Twitch no permitía el meta "topless". Hasta que un montón de streamers le han obligado a cambiar de postura

En las últimas semanas se ha originado un debate sobre si este contenido viola o no las políticas de desnudez de la plataforma

Desde hace algunos días, algunos espectadores de Twitch están un poco desconcertados tras ver cómo una nueva tendencia se abre camino en la plataforma: el "topless". La polémica llegaba principalmente de la mano de la streamer, cosplayer y modelo “Morgpie”, que se hizo viral por varios directos en los que parece que esté completamente desnuda frente a la cámara (en realidad no lo está, ya que el plano se corta justo antes de llegar a los pechos). Una estrategia para eludir la normativa de la plataforma y optimizar su canal.

Como ella, otras streamers han retransmitido contenido similar, dando lugar a un debate sobre si este contenido que a priori no está justificado viola o no las políticas sobre contenido sexualmente explícito de Twitch. Ahora la plataforma ha hablado. Y lo ha cambiado todo para siempre.

La polémica. Otra vez más, Twitch, la plataforma estrella de retransmisión de contenido en vivo está en el epicentro de una polémica. Al igual que pasa con los videojuegos, cada cierto tiempo algunos streamers descubren un atajo efectivo para ganar visualizaciones, algo conocido como “meta”. Hace dos años, tal y como lo analizamos entonces en Xataka, fueron los Hot Tubs (básicamente streamers en bikini a remojo en bañeras hinchables), el año pasado se puso de moda hacer vídeos de ASMR algo subidos de tono (también lo contamos), y ahora son directamente los desnudos.

Hasta ahora, la normativa de Twitch prohibía específicamente la exposición de "pechos con pezones descubiertos", a menos que se tratara de lactancia materna. En el caso de "Morgpie", aunque técnicamente no violara estas reglas, su contenido ha suscitado ciertas quejas entre la comunidad y una conversación sobre los términos del contenido sexualmente sugerente.

Nuevas políticas en Twitch. Pero lo que estaba prohibido hasta ahora ha dejado de estarlo. O, al menos, muchas de estas prácticas. Hoy mismo la plataforma ha aplicado ciertos cambios en su política de contenidos en los que se permitirá a los creadores mostrar cierta desnudez cuando se trate de expresiones artísticas, así como la realización de bailes eróticos, entre otras nuevas medidas.

Concretamente, queda permitido resaltar partes del cuerpo como senos, trasero y región pélvica; mostrar dibujos, esculturas, animaciones, entre otras expresiones artísticas de mujeres mostrando partes íntimas del cuerpo; crear arte (tatuajes) o escribir sobre zonas íntimas del cuerpo, como senos, trasero y zona pélvica; y los bailes eróticos como striptease, twerking, grinding y pole dance.

¿Por qué? Desde la compañía, que forma parte de Amazon desde 2014, señalan que la decisión se debe a las peticiones de la comunidad artística de Twitch, que criticaban la imposibilidad de mostrar su trabajo debido a las normas en torno al contenido sexual. Pero por el reciente comunicado de la empresa se puede entender que la decisión va mucho más allá de eso. Angela Hession, directora de confianza del cliente de Twitch, dice que la plataforma actualizó sus políticas después de recibir comentarios constantes de streamers sobre que cierto contenido era "confuso y que puede ser difícil saber cómo se interpretará".

Ahora, con la nueva actualización, en lugar de tener reglas separadas para contenido sexualmente sugerente y secciones de contenido sexualmente explícito, Twitch ha fusionado las dos en una Política de contenido sexual dentro de las Directrices de la comunidad. La compañía hace hincapié además en que la anterior política "no estaba en línea con los estándares de la industria y resultó en que las streamers que presentaban ese contenido fueran penalizadas desproporcionadamente".

Pero ojo. Hay que tener en cuenta que Twitch todavía no permite que los streamers estén total o parcialmente desnudos.  Aunque haya relajado su normativa, tampoco abre la puerta a los juegos sexuales, la violencia sexual o la pornografía. Y los actos sexuales ficticios o la masturbación siguen totalmente prohibidos. Los usuarios tampoco pueden ver en la página de inicio cualquier vídeo en vivo con etiquetas que indiquen drogas o consumo excesivo de tabaco, representaciones violentas y gráficas o temas sexuales.

El etiquetado, clave. Twitch lanzó las etiquetas de clasificación de contenido (CCL) en junio reconociendo que "parte del contenido permitido en el servicio puede no ser adecuado para todas las audiencias". Para la empresa, con estas etiquetas en juego, algunas de las anteriores restricciones de las políticas ya no son tan necesarias. Cuando un creador aplica una etiqueta, los espectadores deben dar su consentimiento explícito antes de poder comenzar a ver un directo. Según Twitch, si los streamers no utilizan una etiqueta adecuadamente, recibirán advertencias pudiendo ser incluso baneados temporalmente.

La tendencia. Hay que destacar que estos cambios relacionados con el contenido sugerente, lejos de la polémica, podrían estar persiguiendo otro fin: atraer a más público. Tras sus mejores años durante la pandemia, la audiencia de Twitch ha comenzado a estancarse. Según datos de TwitchTracker, la media de público ronda los dos millones y medio de espectadores este 2023, muy por debajo de los seis millones y medio de 2021. Suavizar la normativa de contenido podría ayudar a levantar la audiencia, el tiempo de visualización y la cantidad de donaciones a los creadores. Es algo que ya estamos viendo.

Imagen: Twitch

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