He pasado una semana consultando los horóscopos de todos los medios. Esta locura me he encontrado

A Gregorio Samsa le ocurrió que un buen día se despertó convertido en cucaracha. A mí con seis o siete años me sucedió algo parecido sin que hasta la fecha nadie se haya dado cuenta de la metamorfosis. Aunque dentro de lo frustrante que es amanecer transformado en un bicho, mi suerte fue algo mejor que la del comerciante de telas bohemio. Yo no me convertí en insecto. Ni en ninguno de esos bichos asquerosos que corretean por las cocinas con el abdomen gelatinoso pegado a las baldosas.

De chaval, yo mudé en un lindo vertebrado: un gato. Y digo mudar porque en realidad tampoco mi cambio consistió en una metamorfosis espontánea y radical al estilo Samsa. A mí la transmutación me caló. Me llegó —como tantas cosas en la vida— a través de la lectura.

En la balda situada debajo de los 14 tomos de la Gran Enciclopedia Ilustrada Austral, entre los volúmenes de la colección Super Humor y los del Círculo de Lectores, en la biblioteca de mi casa había un cuadernillo con el lomo repleto de rombos grises. Y aquí de nuevo hay que aclarar algo: digo cuadernillo porque no era un libro al uso, sino una agenda. Una agenda como las que regalaban en los años 90. Con sus mapas de carreteras, su calendario perpetuo, el listado con los prefijos de las provincias de España y todos los teléfonos de interés imaginables de Madrid a Melbourne.

También incluía un zodiaco chino con dibujitos y la indicación de qué signo te correspondía por tu fecha de nacimiento. Cuando me encontré con aquello flipé. Los Power Rangers pegaban fuerte por entonces y lo de tener un animal tótem era algo así como el summun de la felicidad.

Para mi eterna decepción sin embargo me encontré con que yo no era un dragón, ni un tigre, ni un búfalo o un caballo —de lo de ser un T-rex o un Triceraptos ya ni hablar—. Qué va... Yo era un felino. ¡Un gato! Qué chasco. Aquella epifanía me pilló como a Samsa lo de despertarse en su cuarto con la tripa hinchada y parduzca. Con esa cruz he tenido que vivir hasta ahora… O al menos hasta un par de semanas atrás, cuando empecé a prestar más atención a eso del horóscopo chino.

Gato por liebre zodiacales

Hace poco me enteré de que el asunto es más complicado de lo que creía. Según dónde te informes puedes encontrarte con que, además del año, en el signo influye también la franja horaria y que junto al animal principal está el interno y el secreto... Y que además hay elementos como madera, agua, fuego, metal y qué sé yo más. Para colmo la cosa cambia si le preguntas a un astrólogo chino o a uno vietnamita, que parece que son los que en realidad tienen a los gatos en su zodiaco.

Vamos, un lío bonito del que mi agenda de los años 90 no decía nada. Resulta que tal vez sea un conejo o que me han estado dando gato por liebre, que podría ser lo que yo soy en realidad. Dicen que es lo mismo, pero vete tú al carnicero y cuéntaselo a él.

Gato por liebre o liebre por gato, el tema es que lo de empezar a cuestionarse una verdad que uno ha dado por sentada durante más de 20 años me caló. Empecé a replantearme cosas. Cosas importantes. Por ejemplo, los horóscopos. Siempre he pasado bastante de ellos, pero... ¿Y si me había equivocado, como con lo del gato? Quizás llevara toda la vida de espaldas a mi condición de Libra, prescindiendo de una guía cojonuda con la que planificar mis días.

Para salir de dudas entre la semana del 7 al 12 de noviembre me dediqué a comprobar todo lo que me vaticinaban los horóscopos del zodiaco. No uno, ni dos, ni tres horóscopos —eso no; si había que salir de dudas, mejor que fuera a lo grande—, sino todos los que me encontraba. ¿Coinciden las predicciones? ¿Recomienda lo mismo el astrólogo del ABC que el de Hola o El Mundo en materia amorosa para el mismo día y símbolo idéntico?

Siete días al albur de los astros. Aquí va el resultado:

Miércoles 7 de noviembre

Imposible empezar mejor el día. El astrólogo de ABC nos recomienda a los Libra evitar discusiones en las que uno "no conozca muy bien el tema" y organizar la agenda con previsión para que de aquí a Fin de Año nos dé tiempo de ver hasta a nuestro tío segundo de Cuenca. Nada que objetar al respecto, aunque dudo de que para eso haga falta molestar a los astros.

En el terreno laboral el horóscopo aconseja "enfocarse en nuevos retos de gran magnitud". A la vista de lo que ese mismo día publica Hola hay que suponer que dichos retos no servirán para mucho porque el astrólogo de la revista se muestra convencido de que, "dentro de poco", el lector estará inmerso de nuevo en su aburrida, monótona y frustrante "rutina habitual".

La cosa se vuelve algo más confusa si se echa mano de La Vanguardia y El País. Los dos coinciden en que "es el momento oportuno" para conseguir un ascenso o un nuevo puesto de trabajo. Eso sí, en el diario del Grupo Prisa se recomienda no firmar papeles hasta diciembre. Mal asunto si al final uno consigue un nuevo contrato. En ese caso es de suponer que el jefe de turno sabrá comprender que su flamante recién nombrado director de Recursos Humanos o ventas solo esté dispuesto a rubricar documentos cuando así se lo indique su horóscopo.

¿Y el amor?

Jueves 8 de noviembre

En el horóscopo de MSN no se andan con tonterías y hablan claro del amor, del amor de los trovadores, el de Martín Codax y Bernal de Bonaval, profundo, sincero y platónico. "Hoy quizás tengas más ganas de socializar que de trabajar. Quizás quieras pasar el día seduciendo a alguna compañera atractiva", vaticina su astrólogo. Es comprensible lo de querer flirtear a troche moche en la oficina, pero "¡Trata de hacerte un momento para cumplir con tu trabajo! Desearás tomar descansos periódicos para despejarte. ¡Pero no tomes tantos que no puedas acabar ninguna tarea!".

(Cali4beach/Flickr)

Visto lo visto, La Voz da en el clavo al profetizar un "día complicado para las relaciones hogareñas". Comprensible si el marido o la mujer de turno se entera de que su pareja se ha pasado el día tirándole los trastos al colega de oficina. Para el horóscopo de El Mundo lo lógico, sin embargo, parece ser que lo que pasa en el trabajo se quede en el trabajo. Ya se sabe: ojos que no ven... Su astrólogo es muy claro al respecto: "Tu vida afectiva te dará satisfacciones mayores, pero conviene que seas más receptivo con tu pareja". ¡Ojo, la de casa, no la del despacho!

Si las cosas de pareja no funcionan uno siempre se puede dar algún caprichito y comprarse ese smartphone carísimo, un billete de avión a París o el patinete eléctrico que lleva meses mirando en el catálogo de Media Markt a la espera de que le rebajen el precio. En ese caso el horóscopo de El Periódico lanza un aviso a navegantes: "Es mejor que no abras tu monedero".

Viernes 9 de noviembre

Bueno, quizás la pareja no funcione muy bien y los astros recomienden contenerse con los gastos, pero... ¿Y la salud? Los designios zodiacales tampoco parecen tenerlo muy claro en este punto. El horóscopo de ABC advierte que noviembre podría llegar acompañado de "algún malestar" y previene de los excesos en las cenas de empresa: "Lo ideal será cuidar la salud". Curioso, porque para ese mismo día el astrólogo de MSN vaticina a los Libra una "desbordante energía física".

Sábado 10 de noviembre

El amor no funciona, la fortuna en la salud y el trabajo no está muy clara... A estas alturas de la semana estamos ya a sábado y el designio de los Libra parece condenarnos a un mes horribilis. Cierto, hay predicciones positivas, pero de vez en cuando colisionan de un horóscopo a otro y uno ya no sabe muy bien a qué atenerse. Hoy mismo, por ejemplo, el astrólogo de El Mundo avanza que los Libra tendrán "la necesidad" de "satisfacer la relación amorosa con sensualidad, fogosidad y ternura".

Estrellas bien distintas debió de interpretar el experto de ABC, quien previene de una "actitud muy escéptica con respecto al amor" y apunta en una dirección diametralmente opuesta: "La incertidumbre provocará distanciamiento en la relación". Las predicciones de MSN aconsejan a los Libra "desconectar los teléfonos, apagar la computadora y pasar la tarde hablando con tus hijos". Mal. Muy mal. Algo debe de andar revuelto en las constelaciones porque ni yo ni seguro que muchos nacidos bajo el signo de la balanza tenemos retoños con los que ponernos de charleta.

Al menos entre anuncios de sesiones de reiki y un mensaje machacón que nos recuerda a los Libra que compartimos signo zodiacal con Eminem, uno se encuentra de vez en cuando con consejos realmente buenos. MSN nos deja estas dos perlas de la sapiencia popular: "Tu rollo hoy es la interiorización" y, "si chismorreas demasiado, tus amigos comenzarán a preguntarse qué dices de ellos cuando no están presentes". Finas sugerencias, dignas del Oráculo de Delfos.

Domingo 11 de noviembre

Dicen de los gastos (o conejos, o liebres, a gusto del consumidor) que somos criaturas con un puntito de vanidad. Así que me propongo terminar la semana exprimiendo la tarjeta de crédito y dándome un caprichito. Pero... ¡Ay, los gatos somos seres débiles también! Antes de meter la clave me entran las dudas y me lanzo a consultar los designios zodiacales del día. Error. El resultado es más confuso y disparatado que el prospecto de unas pastillas homeopáticas.

(Morgan/Flickr)

"¿Por qué no gastar algo de dinero en ti?", se pregunta el astrólogo de MSN antes de desear a sus lectores un "lindo día". La respuesta se la da su colega de 20 Minutos, que se muestra —dicho sea de paso— mucho menos magnánimo: "Necesitas llevar un control más exhaustivo de tu economía para que puedas remontar y volver al plácido lugar en el que siempre has estado".

En resumen, que me enfundo la tarjeta y espero al Black Friday del año que viene para hacer las compras. El consejo del día lo da sin embargo el Diario Información: "Ningún ganador tiene baja autoestima. Y ningún longevo es obeso". Todo un haiku al más puro estilo Tristán Tzara.

Lunes 12 de noviembre

Los arranques de semana siempre son complicados. Quizás por eso, el horóscopo de La Vanguardia apuesta por dejar los temas delicados para última hora, cuando la jornada ralle ya en martes. "Si tiene algún tema económico familiar, procure tratarlo hacia la hora de la cena", exhorta. Una jugada nada sencilla si —como vaticina el horóscopo de El Clarín— en este inicio de semana los Libra serán “el pedestal en el que se apoyen los seres queridos".

"En la relación con tu familia, no seas extremista y encuentra el punto medio", apostilla El Periódico. Así que... ¿Escurrir el bulto hasta la hora de la cena o echarse la familia a las espaldas? Depende del astrólogo.

Martes 13 de noviembre

Después de seis días de búsquedas de horóscopos, astrólogos vietnamitas, webs del zodiaco y Tarots en línea tengo el ordenador a punto de pedir un exorcismo. Página que visito, página en la que me salen anuncios de videntes, pitonisas, quiromantes e iluminados que leen el futuro en el poso del café. Por todas partes "brotan" banners con teléfonos que empiezan por 806. ¡Menos mal que el horóscopo ya me había prevenido de que debía cuidar el monedero!

El tema es que es martes y —después del fiasco de los últimos días— toca replantearse la semana. ¿Por dónde empezar: dinero, trabajo, salud, familia, bienestar? Amor, tiro por el amor, que es muy propio de quienes compartimos el signo de los mininos chinos.

Pero por más que uno quiera intentarlo de nuevo en el tema sentimental, los astros siguen igual de tozudos y no hay forma de ponerlos de acuerdo. El horóscopo de MSN anticipa "un día muy idílico y romántico". Si uno se fía de ellos, la cosa promete: "Si por mucho tiempo has deseado una cena romántica, con champagne, a la luz de las velas y rosas rojas, ¡hoy es el día! No te olvides del violín".

Una estampa prometedora —aunque me preocupa lo del violinista; a ver dónde encuentro uno de guardia— que se sitúa sin embargo en las antípodas de lo que avanza el astrólogo de La Voz, quien advierte de que las cosas estarán tan tirantes hoy en la pareja que "te harán reconsiderar la relación". Entonces... ¿El amorío pinta bien o mal? El parte astrológico de El Clarín prevé "ciertas complicaciones" y El Periódico garantiza "suerte en el amor gracias a tu encanto y buen humor".

(Telping/Flickr)

Conclusión: arriésgate tú si quieres. Como en la vida misma, la que transcurre sin horóscopos ni designios zodiacales. En siete días auscultando los astros no me he hecho rico, ni me han ascendido, no he encontrado el amor ni tengo tampoco mejor salud. Al contrario: llevo el monedero cerrado con candado y me he propuesto no firmar ni postales hasta diciembre. Como me ocurrió en su día con lo del signo chino, tengo la incómoda sensación de que me han dado gato por liebre.

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