26 imágenes que ilustran cómo la mujer tomó las fábricas durante la Primera Guerra Mundial

Las necesidades del frente habían provocado que las tres grandes potencias industriales de Europa, Reino Unido, Francia y Alemania, enviaran a gigantescos contingentes de hombres a la guerra, cuya dimensión, bien entrado 1917, había obligado a recurrir a las levas forzosas. La magnitud era tal y el número de víctimas era tan grande que en la retaguardia, en las fábricas y en los campos, los trabajadores escaseaban.

Y decimos "trabajadores" porque quienes no escaseaban eran las mujeres: durante los cuatro largos años que duró la Primera Guerra Mundial las mujeres tuvieron que expandir sus labores en todas las direcciones. Continuaron criando a sus hijos, cuidando a sus mayores y atendiendo a las tareas domésticas como tradicionalmente habían hecho, pero además tuvieron que duplicarse para entrar en las fábricas y continuar con la producción industrial y militar.

La Primera Guerra Mundial, por mera necesidad y no por reforma natural del propio sistema, fue el punto de no retorno para la incorporación laboral de la mujer al trabajo. La dinámica se extendería en los años venideros, pero la casilla de salida sería esta. Desde entonces, y como recopilan en Retronaut, el mejor recuerdo del hito son las múltiples fotografías que ilustran su trabajo. Qué mejor día para rescatarlas que un 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

La que sigue es una pequeña selección de la galería de la University of British Columbia, y muestran a las mujeres en toda clase de tareas industriales. A esta altura, las mujeres cobraban sustancialmente menos que los hombres que habían dejado las fábricas para acudir al frente, y lo hacían en condiciones perniciosas para su salud tanto en los procesos industriales químicos como en la extracción de materiales.

Trabajadoras astilleras.
Cargando con la madera.
Una conductora de grúa.
Dos trabajadoras montando máscaras antigas.
Escenas como esta se convirtieron en la tónica general durante la Primera Guerra Mundial.
Excavando la tierra.
Fabricando un hangar para aviones.
Trabajando en la artillería.
Las mujeres fueron claves en la muy necesitada industria artillera.
Manejando nitrato de soda.
Manejando un motor eléctrico.
Más mujeres trabajadoras posando frente a la cámara.
Montando piezas de artillería.

A día de hoy, el problema y la brecha de acceso al mercado laboral está lejos de resolverse. Las mujeres continúan cobrando menos que los hombres, continúan sufriendo mayores tasas de desempleo que ellos y continúan representando una menor porción de la fuerza laboral global (en países menos desarrollados, como Egipto, sólo suponen un cuarto de los trabajadores totales). Durante la Primera Guerra Mundial, sin embargo, sostuvieron a sus respectivos países, y al término de la misma sólo fueron pagadas con su despido.

Todas las imágenes de este post pertenecen a la industria británica.

Pintando barras de acero.
Pintando las alas de un avión.
Pintando los coches oficiales de guerra.
Que las mujeres entraran en las fábricas se trataba de algo inédito, al menos a esta escala, en tanto que las mujeres estaban muy apartadas de las tareas manufactureras.
En una fábrica de cuero.
En el interior de un laboratorio.
Trabajando el cuero.
Una fábrica en Sunderland.
Una operadora de una sierra.
Soldando.
Eso es nitrato de amonio en una planta química.
Tejiendo redes.
Varias trabajadoras en una planta química trabajando con óxido de calcio.

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