Descubren la primera ráfaga de radio rápida proveniente de la propia Vía Láctea: la más cercana a nosotros hasta ahora

Las ráfagas de radio rápida (FRB) son uno de los fenómenos más interesantes de la astronomía. Señales que son destellos de luz y apenas duran unos milisegundos, pero suficientes para ser capturadas por las antenas de la Tierra. Generalmente provienen de lugares que están a cientos de millones de años luz de nosotros y casi todas las teorías apuntan a que se trata de explosiones de astros que emiten una inmensa radiación. Pero ahora los científicos han descubierto algo diferente, la primera señal de este tipo que proviene de nuestra propia galaxia.

Durante años los astrónomos han sido capaces de registrar algo más de cien diferentes ráfagas de radio rápidas. Generalmente no se les da mucha importancia a no ser que tengan alguna peculiaridad. Por ejemplo, las dos únicas que se conocen que son periódicas. Una de ellas llega cada 16 días y otra lo hace cada 157 días. Son peculiares porque no conseguimos saber qué provoca que tengan ese patrón concreto. A ellas ahora tenemos que sumar una nueva, la primera que está lo suficientemente cerca para poder estudiarla, se encuentra en la Vía Láctea.

A (sólo) 32.600 años luz

A finales de abril de este año una magnetar (un tipo de estrella de neutrones alimentada con un campo magnético extremadamente fuerte) de la Vía Láctea disparó durante una fracción de segundo una ráfaga de radio rápida que llegó a ser registrada brevemente en varios puntos de la Tierra. Se trataba de la estrella SGR 1935 + 2154, que se encuentra a unos 32.600 años luz de la Tierra.

CHIME en Canadá, uno de los telescopios encargados de registrar este tipo de señales en la Tierra.

Teniendo en cuneta que lo más lejos que ha llegado el ser humano es a unas horas luz (la Voyager 2) esa cifra puede parecer inmensa, pero no lo es. No lo es en términos relativos al Universo, y es que se trata de la ráfaga de radio rápida más cercana que hemos registrado jamás. Para ponerlo en contexto, la anterior más cercana de la que teníamos registro está aproximadamente a 490.000.000 años luz.

El hecho de haber descubierto esta FRB tan "cercana" a nosotros ha permitido a los astrónomos identificar que efectivamente proviene de una magnetar. Previamente se teorizaba con la idea de que las magnetar eran las causantes de este tipo de señales, pero no ha habido forma de demostrarlo por la imposibilidad de "ver" tan lejos. Hay otras teorías también.

Representación artística de una magnetar.

Se calcula que en la Vía Láctea hay alrededor de 30 magnetares y, por su comportamiento, ocasionalmente emiten radiaciones extremadamente potentes. Los potentes campos magnéticos que conforman los magnetares hacen que se emitan este tipo de señales, aunque no queda claro qué genera esos potentes campos magnéticos con estallidos, es algo que ocurre dentro del propio magnetar.

En esta ocasión no sólo hemos podido registrar la ráfaga de radio rápida, sino que varios satélites también detectaron ráfagas de rayos X provenientes desde el magnetar. Correlacionado estos datos y las distintas longitudes de onda recibidas será posible estudiar mejor los magnetares y por qué son causantes de las FRB que tanta intriga generan.

Vía | Nature

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