme Watch S Pro se sigue quedando corto. Cierto es que permite ver las notificaciones en la muñeca, pero solo podemos borrarlas y leerlas, no responderlas. Lo mismo con las llamadas, que las podemos rechazar, pero no aceptar. Tampoco es posible acceder a asistente de voz alguno y, por lo tanto, no podemos controlar nuestro ecosistema de productos conectado.

Teóricamente Realme está trabajando en una app para el reloj que permita controlar el ecosistema de productos bajo el paraguas de Realme Link, pero esa app todavía no ha llegado. Y tiene sentido, porque ahora mismo el ecosistema de Realme, al menos en España, consta de una cámara de seguridad y poco más. Quizá más adelante sea interesante, cuando el ecosistema sea más completo, convenga revisitar el dispositivo y ver cómo rinde, pero por el momento, lo que hay es lo que hay.

En resumidas cuentas, es un reloj que, aunque mejora en algunos aspectos a sus predecesores, sigue siendo igual de básico. ¿Eso es malo? En absoluto, simplemente no es tan completo como otras opciones del mercado que, por supuesto, son más caras. Los usuarios más exigentes quizá echen funciones en falta, pero eso no significa que el Realme Watch S Pro no sea capaz de satisfacer las necesidades de los usuarios más básicos.

Hacer deporte con el Realme Watch S Pro

Como todo reloj inteligente que se precie, el Realme Watch S Pro también puede ser un compañero durante nuestras sesiones deportivas. En esta ocasión, Realme nos ofrece los siguientes modos deportivos: correr al aire libre, correr en interiores, "caminado" al aire libre, "caminado" en interiores, ciclismo al aire libre, ciclismo dinámico, "caminado", natación en piscina, yoga, máquina de remo, entrenado elíptico, "grillo", entrenamiento de fuerza y ejercicio libre.

Dejando de lado la traducción de "cricket" por "grillo" y "caminado", que realmente es la forma de caminar característica de una persona y no un sinónimo de "caminata" o "paseo", que es lo que debería poner, el listado se nos antoja algo escaso. No tiene deportes tan populares como fútbol, baloncesto o tenis, por ejemplo. Está más enfocado al deporte casual, como el running o las actividades de gimnasio. Para todo lo demás habrá que usar el modo "ejercicio libre" a.k.a. cajón de sastre.

Durante el ejercicio podremos ver algunas métricas, como los pasos, la frecuencia cardíaca, etc., pero no controlar la música, tal y como comentábamos antes. El informe de la sesión tampoco es particularmente completo y tiene margen de mejora. Por ejemplo, en dos sesiones de caminata nos registró la frecuencia cardíaca y la distancia, pero no los pasos, ni la cadencia ni las calorías quemadas.

El GPS nos parece preciso. Tarda unos 30 segundos en fijarnos, pero cuando lo hace la conexión es estable. La ruta registrada nos parece fiel a la recorrida, pero nosotros nos hemos topado con un pequeño bug en la aplicación que provoca que el mapa de Google Maps no se cargue correctamente. Lo más probable es que sea un bug puntual que se solucione con una actualización de la app.

Batería: una semana explotándolo al máximo

Terminamos esta review hablando de la batería. Dentro del Realme Watch S Pro encontramos 420 mAh que nos ofrecen hasta dos semanas de autonomía, una cifra muy buena y que es relativamente frecuente en los smartwatches más básicos. No obstante, cabe destacar que la autonomía final dependerá de lo mucho o poco que usemos el reloj, de si usamos mucho o no el GPS, etc.

Nosotros, con todo activado y el modo Always On operativo, hemos llegado a cinco días incluyendo una sesión de 40 minutos de GPS. Lo del GPS es importante, porque consume muchísima batería En cualquier caso, no hay dudas de que desactivando el modo Always On y sin explotar tanto el GPS podremos llegar sin problema a, al menos, unos diez días de autonomía.

La carga se lleva a cabo en una base de carga con dos pines POGO que deben coincidir con los que nos encontramos en la parte inferior del reloj. La base está imantada y tiene bastante fuerza, algo que a título personal agradezco. Para cargarlo por completo necesitaremos alrededor de dos horas. No es la cifra más baja del mercado, pero tampoco es problemática si tenemos en cuenta la autonomía y mucho menos si lo ponemos a cargar por la noche.

Realme Watch S Pro, la opinión de Xataka

El Realme Watch S Pro es lo que nos habría gustado ver en el Realme Watch S. Es un reloj mejor construido, con componentes mucho más sensatos para un smartwatch, como la pantalla AMOLED, y con chip GPS integrado (que funciona de aquella manera, cierto es, pero susceptible de mejorar con futuras actualizaciones). Es un mejor smartwatch, sin duda, pero no un smartwatch perfecto.

El sistema operativo del reloj sigue siendo demasiado básico. Al final, y salvando las distancias en términos de factor forma y tamaño, no deja de ser una pulsera cuantificadora grande como el Xiaomi Mi Watch. Hay dispositivos mucho más baratos que tienen funciones similares a las del Realme Watch S Pro. Y quizá ese es su principal problema, que no ofrece nada realmente nuevo al sector de los smartwatches.

Eso no quiere decir que no sea un buen producto, porque lo es. Mejor que sus antecesores, de hecho, aunque con algunos aspectos a pulir en el software. El Realme Watch S Pro será capaz de satisfacer las necesidades de los usuarios que quieran un wearable con forma de reloj, capaz de recibir notificaciones y monitorizar sus carreras. Sin embargo, empezará a quedarse corto a la mínima que queramos hacer algo más allá, como responder notificaciones, una llamada o usar un asistente de voz.

8

Diseño 7,75
Pantalla 8
Software 7,5
Autonomía 8,5
Interfaz 8,25

A favor

  • Buena autonomía.
  • Diseño mucho más premium que las generaciones anteriores.
  • La pantalla AMOLED le sienta genial.

En contra

  • El sistema operativo es demasiado básico.
  • No forma parte de un ecosistema más amplio.
  • Como el Realme Watch S, se queda a medio camino entre un smartwatch y una pulsera cuantificadora.

realme Watch S Pro Smartwatch, Pantalla táctil AMOLED, 14 días de duración de la batería, GPS de doble satélite, Resistencia al agua de 5 ATM, Monitor de Oxígeno en Sangre y frecuencia cardíaca

El reloj han sido cedidos para la prueba por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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