Si te has perdido en la guerra de Siria, este mapa te resume todo lo que ha pasado en un minuto

Pese a que la avalancha diaria de historias e información la ha relegado a un segundo plano, la guerra de Siria sigue su curso. Siete años después de su origen, el frente ha mutado radicalmente y parece encaminarse hacia una fase quizá definitiva. Atrás quedan los tiempos expansivos del Estado Islámico, la preponderancia Kurda a ambos lados del Eufrates o las tensiones entre Estados Unidos y Rusia a cuenta de Al-Asad.

¿Cómo ha cambiado el frente en los últimos dos años? Para entenderlo lo mejor es acudir al mapa interactivo creado por Live Universal Awareness Map (Liveaumap). La organización surgió a mediados de 2014 con el objetivo de ofrecer cartografías precisas sobre el estado de la contienda en el este de Ucrania (otro conflicto sin cerrar). Desde entonces ha crecido lo suficiente como para hacer lo propio con Siria y con Palestina.

El mapa sirio es quizá el más interesante por la amplia variedad de actores que participan en la guerra, por sus sinfín de intereses contrapuestos y por lo complejo de sus causas y consecuencias (frente a la guerra de Donbass, donde las líneas maestras del enfrentamiento son más claras). Liveaumap actualiza casi a ritmo diario las informaciones que llegan desde el frente, y las traduce en un mapa estupendo en tiempo real.

A largo plazo, la inmensa base de datos recopilada por la organización sirve para observar en apenas un minuto los cambios acontecidos sobre el terreno. Es lo que este vídeo, que va desde principios de 2017 hasta finales de 2018, ilustra: cada segundo contiene diez días de contienda, y los cambios se suceden (y se comprenden) a gran velocidad. El estado de Siria hoy es muy distinto al de hace dos años.

Por ejemplo: ya no hay nada del Estado Islámico. Reducido a cenizas en Irak, tras la toma de Mosul, las fuerzas gubernamentales de Al-Asad y el ejército kurdo lograron hacer lo propio sobre sus posiciones en el Eúfrates. La caída de Al-Raqqa en el otoño de 2017 puso un punto y final casi efectivo a la andadura de ISIS en Siria. Quedan pequeñas bolsas en medio del desierto, pero su califato ya es historia.

El terreno antaño ocupado por ISIS se lo reparten las fuerzas kurdas y el ejército de Al-Asad, estableciendo una frontera relativamente estable y nítida en torno al gran río que cruza el país. El caso kurdo es quizá el otro más interesante de dos años a esta parte: han ganado terreno hacia el sur, pero lo han perdido en el oeste. A principios de este año fuerzas turcas atacaron (y tomaron) el importante bastión de Afrin, cerca de Aleppo, dominando la cornisa noroccidental de Siria.

ISIS casi al máximo, al menos en Siria. En febrero aún retenía Mosul.
Cae Mosul, las fuerzas opositoras comienzan a penetrar en el territorio del Estado Islámico.

Su terreno está coloreado en verde claro. Es un ejemplo nítido de los muchos intereses que operan en Siria. Virtualmente, Turquía está ocupando parte del país (fronterizo durante centenares de kilómetros) por una cuestión ajena al origen de la guerra civil: el crecimiento de la facción kurda. Erdogan ha dejado claro que su única preocupación en Siria (por encima de ISIS) es el movimiento kurdo, y su potencial repercusión en el interior turco.

Al sur, las cosas parecen decantarse al fin en favor de las fuerzas gubernamentales de Al-Asad. Cualquier tipo de bolsa urbana opositora ha quedado evaporada del mapa. Entre la primavera y el verano, sus tropas lograron retomar Daraa. Como resultado, Al-Asad controla ahora la abrumadora mayoría de la línea costera siria (y por ende de la mayor parte de la población). La oposición resiste en el norte, eso sí, en torno a Idlib.

Finales de 2017, todo el territorio iraquí controlado por ISIS ha desaparecido. El régimen de Asad ha llegado hasta las cercanías de su capital, así como los kurdos.
En 2018, ISIS ya es historia. La batalla se concentra ahora en el oeste.

Pero es la última bolsa que pervive en un escenario dominado por el rojo. Aleppo y Homs, además de Damasco y Latakia, que siempre estuvieron bajo su control, han caído enteramente en las manos de Al-Asad. El frente ha quedado mucho más estabilizado y reducido al entorno de Idlib. Para la oposición, cada vez más rodeada, es un problema. El resto de la tensión reside entre Rojava y el ejército turco.

Siria ha cambiado decisivamente durante los dos últimos años, aunque es probable que la contienda se alargue aún más. Siempre ha sido una guerra de carácter imprevisible. Pero su alejamiento de los titulares coincide con movimientos decisivos que podrían decantar la contienda en torno a algunos de los bandos.

Este verano, Al-Asad logró tomar el territorio opositor del sur del país. Al norte, Erdogan cargó contra los kurdos.
La situación actual.

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