Miedo al apagón analógico

Cada vez queda menos para que llegue el apagón analógico, en el que la señal analógico de televisión desaparecerá para verse sustituida por el TDT. Pero esto no va a ser una camino de rosas, y mucho me temo que o nos damos prisa o los plazos marcados no se van a cumplir.

En Estados Unidos el apagón debía producirse el próximo 17 de febrero, pero ya se ha retrasado hasta el 12 junio, ya que todavía hay muchos usuarios que no pueden acceder a ella. Allí se puso en marcha un sistema de cupones que permitían obtener descuentos al comprar un sintonizador digital, pero estos se han agotado dejando a 2.5 millones de personas en lista de espera. Se estima que son 20 millones los que todavía no están listos para la transición digital.

Las perspectivas en España no son demasiado alentadoras. La primera fase se realizó en el municipio de A Fonsagrada, en Lugo, y no estuvo exenta de problemas, pues un mes después del apagón analógico un 10% de la población seguía sin poder recibir la señal.

La segunda fase está prevista para el 30 de junio de este año, cuando un buen número de poblaciones harán la transición, afectando al 12.6% de la población. La tercera, que se producirá el 31 de diciembre de este año, afectará a 14.5 millones de personas.

La cobertura de la TDT es, ahora mismo, de un 90%, lo cual no quiere decir que se esté aprovechando adecuadamente, ya que su penetración es solo del 45%. Es decir, no llegan a la mitad el número de hogares que pueden, ahora mismo, ver la señal digital. Lo que es aún peor, solo el 22% consumen televisión en TDT.

Es decir, la mitad de los que pueden ver la TDT no lo hacen y siguen optando por la señal analógica. No es extraño, puesto que haya cobertura no significa que esta sea buena. En mi caso, la cobertura de TDT llega a mi hogar, pero algunas cadenas, como La 1 o TV3 no se ven prácticamente nunca.

Por no hablar, claro, de cuando llueve o hace viento, momento en el cual es prácticamente imposible recibir la señal, por lo que se queda uno sin televisión. Afortunadamente, prácticamente no veo nada de la programación actual, por lo que a mi no me representa demasiado problema, pero teniendo en cuenta que no estamos hablando de un pueblo pequeño, sino de una ciudad como Barcelona podemos ver que el calendario vendrá apretadito.

Aparte queda el tema de que no se aproveche realmente la TDT, ya que muy pocos de los receptores que se ponen a la venta permiten servicios interactivos ni la recepción de señal en HD, ya que no implementan los códecs adecuados para ello.

Será el 3 de abril de 2010 cuando se cumpla el plazo y, si no cambian las cosas, se produzca finalmente el apagón analógico. Un apagón que muchos esperamos nos traiga servicios interesantes, ya que el espectro de frecuencias que quedará libre podría utilizarse para ofrecer servicios de telecomunicaciones, como acceso a Internet, aunque esto es algo que todavía está muy en el aire.

Más información | ImpulsaTDT.

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