El nuevo devorador de vidas se llama Hearthstone

‘Hearthstone: Heroes of Warcraft’ es un simple jueguico de cartas para iPad y PC, ¿no? Un título por el que, en principio, nadie daría nada al enfrentarlo a ese puñado de juegos AAA que tantos millones de dólares mueven. El problema es que este maldito juego de cartas es el responsable de quitarme las horas que hasta ahora me estaba robando esa salvajada llamada ‘Titanfall’. He cambiado el parkour loco y los brutos mecánicos que caen del cielo por unos cuantos mazos de cartas llenas de colorines y personajes fantásticos.

La cosa es más seria de lo que parece. Por un lado ‘Hearthstone’ forma parte del universo de ‘World of Warcraft’, la gallina de los huevos de oro en clave de MMORPG que Blizzard se encarga de cuidar con mucho mimo pero que a mí nunca me ha interesado lo más mínimo más allá de su condición de fenómeno dentro de la industria —lleva casi diez años en marcha y anda cerca de los ocho millones de suscriptores activos—.

El problema es que este maldito juego de cartas es el responsable de quitarme las horas que hasta ahora me estaba robando esa salvajada llamada ‘Titanfall’

Por otro lado resulta que no sólo no he jugado nunca al ‘World of Warcraft’, sino que este es el primer juego de cartas al que le he puesto las pezuñas encima. Puedo decir sin miedo que ‘Hearthstone’ se encuentra en un garito muy alejado de los que yo suelo frecuentar, pero con todo y con eso ha conseguido apartarme de los disparos y de mis amigos los titanazos y del “corre que te reviento” y de la Xbox One para llevarme al iPad y meterme de lleno en un tablero con carticas y en el “ojo que como me salga la carta que estoy pensando te envío al arrozal” y en el “esto es como cuando coleccionaba los cromos de V”.

La conclusión es que no importa que sea un juego de cartas ni que esté basado en ‘World of Warcraft’, ‘Hearthstone’ tiene todos los elementos necesarios para que te enganches sin remedio. Ni más ni menos.

¿Y cómo se juega a ‘Hearthstone’?

Muy bien, gracias. Ese sería el resumen rápido, pero lo cierto es que los desarrolladores han conseguido algo muy complicado que os va a sonar a tópico: hacer que todo parezca muy fácil. Desde el punto de vista del jugador la experiencia es cómoda, satisfactoria y sin complicaciones innecesarias, mientras que desde el punto de vista técnico intuimos una robustez pocas veces vista en un juego, sobre todo en su versión para iPad (iOS 5.0 o posterior, en este caso). Porque esto hay que dejarlo claro desde ya: si ‘Hearthstone’ no es el mejor juego que hay ahora mismo para la tablet de Apple que suba Satán y nos carbonice a todos.

Las mecánicas son sencillas, pero la profundidad con la que cuenta el juego a nivel estratégico es inabarcable. Al final se trata de ganar una partida de cartas, por lo que hay que saber cuándo usar cada una y cómo combinarlas para sacarles el mayor provecho. Con los mazos básicos que el juego ofrece para cada uno de los héroes que podemos seleccionar se pueden hacer buenas partidas, pero cuando uno empieza a desbloquear nuevas cartas se da cuenta de las casi infinitas posibilidades estratégicas que ofrece ‘Hearthstone’.

Si ‘Hearthstone’ no es el mejor juego que hay ahora mismo para la tablet de Apple que suba Satán y nos carbonice a todos.

Pensad que los primeros enfrentamientos se producen contra la máquina y son bastante sencillos, pero una vez superado eso tendremos la posibilidad de vernos las caras con otros jugadores de todo el mundo y ahí, queridos amigos, la cosa se pone cuesta arriba. Si tenemos la suerte de pillar a un oponente equipado con un mazo básico tendremos alguna posibilidad, pero a la que nos topemos con jugadores algo más experimentados morderemos el polvo en menos de lo que canta un gallo.

Así es el tablero

No os preocupéis, el juego viene con todas las cartas, los textos y las voces en español.

No os he explicado todavía que no podemos coger las cartas de nuestro mazo cuando nos dé la gana ni en el orden que nos convenga durante las partidas, eso sería coser y cantar. Tampoco os he hablado de los turnos. Vayamos por partes. Por un lado tenemos nuestro mazo de cartas a un lado bien puesto y es el juego el que nos las irá dando de forma aleatoria en cada turno. En ocasiones tendremos buenas manos y en otras sufriremos un poco más.

La variedad de cartas es enorme y las posibilidades que ofrece el juego a nivel estratégico se disparan con cada nueva carta desbloqueada

Por otro lado tenemos los cristales de maná. Cada carta lleva un número de cristales de maná asociado y no podremos usarlas si no disponemos de esos cristales. Ganaremos un cristal en cada nuevo turno hasta un máximo de diez. Teniendo en cuenta los cristales a nuestra disposición y las cartas que nos hayan tocado en cada turno, nuestro objetivo será empezar a pensar cómo proteger a nuestro héroe y cómo hacerle más daño al oponente.

La variedad de cartas es enorme y las posibilidades que ofrece el juego a nivel estratégico se disparan con cada nueva carta desbloqueada. A nuestro alcance tendremos desde un golem de piedra capaz de hacer nueve puntos de daño hasta magos que nos otorgan todo tipo de ventajas. Incluso hay cartas para trollear a nuestro adversario convirtiendo a uno de sus esbirros en oveja o devolviendo una de sus cartas al mazo para que no pueda usarla hasta algún turno futuro. Fijaos en el lío que le arma este jugador a su contrincante:

Creo que tampoco os he dicho que hay nueve héroes distintos para elegir. Eso sí, deberemos enfrentarnos a ellos y vencerlos primero para poder seleccionarlos. Y lo mejor es que cada uno de los héroes pertenece a una clase, lo cual nos lleva a disponer de cartas exclusivas para cada una de las clases y otras que pueden ser usadas por cualquiera de ellas. A estas alturas imagino que ya estáis empezando a ver el nivel de profundidad que es capaz de alcanzar ‘Hearthstone’, ese jueguico de cartas que parecía inofensivo desde fuera.

Y ojo al modo Arena. Hay que aflojar unas monedas de oro para entrar y nos enfrentaremos a otros jugadores sin poder usar nuestros mazos de cartas. Lo que hace el juego cuando entras en este modo es darte a elegir entre una serie de cartas hasta conformar el mazo con el que saldrás a combatir. Nunca sabes lo que va a pasar, todo es aleatorio, así que la diversión está asegurada.

Esto es adicción pura y dura. Y la versión para iPad, una maravilla

‘Hearthstone’ no es un juego, es un artefacto diabólico en forma de juego. Es el mal más absoluto que se te mete en la piel y te obliga a jugar una partida tras otra en busca de nuevas cartas y estrategias. ¿Os había contado que además de los mazos básicos de cartas que ofrece el juego podemos crear nuestros propios mazos personalizados? Es más, hay cartas que no existen y que sólo podremos obtener con el uso de polvo arcano. ¿Cómo se consigue este ingrediente mágico? Completando objetivos para desbloquear logros y extras. Toma adicción. Toma coleccionismo. Toma todo.

El juego está disponible en PC (Windows, Mac) y en iPad, pero resulta que la experiencia funciona igual de bien en cualquiera de las plataformas. La duración de las partidas es ideal para jugar en dispositivos móviles, ya que nos permite entrar al juego, darle cinco o diez minutos y a otra cosa. No todos los ports de PC a tablet o móvil funcionan bien, ya sea por sus controles o simplemente por el tipo de juego, pero ’Hearthstone’ le va como un guante al iPad.

Primero por lo que comentaba de la duración de las partidas, puesto que el juego no nos obliga a tener que estar pendientes de él en todo momento y podemos echar un rato entretenido sin más complicaciones. Y por otro lado está el tema del control: seleccionar una carta y moverla con el dedo hasta el tablero es algo de lo más natural en una pantalla táctil. De hecho es mucho más cómodo y orgánico en iPad que en PC. Y ojo, los jugadores pueden jugar entre sí independientemente de la plataforma desde la que estén conectados.

‘Hearthstone’ está tan bien planteado que todo el mundo puede disfrutar de él desde el primer momento. No hay barreras de entrada, el juego te coge de la mano y te enseña sus mecánicas con una sencillez pasmosa. Luego ya vendrán los quebraderos de cabeza cuando tengamos que crear nuestros propios mazos de cartas, pero ahí la dificultad estará en escoger bien y pensar cómo vamos a usarlas. Y eso ya depende de la habilidad de cada uno para establecer conexiones y trazar estrategias. El juego hace bien lo que tiene que hacer.

¿Quieres ser free to play? Sé como ‘Hearthstone’ o piérdete

¿Os había dicho que ‘Hearthstone’ es free to play? Es decir, se trata de un juego gratuito que ofrece la posibilidad de comprar objetos con dinero real a través de microtransacciones dentro de la propia aplicación. Las críticas a este modelo de distribución se pueden escuchar desde Marte, pero eso es porque los malos ejemplos hacen mucho más ruido que los buenos. ‘Hearthstone’ es bueno hasta para eso y de hecho creo que es el ejemplo a seguir para los F2P.

‘Hearthstone’ cuenta con sus propias monedas de oro gracias a las que el jugador puede comprar cartas. Monedas que no son fáciles de amasar en grandes cantidades, por lo que habrá que jugar mucho y bien para ir cumpliendo objetivos. Por otro lado existe la posibilidad de usar dinero real en la tienda del juego. Y ya está, así de sencillo. ¿Quieres gastarte los cuartos? Nunca va a ser una necesidad, nunca vas a estar en desventaja, pero si quieres rascarte el bolsillo tienes la opción. Allá tú. El juego nunca interrumpe tus sesiones para hacerte esperar un tiempo determinado entre partidas o pagar ni intenta colarte objetos de pago para ver si picas. Tú puedes jugar a ‘Hearthstone’ cuando quieras y por el tiempo que quieras sin gastar ni un solo euro.

Lo que hay alrededor de ‘Hearthstone’

‘Hearthstone’ es ya todo un fenómeno, pero si hay algo que tengo claro es que esto no ha hecho más que empezar. La promesa de la llegada de nuevas cartas, por no hablar de la versión para iPhone que sus creadores están preparando para finales de año, no hace sino confirmar que el juego tiene todavía mucho que ofrecer y que la comunidad de jugadores va a responder como es debido.

Fijaos en Hearthmind, por ejemplo, una página en la que podemos echar partidas colectivas a ‘Hearthstone’ directamente desde el navegador. Es una locura que recoge los movimientos de todos los jugadores presentes y ejecuta los más solicitados. En Reddit, por supuesto, no podían dejar pasar la ocasión y tienen un subreddit dedicado al juego. Y si buscáis algún wiki con información os puedo dejar aquí el de Wikia y el de Gamepedia.

Para acabar os recomendaría que os dierais una vuelta por la Comunidad Hearthstone, donde hay un apartado la mar de interesante llamado Listas de Barajas. En él podréis encontrar mazos personalizados por distintos jugadores para cada una de las clases, así como consejos para usarlas sabiamente y patear culos.

En VidaExtra | Hearthstone: análisis

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