Es tentador pensar que Cristiano Ronaldo ha hundido a Coca-Cola en bolsa (aunque no lo haya hecho)

Se abre el telón. Dos botellas de Coca-Cola reposan sobre una mesa. Cristiano Ronaldo entra en escena desde la margen izquierda de la pantalla. Toma asiento y analiza el entorno que le rodea. Su mirada se topa con las dos botellas de Coca-Cola. Las toma con la mano, las aparta y centra la botella de agua que les acompañaba. Acto seguido pronuncia tres palabras: "Agua. Coca-Cola no". ¿Cómo se llama la película?

Historia de un mini-escándalo.

Lo mediático. A esta hora el vídeo ha recorrido las cuatro esquinas de la red. Ronaldo debuta hoy en la Eurocopa y Coca-Cola es uno de los patrocinadores oficiales del torneo. Su gesto ha ganado la atención de aficionados y medios de comunicación, en parte por el mensaje saludable que envía (Ronaldo es un reconocido admirador de sí mismo, y más en concreto de su cuerpo, por lo que cuida al máximo su alimentación); en parte por la hipocresía que destila (patrocina a Herbalife).

Lo financiero. Pero hay otro ángulo: el financiero. Otro tuit se ha viralizado durante las últimas horas. Lo firma @EconoCabreado y dice así: "Cristiano Ronaldo aparta una Coca-Cola de una mesa y la lógica de los mercados". Al texto le acompaña la evolución de la compañía en bolsa. El viernes cerraba a 56,18$ la acción. El lunes abría a 55,3$. La lectura era evidente. Al descubrir que una de las mayores estrellas del mundo rechazaba sus productos, los inversores estaban huyendo de Coca-Cola. Se demostraba así la inherente irracionalidad de la bolsa, nada más que un casino.

Reconstruyendo. ¿Es así? Improbable. La caída de Coca-Cola se produce a las las 15:30 centroeuropeas. Ronaldo ofrece su rueda de prensa previa a su enfrentamiento con Hungría a las 15:45. Para entonces las acciones de Coca-Cola ya han iniciado su caída libre. Su gesto se viraliza a partir de las 21:00. En ese momento el valor de Coca-Cola ha pasado de los 56,18$ del viernes tarde a los 55,55$ del lunes a la hora de cierre (en torno a las 22:00). Es decir, cuando Ronaldo aparta las botellas, Coca-Cola está recuperando terreno respecto a su mínima diaria (55,3$).

Menos irracional. Es tentador imaginar a la bolsa como un ente irracional. Motivos no faltan. Pero su funcionamiento es menos aleatorio de lo que aparenta. Cualquiera que fuera el motivo por el que Coca-Cola rindiera por debajo de lo previsto el lunes no tuvo relación con Ronaldo. Los mercados son volátiles, pero no tanto. El rendimiento de la empresa desde el hundimiento de la bolsa el año pasado ha sido bueno, de hecho: de los 38,3$ en marzo de 2020 ha pasado a los más de 55$ actuales. Le queda poco para recuperar sus niveles pre-pandemia (llegó a los 60$).

Más Coke. Coca-Cola goza de buenas muy perspectivas. Como se analiza brevemente en Forbes, el recuperamiento de la actividad económica, de la restauración y el regreso de los espectáculos multitudinarios disparará sus ventas tras un 2020 de mínimos. Barron's la cuenta entre sus inversiones favoritas y le augura una recta final de año muy buena, mejor que la ya acumulada (un 14,8% al alza durante los últimos doce meses). A la vuelta a la normalidad podemos sumar otros motivos.

Arriba. Dicho de otro modo, hace falta algo más que un gesto de Cristiano Ronaldo para hundir la valoración de un transatlántico empresarial como Coca-Cola. Su valoración es invariablemente ascendente (recordemos: la bolsa siempre sube, aunque de vez en cuando baje; a la larga nunca deja de subir). En 2016, la empresa cotizaba a 45$. Hoy va camino de los $60. En cualquiera de los casos, Ronaldo habría hundido su precio... Un 1,57%. Hubiera sido llamativo, pero nada extraordinario.

Pero, pero. ¿Qué sucede? Que la idea de "un famoso hace o dice algo y una empresa/valor se hunde" es atractiva porque, en cierto modo, ha resultado ser cierta. Todos estamos familiarizados con la explosiva relación de Elon Musk y Bitcoin. Cada vez que el primero tuitea algo relacionado con la criptomoneda... Bitcoin (y todas las demás) suben o bajan. No hay nada de racional en ese comportamiento. Pero las criptomonedas son una herramienta meramente especulativa. Coca-Cola, mal que le pese a Ronaldo, es una empresa real de fundamentos más sólidos.

En cualquier caso, 2021 se presta a este tipo de interpretaciones. El fenómeno GameStop, AMC o Dogecoin, memes elevados a los altares de la bolsa por obra y gracia del lol, invita a pensar en la bolsa y la economía financiera como un juego aleatorio. En ese contexto, la idea de "Ronaldo hunde a Coca-Cola" es fácil de creer.

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