Este conejo impreso en 3D es una prueba de que nos estamos convirtiendo en potenciales pendrives con piernas

No es la primera vez que se utiliza el ADN como sistema de codificación de información. Sin embargo, sí es la primera vez que se emplea para guardar las instrucciones de autorreplicación.

Y es que no solo impresiona la capacidad de almacenamiento tan sofisticado a la que se está llegando, capaz de contener la información para que una impresora sea capaz de imprimir el modelo de un conejo en tres dimensiones varias veces, sino que demuestra que a las instrucciones se les puede incorporar la capacidad de autorreplicarse.

Imprimir un conejo en 3D con ADN

El equipo de Yaniv Erlich, en el ETH de Zúrich, ha conseguido, por primera vez según afirman, almacenar las instrucciones para que una impresora 3D imprima una figura, un conejo en concreto. Esto no supone solo la propia información del modelo, sino también las instrucciones para hacerlo. Con este paso, afirman los investigadores, estamos ante los primeros ejemplos de autorreplicación informativa usando el ADN.

La autorreplicación es una de las propiedades inherentes del ADN, la molécula que transporta toda la información sobre la vida. Para ser útil, el ADN necesita copiarse (replicarse) y para ello tiene una serie de instrucciones y mecanismos muy sofisticados. El equipo de Erlich ha conseguido utilizar e implementar dichos mecanismos a una molécula de ADN que almacenaba información externa.

Así, cada vez estamos más cerca de utilizar de manera efectiva el ADN como formato para transportar información sin problemas de pérdidas. Esto tiene varias ventajas, afirman los investigadores, ya que además de tener la característica de presentar una alta densidad informativa, tal y como os hemos contado en otras ocasiones, es el único formato de almacenamiento líquido que existe, y contiene medidas de seguridad muy sofisticadas, debidas a la biología molecular, para salvarguardar la información.

El equipo, para demostrar su hazaña, ha conseguido imprimir no uno sino cinco conejos en 3D, cuyas instrucciones pesan unos 45 kb, demostrando que pueden autorreplicar las moléculas de ADN, que se encuentran encapsuladas en microperlas de silicio. Cada conejo fue impreso por el equipo, como explicábamos, sin necesidad de sintetizar una nueva molécula de ADN, aprovechando la capacidad autorreplicativa de la molécula dispuesta por el equipo.

Discos duros con patas

Existen numerosas iniciativas que tratan de encontrar la manera más adecuada de aprovechar el increíble potencial de almacenamiento del ADN. Probablemente, la primera demostración de que se puede usar el ADN como formato para guardar información es el famoso GIF con CRISPR que representaba a un caballo corriendo y que fue conseguido mediante esta técnica.

Entre los más avanzados encontramos el "ordenador de ADN", desarrollado por la Universidad de Rochester de Nueva York, capaz de calcular la raíz cuadrada, desde el 1 a 900, usando 32 hebras de ADN. Para ello utilizan un proceso natural de la replicación, la hibridación, para codificar los cálculos. Como decíamos, Microsoft está intentando concentrar una cantidad increíble de información en un pedazo de ADN y ya disponen de una máquina relativamente sencilla capaz de leer la información.

Con todo lo anterior, estamos acercándonos a un interesante punto de la técnica. ¿Seremos capaces de almacenar información en nuestro ADN a lo Johnny Mnemonic (pero con el ADN)? Técnicamente hablando, es posible. Para ello, disponemos de herramientas como CRISPR para reescribir el material genético.También tenemos, como hemos visto, los primeros pasos autorreplicativos y la tecnología, floreciente, de lectura de ADN. Si quisiéramos, podríamos introducir en nuestras células cierta información que podríamos recuperar más adelante con un lector.

Esto, por supuesto, no es tan sencillo, porque antes es necesario saber por seguro que dicha información no producirá, por ejemplo, la corrupción del material genético (produciendo mutaciones o la expresión indeseada de alguna característica). Pero la oportunidad está ahí, más cerca que nunca. Si no, de todas maneras, siempre nos quedará la oportunidad de almacenar la información en una sopa de ADN, almacenando una cantidad jamás soñada de información, que no es poco.

Imágenes | Unsplash

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com

VER 35 Comentarios

Portada de Xataka