Si pudiésemos oír el Sol desde la Tierra sonaría tan fuerte como un taladro mecánico, un atasco o estar en la discoteca

Hace pocos meses nos llegaba un dato curioso con respecto a InSight: por primera vez podíamos oír el viento de Marte. Pero parece que hay otro astro que sonaría bastante más fuerte si el sonido pudiese propagarse en el vacío, y es que al parecer el Sol sonaría a más de 100 decibelios.

Aunque se trata de un cuerpo celeste de miles de millones de toneladas, la distancia que nos separa de él son más de 149 millones de kilómetros. Aquí en la Tierra, sin vacío, no oímos sonidos a cientos de kilómetros por fuertes que sean (grandes explosiones, etc.), pero el rugido del Sol es tan fuerte que sí llegaríamos a percibirlo.

Como un taladro mecánico o un atasco

Hay quien se pregunta a qué huelen las nubes y hay a quien le despierta curiosidad el sonido que emiten las explosiones de gas u otros eventos astronómicos. Como decíamos en el inicio, el sonido requiere como vehículo para poder ser transmitido y en condiciones de vacío no puede haber transmisión (es una onda mecánicas y requiere un medio, como son el aire o el agua en la Tierra), de ahí que en principio en el espacio exterior no sea posible oír, aunque como ya vimos algo sí podría oírse (es decir, la cuestión es que nuestros oídos no son lo bastante agudos como para captar el ruido espacial).

Bueno, eso salvo que se tengan las herramientas adecuadas. El ser humano se ha planteado visitar muchos cuerpos celestes y hemos llegado lejos, pero también nos hemos planteado "oír" y lo hemos logrado. De hecho. hace unos meses veíamos cómo una herramienta de software permitía acelerar las vibraciones del Sol hasta frecuencias muy altas, lo suficientes para que entren en el espectro de audición humano.

Gracias a los software modernos podemos hacer algo tan abstracto como "oír la rotación solar"

Se trata de SoSH (algo así como Proyecto de Sonificación de Armónicos Solares), una herramienta que analiza los datos de la oscilación solar de modo que puede "traducirla" a un sonido. Aunque con fines científicos (la "sonificación" como alternativa a la visualización para interpretar datos), el caso es que ya hemos oído el Sol. Nos ponían en Xataka Ciencia algunos ejemplos, de modo que podemos hacer algo tan abstracto como oír la rotación solar.

En la longitud de onda empleada para obtener esta imagen se ven oscuros los agujeros en la corona solar. Estos agujeros son áreas donde el campo magnético se abre y se expulsa viento solar al espacio (que si llegan a la Tierra pueden acabar produciendo auroras). Los científicos representan las líneas del campo magnético en esos trazos dibujados encima. Imagen: NASA/GSFC/Solar Dynamics Observatory

Pero, como suele ocurrir, en Reddit fueron un poco más allá en este tema. La magia de internet hizo que algunos astrofísicos como el Dr. Craig DeForest (astrofísico en el Southwest Research Institute que ha publicado diversos estudios e investigaciones relacionadas con la corona solar y otras materias relativas al Astro Rey) encontraran cierto hilo de Reddit y respondiese: "si el sonido pudiese viajar a través del espacio, ¿cómo de intenso sería el sonido del Sol?".

Según explica el astrofísico, el calor llega a la superficie del Sol por convección (es decir, los materiales de la superficie que "se enfrían" y se hunden, de modo que emergen los más calientes). Cada una de estas células de convección (llamadas gránulos, por su aspecto al ser observadas con telescopio) mide en torno a 600.000 kilómetros cuadrados, y teniendo en cuenta que en la superficie del Sol puede haber unos 10 millones de gránulos, el estruendo que todo eso arma es enorme (dice DeForest que produce "un jaleo de mil demonios", hablando sin jerga científica).

Toda esa "energía sonora" se refleja volviendo al Sol, pero parte de ella logra salir a la corona y a la cromosfera solar. Explica el astrofísico que por el momento, con los métodos actuales, no pueden dar una medida de esa energía, pero estiman que está entre 30 y 300 vatios/metro cuadrado (W/m²) de irradiancia o potencia calorífica.

No obstante, por técnicas como la que hemos descrito antes podemos oír o "ver" las ondas sonoras solares (tratándose de infrasonidos al estar por debajo de nuestro umbral de audición). En la superficie se generan decenas de miles de vatios de potencia de sonido por m², las cuales si llegasen a la Tierra se verían atenuadas por la distancia, así que hay que tenerlo en cuenta para las estimaciones.

De ese modo, tomando como referencia unos 200 W/m² emitidos por el Sol, a la tierra llegarían unos 20 mW/m² (habiéndose atenuado 10.000 veces por los casi 150 millones de kilómetros). De este modo, convirtiendo los W/m² en decibelios, la aproximación da unos 100 decibelios, lo cual según algunas referencias equivale a los claxon en un atasco, una perforadora eléctrica o estar en una discoteca.

Un sonido que nos volvería locos (y sordos)

El tipo de sonido sería algo así como un zumbido continuo con algunos picos. La NASA publicó un vídeo con esos sonidos solares de fondo sobre imágenes del Sol a ocho longitudes de onda distintas.

Teniendo en cuenta que esto nos llegaría con continuamente con la misma intensidad que un taladro mecánico a tan sólo unos metros, la verdad es que ese vacío que impide la transmisión del sonido en el espacio se agradece. De hecho, hablando de este sonido en Techly apuntaban que ocho horas de este ruido ininterrumpidamente ya podría causar pérdidas de audición.

Como curiosidad, en el artículo que enlazábamos antes sobre ese ruído que en teoría si sería audible (por oídos más agudos) comentaban un dato curioso: la nota más profunda jamás detectada en el universo. Se trata de un Si bemol (B bemol) y la puede generar un agujero negro, siendo más de mil millones de veces más grave que el límite de audición del oído humano (57 octavas más grave que un Do (C) medio).

Imagen | NASA's Goddard Space Flight Center/Genna Duberstein, Freepik

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