La crisis de la listeriosis y la "carne mechá" va camino de convertirse en la crisis sanitaria más grave desde el aceite de colza

La Junta de Andalucía ha confirmado que una mujer de 90 años ha sido la primera muerte provocada por el brote de listeriosis que empezó en Andalucía, pero que, según el Ministerio de Sanidad, ya ha desbordado Despeñaperros y afecta a media docena de comunidades autónomas por todo el país.

Además, el último informe epidemiológico ha elevado a 114 las personas infectadas en Andalucía y una más en Extremadura. Hay varios casos sospechosos en el resto del país, uno en Madrid y cuatro más en Extremadura. Con estas cifras, podemos hablar ya del peor brote de listeria registrado en España y, teniendo en cuenta la información que va apareciendo, es posible que nos encontremos ante la crisis sanitaria más grave desde el aceite de colza.

Lo que sabemos del brote de listeriosis

La paciente de 90 años fallecida ingresó el 15 de agosto en el hospital Virgen del Rocío tras cuatro días de síntomas. Hasta la fecha, 53 personas habían sido hospitalizadas: 35 en Sevilla, siete en Huelva, seis en Málaga y cinco en Cádiz. Entre ellas, hay 18 mujeres embarazadas y dos recién nacidos.

La listeriosis es una infección causada por la listeria monocytogenes. Se trata de una enfermedad 'oportunista' que se contagia por consumir alimentos infectados (o, en el caso de fetos y recién nacidos, a través de la placenta o durante el parto). Aunque generalmente se presenta como una "enfermedad leve" (similar, en muchos casos, a una "gastroenteritis"), es especialmente peligrosa en determinados grupos de riesgo como mujeres embarazadas, recién nacidos, ancianos y, en general, personas con el sistema inmune comprometido. En estos grupos de riesgo, puede causar afecciones bastante graves (aborto, muerte fetal, septicemia o meningitis) y tiene tasas de mortalidad que se sitúan entre el 20 y el 30% de los casos.

Pero esto podría ser solo el principio. El producto en cuestión, una carne mechada de la marca sevillana 'La Mechá', tiene tres meses de caducidad y solo comenzó a ser retirado del mercado a partir del día 15 de agosto. El Ministerio de Sanidad ha confirmado esta mañana que el producto se había distribuido también en Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha, Tenerife y, posiblemente, en Girona.

Mientras que José Miguel Cisneros, el portavoz del grupo para el control de la crisis organizado por la Consejería de Salud y familia de la Junta ha incidido en que "la importancia de que todas aquellas personas que hayan ingerido la carne mechada que ha originado la alerta sanitaria acudan a los hospitales en cuanto presenten síntomas", a nadie se le escapa que las peculiaridades de la listeriosis (que puede tardar hasta 70 días en mostrar síntomas) van a complicar tanto el control del brote como la misma comprensión de su alcance definitivo.

Por ello, como ha señalado la ministra de Sanidad, Maria Luisa Carcedo, además de tratar a todos los pacientes, están centrados en que "no se extienda la carne. Se ha ordenado la retirada de todo este producto de esta fábrica que está cerrada".

Un brote que está lejos de acabar

Distribución de los casos de listeriosis entre 1997 y 2015 (Herrador, 2019)

Todos los años se producen casos aislados de listeriosis. De hecho, en España, entre los años 1997 y 2015, se produjeron 5.696 hospitalizaciones relacionadas con la infección. Sin embargo, por sus características, este brote está convirtiéndose en un terremoto higiénico y sanitario sin precedentes en los últimos años.

Y, según las mismas autoridades, irá a más. Tras conocer esta mañana que un error en la identificación de las muestras afectadas pudo retrasar la declaración de la alarma sanitaria casi una semana. Debemos prepararnos para un posible reguero de casos que nos acompañará las próximas semanas.

De hecho, por la dimensión, la epidemiología y la distribución del brote, es posible que estemos ante la crisis sanitaria más importante de España desde que el síndrome del aceite de colza entrara en la historia sanitaria del país en la primavera de 1981 llevándose por delante la vida de 1100 personas.

En aquel momento, la intoxicación se originó por la comercialización fraudulenta de aceite de colza procesado para eliminar el colorante con el que era obligatorio venderlo precisamente para disuadir su consumo humano. En aquel caso, la tardanza en identificar la causa del problema hizo que el producto estuviera en circulación durante meses antes de ser retirado, impidió su correcto tratamiento y afectó a buena parte de la meseta peninsular.

Distribución geográfica de los afectados por el síndrome del aceite tóxico de colza en los años 81-82

No llegaremos a ese punto precisamente porque aprendimos mucho de aquella terrible crisis. Primero, porque los sistemas de alerta y monitorización sanitaria están a años luz de los que teníamos hace 30 años. Y, segundo, porque hospitales están siguiendo el protocolo estandar para el tratamiento de la listeriosis, un tratamiento que si se aplica correctamente es muy efectivo.

Las diferencias son, por eso mismo, importantísimas. Y sin embargo, a falta de conocer los detalles de la gestión de este brote de listeria, lo que sí queda claro que las crisis sanitarias son eventos realmente muy complicadas de gestionar y que necesitan toda la colaboración social posible.

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