El movimiento "independentista" más fuerte de España no es el catalán. Es el de La Línea de la Concepción

España es un estado acostumbrado a las digresiones nacionalistas. La cuestión territorial ha sido transversal a su construcción moderna, siempre desde posiciones conflictivas. Pero a menudo esta cuestión ha quedado resumida a dos regiones: Cataluña y País Vasco. Hay otros problemas de carácter territorial quizá menos acuciantes, más discretos, menos llamativos, pero igualmente trascendentales para sus protagonistas. Y hoy estamos asistiendo a uno de ellos.

Hacia la autonomía. Nos referimos a la Línea de Concepción. El equipo de gobierno municipal llevará al pleno del ayuntamiento un referéndum popular... Para constituirse como ciudad autónoma, un modelo ya existente dentro del ordenamiento legal español pero sólo aplicado a Ceuta y Melilla. Se trata de un "independentismo" tanto autonómico como provincial: La Línea no quiere ser parte de Cádiz ni parte de Andalucía, sino un ente propio con capacidad de autogobierno plena.

Quién está detrás. Lo vimos en su momento: el consistorio está controlado sin fisuras por La Línea 100x100, un grupo municipalista que obtuvo el 67% de los votos (en una población de 62.000 habitantes, se dice pronto) en las elecciones municipales de 2019. Su alcalde, José Juan Franco Rodríguez, ha sido muy vocal sobre las urgencias y las necesidades que atraviesa la localidad. Ninguna de ellas ha encontrado respuesta ya fuera en Sevilla o en Madrid. Y de ahí la importancia de romper la baraja.

La pregunta esbozada por el gobierno local es esta:

¿Cree usted conveniente que el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción eleve al Gobierno de la Nación y a las Cortes Generales una petición para instar la conversión del municipio en comunidad autónoma, de acuerdo con el art. 144 a) de la Constitución española?

Los pasos. Merece la pena recordar que la convocatoria de un referéndum por parte de una autonomía o de un municipio no es ilegal, por más que el debate haya quedado viciado por la cuestión catalana. La propuesta de La Línea 100x100 pasa por una Ley Orgánica publicada en el Congreso de los Diputados que habilite a la ciudad a constituirse como "autónoma". Es un procedimiento inexplorado en la historia democrática de España. Se contempla en dos artículos constitucionales (143 y el citado 144), pero no hay precedentes ni jurisprudencia la respecto.

Cuando la provincia de León testó un movimiento similar a mediados de los ochenta, el Tribunal Supremo resolvió en su contra. Pero por cuestiones procedimentales y con arreglo a derecho, no porque fuera inconstitucional o imposible crear nuevos entes territoriales:

La presente Sentencia no puede pronunciarse sobre el problema de si la provincia de León puede o no segregarse, ahora o en el futuro, de la Comunidad Autónoma a la que pertenece en la actualidad, ni tampoco sobre cuál sería la vía a través de la cual podría alcanzar tal objetivo.

¿Éxito? La CE sí fija algunos requisitos para cualquier redistribución territorial. Se debe anteponer un "interés nacional" a cualquier otro. Es aquí donde el ayuntamiento de La Línea argumenta en su favor: se trata de único municipio español que comparte frontera con un enclave aún por descolonizar (Gibraltar), contiguo a un aeropuerto internacional y donde las condiciones fiscales y legales son muy distintas (más aún tras el Brexit). La realidad material es objetivamente singular. Pero es improbable que la Junta o el Congreso tengan apetito de "secesiones".

Problemas. Ante una presumible resolución negativa de las Cortes o de la justicia, ¿qué sentido tiene la huida hacia adelante del ayuntamiento de la Línea? Podemos interpretarlo como una llamada de atención. El paro juvenil en la comarca (Campo de Gibraltar) supera el 70%, cifras alucinantes, y el paro estructural ha llegado en ocasiones al 40%. La solución que encuentran los habitantes de la zona, a menudo, es el tráfico ilegal. Se calcula que unas 3.000 personas están "a sueldo" del narco.

Sin soluciones. Por su ubicación, a mitad de camino de Gibraltar, Marruecos y del puerto de Algeciras, La Línea es un hervidero de actividad criminal y tensión policial. A esto podemos sumar las demandas históricas de uno de los rincones más pobres de España. El resultado es una olla a presión social que no tiene necesidades muy urgentes y específicas pero que no encuentra respuestas ni en Andalucía ni en el estado español en agregado. Ante el abandono, un 67% de voto a un partido 100% local. Ante la ausencia de alternativas, una medida desesperada.

Tónica común. Haría bien España en no minusvalorar el potencial de los movimientos hiperlocales. Lo hemos visto recientemente a cuenta de Linares, Jaén, donde la ausencia de oportunidades laborales y una aguda crisis industrial han conducido a una la conflictividad social y a un movimiento, Jaen Merece Más, centrado en las necesidades específicas de su provincia. Es algo mimetizado y precedido plataformas como Soria Ya o muy en especial Teruel Existe, con escaño en el Congreso.

Todas ellas son testimonio de otro tipo de "regionalismo" y "debate territorial" interno. Uno impulsado por cuestiones materiales (infraestructura, trabajo, despoblación) antes que por nacionalistas o ideológicas. Pero cuyo potencial, en un contexto de concentración urbana y agudas desigualdades internas, es altísimo.

Imagen: Javier Fergo/GTRES

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