Las solarigrafías son un arte DIY sólo apto para fotógrafos pacientes: las mejores son las que surgen tras meses de exposición

La larga exposición en fotografía da mucho juego. De hecho, es una función que ha pasado en los últimos años de requerir trípode y mucha paciencia a ser una función habitual en los móviles. Pero aún quedan disciplinas que se basan en la larga exposición y tienen un aire de antaño, como ocurre con la solarigrafía.

En la actualidad, la solarigrafía es una disciplina que aúna el uso de cámaras estenopeicas, el papel fotográfico e incluye la difusión por redes, por lo que es un combo de aspectos más retro y algo que es casi una obligación en la actualidad. Su nacimiento [se sitúa](http://www.solarigrafia.com/solarigrafia_solarigraphy/Introduccion_Solarigrafia.html hacia los años 2000 y desde entonces hemos podido ver muchos ejemplos.

Estelas que son un rastro de meses

Como no podía ser de otra manera, nuestra particular biblia de fotografía (Xataka Foto) nos ayuda a conocer esta práctica, que como decimos tiene unos 20 años (son dos décadas, sí, pero la fotografía tiene más de un siglo, así que tampoco es muy antigua). Tal y como describieron en dicha publicación, las solarigrafías registran el movimiento de la Tierra respecto al Sol, algo que como resultado da una extraña composición en la que aparecen estelas paralelas y fluorescentes.

De hecho, es interesante leer la entrevista a Diego López Calvín, uno de los inventores del término "solarigrafía" para denominar las imágenes producidas en su Proyecto Solaris, junto con Slawomir Decyk y Pawel Kula (que se mostrarían en el festival de Fotografía de Skoki 2003), tal y como explican en Solarigrafía.com.

Ahí López Calvín describe que en una solarigrafía la imagen aparece por el ennegrecimiento directo debido a la sensibilidad del papel fotográfico. En este caso, aunque hablemos de papel, no se revela ni tampoco se fija, no hay momento de cuarto oscuro con luz roja y tendido de fotos.

EN Instrcuctables, Cartermarquis cuenta paso a paso su experiencia. Al final, en la parte de lo que sería el revelado, enfatiza que el papel se puede sacar de la cámara en una habitación iluminada y que al intentar fijar la foto obtuvo un negativo con menos contraste, por lo que lo desaconseja. Aquí vemos el antes y el después (del escaneo y procesado digital) de la solarigrafía.

Lo que vemos en estas fotografías es la huella que el Sol deja al pasar por el cielo, lo cual nos puede recordar a las estelas de luz que conseguimos con una fotografía clásica de larga exposición (por ejemplo, si dejamos la cámara exponer unos segundos a una carretera con tráfico de noche u oscureciendo). La diferencia es que en este caso requerirá una exposición de días o incluso hasta meses. Es decir, si eres de los que se impacienta con el modo bulb de las cámaras, esto no es para ti.

De este modo, lo que observamos en una solarigrafía, especialmente en alguna de las que sale por un tiempo de exposición largo, son los pasos del Sol ordenados temporalmente de arriba hacia abajo. Son imágenes que proporcionan información sobre la posición del Sol en el horizonte y lo plasman de una manera bastante singular.

Lo bueno es que requiere una cámara estenopeica, o lo que es lo mismo, una cámara fotográfica sin lente. Puede que hayáis hecho alguna en el colegio o en algún taller infantil, ya que consiste en una caja estanca a la luz con solo un pequeño orificio por donde entra la luz (el estenopo), y un material fotosensible (papel). Hay múltiples ejemplos de cámaras estenopeicas DIY en YouTube, desde las más sencillas con una lata hasta otras más elaboradas, como la que mostraron en Domestika.

El material fotosensible ha de ser papel fotográfico en blanco y negro. ¿La parte moderna? La de compartir, lo cual implica también que el papel con la estampa se escanee y se procese con algún programa de tratamiento de imágenes para obtener el archivo digital.

Un tipo de fotografía barata, pero sólo apta para fotógrafos pacientes

Para realizar solarografías conviene tener en cuenta que cuanta más exposición, mejor, como hemos dicho antes. Por tanto, convendrá que nuestra cámara estenopeica no sea algo muy valioso y que pueda estar colocada en un sitio medianamente protegido, que nos permita ir de vez en cuando a vigilarlo y no esté demasiado expuesto a viento o agentes que puedan estropearnos el resultado.

En cuanto a los periodos recomendados, podemos encontrar recomendaciones en torno al tiempo que hay entre un equinoccio y un solsticio, (es decir, entre el día en el que las horas de luz y la noche son las mismas y el día en el que las horas de sol son las máximas en el año), aunque se suele recomendar tomar el tiempo entre dos solsticios (más largo). Y para quienes quieran ir más allá en la experimentación, pueden intentar lograr captar el analema (la curva que describe la posición del Sol en el cielo si todos los días del año se observa a la misma hora del día), aunque esto suele requerir más habilidad y algún mecanismo añadido.

Imagen | Luis Salazar.

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