Cada vez hacemos coches más y más grandes. Y eso es un problema para la seguridad vial

Las marcas de coches llevan más de una década centradas en vendernos como turismo lo que hace veinticinco años era un todoterreno. No solo los utilitarios son cada vez son más grandes, sino que los SUV ya ocupan el 23% de la cuota de mercado en España y el 36% en el marco europeo. Esto hace que, cada vez con más frecuencia, salga a colación el debate sobre si han vuelto más hostil la seguridad vial en ciudades y carreteras.

Matan más peatones. Según este estudio elaborado por Detroit Free Press y USA Today Network, los SUV aumentan entre dos y tres veces la mortalidad de los peatones en comparación con el resto de vehículos. En Estados Unidos, las cifras de muerte por atropello a manos de un solo automóvil tipo SUV aumentaron un 69% y los accidentes en general crecieron un 81%, del 2009 al 2016. Este dato es llamativo porque coincide con el periodo en el que estos coches aumentaron aún más su presencia tanto en el mercado americano como en el europeo.

¿Por qué? La probabilidad de que un peatón fallezca ante un atropello de este tipo es un 11% más elevada que si éste fuese perpetrado por un vehículo de menor tamaño. La elevada altura que caracteriza a este tipo de automóviles hace más vulnerable al peatón debido a que la mayor parte de las lesiones se concentran en la parte superior del cuerpo lo que aumenta el peligro y las consecuencias de las mismas.

Conscientes de esta realidad, el mercado europeo es más riguroso que el americano e incluye los test de atropello como una prueba de choque más para categorizar los vehículos. De ahí que, por ejemplo, el Seat Ateca haya decidido colocar el radiador al ras de los bajos para que, en el caso de producirse un atropello, el peatón no reciba en la parte superior de su cuerpo el impacto de una zona tan rígida.

Más propensos a volcar. El último informe publicado por la Administración Nacional de Seguridad Vial de los EEUU afirma que un automóvil de este tipo tiene entre un 14% y un 23% más de probabilidad de volcar en caso de accidente que un turismo normal que posee un 10%. Esta mayor inestabilidad se debe a que los SUV tienen el centro de gravedad más elevado como consecuencia de su altura.

Falsa seguridad o lo que también se conoce como homeóstasis del riesgo subjetivo. Esta teoría cada vez más asociada a los conductores de los SUV aborda las diferencias en la percepción del riesgo experimentadas al volante. Según recoge este artículo de la Asociación Española de Carretera, "ante cualquier actuación de mejora de la seguridad, los usuarios modifican su conducta para seguir obteniendo un beneficio máximo similar a la antigua situación, lo que puede llevarles a asumir mayor riesgo en la nueva situación, anulando parcial o totalmente la mejora introducida".

Tendencia establecida. A lo largo de la última década hemos visto como el tamaño de los coches se ha ido incrementando año tras año. Además de la irrupción de los SUV, las principales marcas de coches nos conducen a un modelo donde hasta el utilitario más básico es grande. Por ejemplo, si comparamos el tamaño del Renault Clio de principios de los 2000, con el último modelo a la venta vemos como su tamaño prácticamente se ha duplicado. Lo mismo sucede con el Mini Cooper y el modelo original o al comparar el 208 de Peugeot y el extinto 206.

Imagen: Mario Sixtus/Twitter

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