Realme 3 Pro, primeras impresiones: conseguir hacerle frente a un grande como Xiaomi es una tarea complicada

Realme llega al mercado Europeo para luchar mano a mano contra compañías del calibre de Xiaomi, Huawei y Honor. Y lo hace con el teléfono más top de su catálogo, el Realme 3 Pro. Un smartphone que apuesta por el diseño, potencia y, lo más importante, un precio bastante comedido.

Si quieres quieres conocer todas las bazas que pone en juego este teléfono, sigue leyendo porque este smartphone no se conforma con pertenecer a la gama media, sino que pretende luchar por el primer puesto de la que quizás es la gama más compleja del mercado.

Diseño que sigue las tendencias del momento

Ya lo mencionaba nuestro compañero Enrique en su artículo sobre la estrategia de Realme: esta empresa, nacida en la sede de Oppo, se centra en apostar por un público joven que, entre otras cosas, valora mucho el diseño a la hora de comprarse un nuevo smartphone.

Con este Realme 3 Pro, buscan seguir las tendencias actuales como el degradado de la parte trasera (que inició Huawei con el P20 Pro), la pantalla infinita con el notch en forma de gota y otros aspectos que voy a describiros en las próximas líneas.

Este degradado sigue tendencias pero, por suerte, aporta detalles que lo diferencian

Comenzando por la trasera, como ya os mencionaba, tenemos el conocido degradado de azul a morado junto a un segundo modelo que torna de negro a morado. Un degradado que potencia el diseño de un teléfono que, a pesar de esta fabricado en plástico, tiene una trasera limpia de elementos, elegante y terminada en bordes curvados que transmiten una buena sensación en mano.

Sobre de la trasera, podemos ver el nombre de Realme en la parte inferior. Si desviamos la mirada hacia arriba, centrado en la parte superior nos encontramos el lector de huellas. Un lector que, además, funciona bastante rápido. En el lateral está localizado el módulo de la doble cámara trasera, junto al flash LED.

Si giramos el dispositivo, llegamos a la parte frontal, donde destaca una pantalla IPS de 6,3" y resolución FullHD+, con notch en forma de gota. Un panel que no nos ha sorprendido demasiado en cuanto a especificaciones pero al que, teniendo en cuenta que estamos hablando de un teléfono de 199€ en su versión más básica, no podemos exigir mejores características.

Según nuestras primeras impresiones, y aunque ya profundizaremos más y probaremos más a fondo para nuestro análisis, la sensación con la pantalla del Realme 3 Pro es correcta. El brillo, contraste, tonalidad del panel y la nitidez están a buen nivel.

Con el resto de elementos colocados en la distribución habitual, encontramos un detalle que nos llama la atención en la parte inferior de este Realme. No se trata de que incluya jack de audio, ni que este no se encuentre centrado sino desplazado unos milímetros hacia abajo. Lo que nos llama la atención es que, en lugar de optar por el ya estandarizado USB-C, recurran al viejo conocido microUSB y que, además, este tenga carga rápida VOOC 3.0. Una tecnología que promete cargar el 100% de los 4045mAh en 80 minutos.

Un teléfono que ofrece lo que se le pide, aspecto de gama alta adaptado a la gama media. Aunque hay detalles que se pueden mejorar

Por supuesto, hay detalles que se pueden mejorar en este Realme 3 Pro. Algo que no termina de agradarnos, y que vemos en otros teléfonos de esta misma gama, es el acabado del lateral de la pantalla. En la trasera, el borde que recubre todo el lateral del teléfono se une perfectamente a él, mientras que el frontal queda separado por unos milímetros.

No es algo dramático pero, para los más meticulosos, será un detalle que llame la atención de forma negativa y que empeorará experiencia con el teléfono.

El equilibrio entre hardware y software

Un detalle que echamos en falta cuando nos movemos por los menús son los gestos. El Realme 3 Pro se encuentra en Android 9 bajo la capa de personalización de Oppo, ColorOS (en su versión 6.0). Una capa que, como MIUI de Xiaomi o EMUI de Huawei, viene cargada de personalización y ajustes propios que quizás no sean de agrado para todos los usuarios.

A pesar de esa sobrecarga de opciones, tenemos que decir que la navegación por el sistema es bastante fluida y, en el tiempo de prueba que tuvimos, no encontramos ningún tipo de lag o cierres. Y, aunque echemos en falta detalles como los gestos, encontramos otras funciones que sí nos agradan, como el sistema de reconocimiento facial (que en nuestro escenario de pruebas, se realizaba bastante rápido y sin fallos) y la app para gaming que Realme ha denominado "Espacio de juegos" (al entrar nos permite ajustar ciertos detalles del rendimiento, notificaciones y consumo energético). Un plus que se agradece en esta gama de smartphones.

Además, podemos ver un pequeño menú lateral en la pantalla de inicio que nos recuerda mucho al menú "EDGE" de los teléfonos Samsung. Un menú de "atajos" para realizar acciones y entrar en apps de forma rápida con un sólo swipe con el dedo pulgar.

Pero claro, gran parte de "culpa" de la fluidez la tiene un hardware bien seleccionado por el fabricante

En Realme han querido poner toda la carne en el asador y, mientras que otros fabricantes ofrecen procesadores de una gama inferior, ellos han querido ir un paso por delante. Nos encontramos ante un conjunto de componentes que lidera el Snapdragon 710, junto a 6GB de memoria RAM y 128GB de almacenamiento.

En otras opciones de la competencia en esta gama vemos una clara tendencia a utilizar la gama 600 de Qualcomm. Realme va más allá y apuesta por el modelo 710. Esto, junto a unas especificaciones que cumplen, mejora la experiencia y alarga la vida útil del producto.

El apartado fotográfico no sorprende, ni tampoco deja indiferente

Respecto al apartado fotográfico, la sensación que nos transmite es la de un viejo conocido: Realme ha optado por una doble cámara principal de 16 MP + 5 MP, que implementa opciones que nos suenan de otros fabricantes como la tecnología Dual Pixel, el modo noche y la inteligencia artificial para el reconocimiento de escenas.

La aplicación de cámara es bastante sencilla y muestra una interface en la que nos podremos desplazar entre las opciones de foto, vídeo o retrato deslizando de un lado a otro, con la posibilidad de tener acceso de forma relativamente fácil al resto de opciones en el menú de sandwich de la izquierda. El único ajuste que nos resulta algo incómodo de acceder a él es el de la IA, ya que hay que adentrarse en los ajustes de esta app para encontrarlo y no está a simple vista.

En cuanto a los resultados, si las condiciones de luz acompañan, podemos obtener algunas fotografías que tienen buen detalle (incluso si hacemos una foto macro), pero notamos una pequeña sobresaturación en la mayoría de resultados además de una subexposición algo incómoda si el contraste entre sombras y luces es alto.

Donde sí encontramos buenos resultados, al menos en estas primeras pruebas, es en el modo retrato. En el recorte es bastante acertado a pesar de que la estructura de los objetos sea algo compleja.

De momento, no hemos podido probar a fondo detalles como el modo noche y la grabación de vídeo (sobre todo el modo para grabar a 960fps) y tendremos que esperar hasta la review para poder evaluarlos. Sin embargo, las muestras que nos enseñaron en su presentación tienen una "pinta" increíble pero, como os decimos, habrá que esperar.

Respecto a la cámara delantera, tenemos una única lente de 25 MP y f/2.0. Una cámara que incluye las típicas funciones de modo belleza y realce que vemos en otras propuestas, además de incluir el popular modo retrato.

Los resultados en estas primeras pruebas nos muestran imágenes bastante contrastadas y con la misma sobresaturación que encontramos en las cámaras principales, aunque el nivel de detalle no está nada mal. En cuanto al recorte, no es tan acertado pero tendremos que probarlo más a fondo para ver hasta que punto ha sido un fallo puntual o es algo que persiste en el resto de pruebas.

Un buen comienzo para Realme

Si tenemos en cuenta que este es el primer paso de una marca como Realme, que se adentra en el mercado europeo para hacerle frente a grandes como Xiaomi, la verdad es que llegan con fuerza.

Un teléfono que puede competir de tú a tú en la gama media y que supera en detalles como el procesador a otros contrincantes. Que además ofrece potencia y fluidez acompañado de un gran plus en el apartado de diseño, dirigiéndose así al público joven con su eslogan "Proud tu be Young".

Este Realme podría convertirse en una de las grandes opciones a tener en cuenta a partir de los 199 euros. El tiempo y las opiniones de usuarios como los que estáis leyendo estas palabras, podrán decir hasta qué punto logrará escalar esta "nueva" compañía en una de las gamas de teléfonos más competidas del mercado.

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