18 películas recientes y no tan conocidas estrenadas este año para una buena tarde cinéfila

Decir que ha sido un año flojo para el cine es quedarse corto. No hay ganas de hacer un repaso de las calamidades que ha tenido que sufrir la exhibición cinematográfica, haciendo de este un período en el que los grandes estudios han decidido guardar sus grandes bazas en un cajón ad eternum. Como eso ha provocado que muchos de nosotros hayamos estado menos pendientes de la actualidad y hayamos optado por otras formas de ocio, hemos querido recopilar un buen puñado de cintas que, de haber sido un 2020 normal, habrían tenido su estreno habitual en taquilla, habrían llegado a más público, habrían generado más conversación, etc, en lugar del injusto ostracismo al que han sido (están siendo) sometidas.

Algunas siguen estando (o incluso estarán) en cines, otras están ya mismo en plataformas y en algunos raros casos habrá que esperar a algún misericordioso distribuidor que nos facilite su acceso legal muy pronto. Esperemos que encuentres algo de tu gusto en este mercadillo en el que sólo nos han cabido pequeñas joyas.

Possessor (Brandon Cronenberg, 2020)

Su premisa va a ser capaz por sí mismo de venderte el boleto: una organización secreta cuyos agentes se meten cual parásitos en la mente de personas del mundo empresarial para cometer delitos corporativos y después, al terminar la misión, matar a los huéspedes haciéndolo pasar por un suicidio. Las posibilidades, como ves, son infinitas, y aunque a veces la dirección y la puesta en escena se hace algo rutinaria, es un estimulante paso al frente del mismo director de Antiviral.

Próximamente.

Corpus Christi (Jan Komasa, 2019)

El cura cani inspirado en hechos reales. Se parece a Sister Act no sólo por su argumento (un delincuente juvenil que quiere dejar atrás su identidad pasándose por el párroco de un pequeño pueblo), sino por el carisma arrollador de su protagonista. Como quien no quiere la cosa el dramedia acaba tocando con precisión esas claves sobre las bases de nuestra sociedad de las que ya nos hablaba la religión. Una finísima ostia polaca.

En algunas salas.

The Vast of night (2019, Andrew Patterson)

Suma a las sensaciones nostálgicas del Súper 8 de Abrams, aplícalas a los 50 norteamericanos y deja que su historia, que no se desvía en ningún momento de los clichés temáticos asociados a esa época, consiga que sus elementos se entremezclen con gran creatividad. Un cóctel millennial con ingredientes con mucha solera. Al debut de Patterson le costó convencer a los exhibidores y puede entenderse por qué, pero su aparataje grandilocuente y sus suaves texturas hacen que merezca la pena.

En Prime Video.

Encurtido en el tiempo (2020, Brandon Trost)

¿Qué podría pasar si tu bisabuelo volviese a la vida de repente? Exacto: que a) odiaría cómo estás viviendo, en una casi absoluta falta de rumbo y expectativas vitales y b) que se convertiría en un mesiánico trumpista adorado por los medios de comunicación. Es una comedia de base muy clásica, que no inventa la rueda, pero cuya combinación de tonos, su cascada de gags y la reflexión sobre la era moderna hacen que esta propuesta de Seth Rogen sea una flecha directa a tu corazón para días mustios.

En HBO.

Last and First Men (Jóhann Jóhannsson, 2020)

Puso la banda sonora a Sicario, a Mother, Mandy y a muchas más. Estuvo a cargo de esa faceta que eleva la epicidad de las imágenes creadas por grandes directores de nuestro tiempo. En Last and First Men, epopeya solitaria de ciencia ficción (no se ve a ningún personaje humano, sólo tenemos a Tilda Swinton en el off hablándonos de la historia de la humanidad sobre un flujo constante de imágenes soviéticas, abstractas y conceptuales) y a Jóhannsson certificando que pudo haber hecho mucho más por el cine que lo que tuvo tiempo de hacer (murió mientras hacía la película). Como dijeron nuestros compañeros, una de las películas de su género más especiales de los últimos tiempos, emparentada tanto con el videoarte de las galerías como con el arte cinematográfico de Saul Bass.

En Filmin.

Palm Springs (Max Barbakow, 2020)

¿Qué tendrá la fórmula de la repetición infinita de un bucle de tiempo para que lo hayamos convertido en excusa de mil y un comedias románticas? ¿Tal vez porque la base para el cariño del otro es la repetición de los días? ¿Por qué el mundo nos parece siempre el mismo lugar gris con la salvedad de una única persona que sí parece estar viva en ese entorno de personajes no jugables? En cualquier caso, Palm Springs decide darle una vuelta de tuerca a Atrapado en el tiempo apoyándose en la química entre sus dos protagonistas, los cómicos Andy Samberg y Cristin Milioti. Arrasó en Sundance donde no dudaron en tildarla como la mejor comedia romántica de los últimos tiempos.

29 de enero en Movistar.

Emma (Autumn de Wilde, 2020)

A veces sólo queremos escapar. A veces sólo deseamos calzarnos un vestido tipo imperio, unas enaguas y unos lazos y pasear por castillos mientras los cortesanos nos susurran los últimos chismes sobre esas no-tan-respetables familias vecinas. Como contamos en nuestra crítica de la última adaptación del clásico de Jane Austen, este “banquete para los ojos no enturbia en ningún momento el engranaje del film, un sutil conocimiento de la naturaleza humana reflejado en sus personajes”.

En algunos cines.

On the rocks (Sofia Coppola, 2020)

La última película de la directora de Lost in Translation o Las vírgenes suicidas, protagonizada por Rashida Jones y Bill Murray, ha pasado sin pena ni gloria, sin apenas repercusión. No sabemos si se trata del daño colateral de un año pandémico o de la nueva normalidad de un mundo de estrenos VOD donde el ruido arrolla a la música. Una buddy movie entre un padre y una hija con el doble objetivo de descubrir si el marido-nuero está siendo infiel y divertir a los espectadores con los enredos del camino mientras se filma Nueva York con una fotografía exquisita (con lo que la parada por Woody Allen también será inevitable) y se deja que el viejo Bob Harris vuelva a hacer de las suyas. Tan trivial como luminosa.

En Apple TV.

Ema (Pablo Larraín, 2019)

Mírame a los ojos y atrévete a decirme que esta película te aburre. Aceptamos que te produzca repulsa, que te ofenda, que te parezca un histrionismo gritón y gratuito, pero no que este alegato sobre las nuevas generaciones (hecho, eso sí, por un director que por momentos parece el Señor Burns con gorra de rapero -Pablo Larraín, polifacético autor de No, El Club o Jackie-) no conseguirá hacerte revolver en tu asiento con un espectáculo insólito en la historia del séptimo arte.

En Filmin.

Lux Aeterna (Gaspar Noé, 2019)

Lo mejor del enfant terrible del cine francés desde Enter the Void ahora en formato reducido, 51 minutos en los que no sobra ni uno solo y que es más, como no se olvida de apuntarnos el muy ególatra en su prólogo, está lejos de formar parte de esa maraña de “contenido” que es el actual cine de autor, lleno de imágenes zombificadas mil veces vistas. Por favor, no pierdas detalle de los títulos de crédito.

En cines.

El año del descubrimiento (Luis López Carrasco, 2020)

Os dejamos lo que pusimos ya hace unas semanas al recomendarla: si describiésemos la propuesta de Luis López Carrasco como simple documental es posible que se nos echasen encima tanto su director como las decenas de críticos de nuestro país que han elogiado esta historia sobre la Cartagena (y por extensión un poco toda España) en proceso de desmantelamiento industrial forzoso de 1992. Como nos cuentan, el PSOE, para meter al país en la UE, traicionó a la población de la zona condenándola a la deambulación laboral mientras el país sacaba pecho de modernidad con juegos olímpicos y expos. Por cómo el director ha recogido sus imágenes cuesta saber si sus testimonios, reales aunque cargados de pretensiones artísticas, son de hace treinta años o de hoy, y eso ya lo dice todo.

En algunos cines.

Las niñas (Pilar Palomero, 2020)

Debut en el largo ficcional de Palomero, la crítica (y los espectadores) han sido unánimes al valorar este clásico coming of age femenino en la España de los 90: im-pe-ca-ble. Todo está bien contado, bien rodado, bien planteado. Entusiasmó hasta a Boyero. ¿Qué más necesitas?

En algunos cines.

La mujer que corrió (Hong Sang-soo, 2020)

Para los que conozcan el cine de Hong Sang-soo (y que, seguramente por conocerle, no necesitan que se les recomiende), una nueva toma de sus obsesiones cada vez más depurado y minimalista. Para los que no, una oportunidad para adentrarse en el sensorial mundo coreano de este director obsesionado con la humanidad pero también con los mecanismos formales. Ahí donde Nolan juguetea con capas de realidad o líneas temporales de un modo hollywoodiense, Hong hace lo mismo sin tantos artificios y pegado a la vida, extrayendo sin querer lo extraordinario de lo ordinario.

Proximamente.

Ondina. Un amor para siempre (Christian Petzold, 2020)

Petzold es uno de esos directores que disfruta más con las capas de lectura de los subtextos que filmando los propios textos. Aquí no es distinto, y su reinterpretación sublimada de La Sirenita corre en paralelo con la propia historia de la ciudad de Berlín, tercer protagonista del filme. Un poema sobre agua, ruinas y fantasmas con tal cantidad de fluidos que es difícil hacer pie y que reposarás durante días.

En cines.

Nunca, casi nunca, a veces, siempre (Eliza Hittman, 2020)

Si desde España mirábamos 4 meses, 3 semanas, 2 días como una historia sórdida sólo concebible en países socialmente aún por desarrollar, Hittman nos recuerda que esos dramas también ocurren, aunque con complejidades distintas, en la muy rica capital económica del mundo. Una cinta realista tratada con una infinita delicadeza y gusto, donde la hostilidad del mundo es soliviantada con la fortaleza de la amistad. Su melancólica banda sonora, a cargo de Julia Holter, sólo amplifica los efectos de esta sinfonía.

En algunas salas.

La Caza (Craig Zobel, 2020)

Su estreno fue cancelado después de que el mismísimo presidente de Estados Unidos la culpase de toda la violencia clasista y racista que estaba teniendo lugar en aquellos momentos en su país. Algo que llama la atención dado que su premisa, ricos que cazan por diversión a pobres, es tan vieja como la propia historia del cine (El malvado Zaroff) y ha sido remezclada por otra gente con mucho más bombo en los últimos tiempos (la saga de Los Juegos del Hambre no queda tan lejos). Detrás están los productores de The Purge, Damon Lindelof (la serie de Watchmen, The Leftovers) al libreto y su festín de sangre y humor la emparenta con algunos títulos del terror recientes como Tú eres el siguiente. Así se hace un buen entretenimiento social.

En Prime Video.

Saint Maud (Rose Glass, 2019)

Estamos ante una de esas realizadoras con tanta mala baba como amor por el género que transita. Produce A24, con lo que la etiqueta de “horror elevado” no falta en sus críticas que aciertan al decir que la casa está colando tal vez en exceso gotas de la misma sustancia en todas sus propuestas, pero aún con todo esta devota Maud, una angélica enfermera que ha decidido hacer de su quijotesca búsqueda de la fe un calvario, te llevará al mismo cielo.

Estreno 25 de diciembre.

Diamantes en bruto (Joshua Safdie y Benny Safdie, 2019)

Qué decir sobre la mejor película de este año. Bueno, sí, podemos decir que tal vez no debería incluirse en esta lista porque nos cuesta pensar que alguien no la conozca a estas alturas, pero si eres de esos que no terminó de fiarse vete tú a saber por qué, porque estaba Netflix de por medio o porque protagonizaba Adam Sandler, te sugerimos que revises tu decisión. El mejor tratado sobre la Diosa Fortuna en la era del capitalismo contado en lo que parece una representación perfecta de qué es el cine cocainómano. Acabarás con sudores y palpitaciones como ninguna otra película antes había conseguido.

En Netflix.

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