El naufragio más profundo descubierto hasta la fecha es un destructor de la II Guerra Mundial a 6.500 metros bajo el agua

25 de octubre de 1944. El destructor de clase Fletcher USS Jonhston (DD-557), que combatía en la batalla de Samar en Filipinas, fue hundido tras estar expuesto durante tres horas a un intenso combate contra una flota de destructores japoneses, incluyendo el Yamato. 327 personas iban en ese barco. Solo 141 sobrevivieron. El buque se hundió en el mar y fue descubierto en 2019, a una profundidad de 6.456 metros. Hoy, finalmente, se ha conseguido llegar hasta él, grabarlo, fotografiarlo y examinarlo gracias a un submarino tripulado.

Los encargados de semejante hito han sido unos expedicioncitas estadounidenses de la compañía tecnológica texana Caladan Oceanic. El equipo, compuesto por Victor L. Vescovo (comandante retirado de US Navy y patrocinador de la expedición), Park Stephenson (también comandante retirado) y Shane Eigler (técnico superior de submarinos) consiguieron examinar el barco tras dos inmersiones de ocho horas. Esto es lo que encontraron.

Un enorme barco a una aún mayor profundidad

Para que nos hagamos una idea de la magnitud que tiene este naufragio, podemos recordar el del Titanic. Este, que se encuentra a unos 600 kilómetros de la costa de Terranova, en Canadá, yace en en lecho marino a unos 4.000 metros de profundidad. El USS Johnston, por su parte, se encuentra a 6.456 metros frente a las costas de Filipinas.

Así era el barco antes de ser hundido.

El pecio, que es el más profundo jamás localizado, se descubrió en 2019. Por aquellos entonces se pudo grabar algunas piezas del buque con un vehículo operado de forma remota (ROV), pero la mayor parte del naufragio, incluyendo los dos tercios delanteros, que siguen erguidos e intactos, la proa, el puente y la sección media, estaban a demasiada profundidad. El ROV era capaz de llegar hasta los 6.000 metros, así que gran parte del barco seguía esperando volver a ser visto.

Ahora, gracias a esta nueva expedición, se ha descubierto que el número "557" del casco sigue siendo visible, que las dos torretas de cinco pulgadas están completas y que los dos bastidores de torpedos gemelos y los soportes de armas siguen en su sitio. Lo que no ha descubierto es ningún tipo de rastro humano ni ropa. Tampoco se ha extraído nada de los restos.

Según ha explicado Park Stephenson, pudieron ver la extensión de los restos y los graves daños infringidos durante la batalla. Y es que el USS Jonhston fue atacado por uno de los buques de guerra más grandes jamás construidos, el acorazado Yamato de la Armada Imperial Japonesa, un acorazado de 263 metros con nueve cañones de 460 milímetros. Este sería hundido el 7 de abril tras un ataque aéreo masivo.

Más información | Caladan Oceanic (PDF)
Imágenes y vídeos | Caladan Oceanic

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