Tras décadas de debate, la ciencia lo confirma: ya podemos decir que los dinosaurios desaparecieron por un meteorito

Desde hace años, la extinción (casi) de los dinosaurios ha venido dando mucho debate. Los investigadores creían insuficiente la caída de un enorme meteorito como razón para su extinción y los volcanes apuntaban a posible causa.

Según los investigadores en desacuerdo, el incremento del vulcanismo a finales del Cretácico, durante el periodo de extinción, habría sido tan determinante, o más, que el cataclismo ocasionado por el meteorito. El último estudio, sin embargo, rechaza esta hipótesis basándose en los datos de temperaturas más rigurosos de la época.

El gran debate

Casi todos escuchamos alguna vez en la escuela que los dinosaurios se extinguieron por culpa de un enorme meteorito. Aclaraciones aparte, pues los dinosaurios no se extinguieron, sino que algunos continuaron vivos y evolucionaron (y hoy día los llamamos pájaros), esta teoría fue confirmada cuando se dataron los restos del meteorito en el cráter de Chicxulub, en Yucatán.

Hace 66 millones de años, más o menos, un enorme asteroide de 10 kilómetros de diámetro impactó contra la superficie terrestre, liberando una energía equivalente a la de 10.000 millones de bombas como la de Hiroshima. Se estima que el impacto liberó en la atmósfera 425 gigatoneladas de CO2 y otras 325 de sulfuros.

Esto provocó la caída de lluvia ácida durante meses, la acidificación de las aguas superficiales de los océanos y un calentamiento repentino que duró años. A esto le siguió un invierno nuclear durante décadas. En consecuencia, ocurrió lo que conocemos como evento de extinción K-Pg, o Cretácico-Paleógeno. Sin embargo, esto, según una gran parte de la comunidad científica, no parecía suficiente para hacer desaparecer el 75% de los géneros biológicos sobre la superficie terrestre.

El cambio en la actividad volcánica durante varias decenas de miles de años, argumentan los defensores, habría provocado un cambio atmosférico profundo que ayudó a debilitar o acabó directamente con la fauna y flora terrestre. Sin embargo, el último estudio publicado en la prestigiosa Science indica que esto no es correcto.

¿Meteorito o volcán? ¡Meteorito!

Según los investigadores, se confirma que el vulcanismo no fue el culpable de la desaparición de la época de los "lagartos terribles". Así lo indica la reconstrucción más detallada de la temperatura global de aquel periodo, que indica que la principal fase del vulcanismo se produjo a finales del Cretácico y que terminó 200 000 años antes de las extinciones y del impacto del asteroide.

En otras palabras, que la actividad volcánica no coincidió, por varios cientos de miles de años, con la extinción propiciada por la caída del meteorito. Por tanto, los volcanes no pudieron ocasionar la extinción por una diferencia de tiempo importante. Eso no quiere decir que no tuvieran su efecto.

Los modelos indican que la actividad volcánica en el Cretácico causó un evento de calentamiento global gradual de unos 2 ºC. Pero no coincide con la pérdida masiva de especies, según los datos arqueológicos que tenemos. Así que, sí, podemos decir con bastante más seguridad que a los dinosaurios se los llevó por delante un meteorito, y no los volcanes, tal y como aprendimos en la escuela.

Imágenes | Unsplash

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