Tenemos un nuevo récord de aceleración: de 0 a 100 km/h en 1,46 segundos. Y lo ha batido un coche eléctrico

El ser humano siempre ha luchado por buscar los límites de la física y dar lo mejor de sí mismo. La ingeniería tampoco es una excepción y lo récords de velocidad son tan antiguos como la automoción. Por ejemplo, ya os contamos que en los años 20 se llegaron a utilizar hélices para conseguir la máxima velocidad punta posible. Sólo así el Hélica consiguió una endiablada velocidad punta de 170 km/h en 1927.

Con el tiempo, se dio paso a una carrera por la máxima potencia y la mejor aerodinámica, en una guerra que nos ha dejado por el camino joyas como el Mercedes T80, una suerte de nave espacial con la que Hitler quería alcanzar los 750 km/h. Su secreto: un motor de un caza en una carrocería pensada por y para acuchillar el viento.

Pero si hay quienes han buscado ser los más rápidos del mundo, en la automoción hace tiempo que se popularizó aquello de ser el más rápido en alcanzar los 100 km/h desde parado. Una barrera que, con la llegada del coche eléctrico, está poniendo el listón en lugares insospechados hasta hace muy poco.

La barrera de los dos segundos

En esta lucha por ser los más rápidos, hay una doble competición. La primera, contar con el coche de calle más rápido del mundo. Aquí, una vez más, el coche eléctrico ha sido básico para rebajar unas cifras inalcanzables para la combustión. Especialmente para romper la barrera de los dos segundos, que se antoja insalvable.

Si echamos un ojo a la lista de los 25 vehículos más rápidos del mundo con los que podemos circular por una carretera, tenemos que caer hasta la cuarta posición para encontrarnos un vehículo de combustión pura. Este es el exótico Fahlke Larea GT1 S12, que combina un enorme V8 de 7,2 litros y 1.260 CV con una carrocería que apenas alcanza los 900 kg para alcanzar los 100 km/h desde parado en dos segundos exactos.

Por delante de esta auténtica bestia, tiene los no menos exóticos Pininfarina Battista (también dos segundos exactos), Koenigsegg Gemera (1,9 segundos) y Rimac Nevera (1,85 segundos). De ellos, las creaciones de Rimac y de Pininfarina son completamente eléctricas, mientras que le Koenigsegg cuenta con tres motores eléctricos para acompañar a un propulsor de combustión de 2,0 litros.

En menos de un segundo y medio

Pero hay otra lucha, la de conseguir el coche más rápido del mundo. Y, aquí, brillan los monoplazas y los equipos de estudiantes. El último en conseguir marcar un nuevo récord ha sido un grupo de 20 estudiantes de la Universidad de Stuttgart. El tiempo: 1,461 segundos para alcanzar 100 km/h desde parado.

GreenTeam, que así se llama el equipo, ha conseguido recuperar un primer puesto que perdieron en 2016. Hasta entonces, los alemanes contaban con un récord que ponía el listón en 1,779 segundos y que había alcanzado en 2015, cuando superaron un récord que también habían marcado ellos mismos en 2012 (entonces, 2,681 segundos).

El equipo suizo AMZ consiguió alzarse a lo más alto de la clasificación en 2016, cuando situaron el récord en 1,513 segundos. Es decir, GreenTeam ha rebajado el tiempo en 0,052 segundos. Una cifra ajustada pero suficiente para devolver el honor a tierras germanas.

Para conseguirlo, han utilizado en su monoplaza cuatro motores (uno por rueda) que suman 212 CV y que les ha permitido mantener el conjunto en 173 kg. La batería, de dimensiones mínimas para apenas conseguir el propósito, tiene un tamaño de 7,67 kWh.

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