La votación para el Coche Europeo del Año 2024 ofrece una pista clara sobre dónde está el futuro del sector: en China

  • Comprando marcas y fabricando en el país, la presencia China en el Coche del Año en Europa es tan importante como el de cualquier país europeo

  • Este año, el BYD Seal se ha convertido en el primer coche chino entre los siete finalistas

El pasado lunes 27 de noviembre, los organizadores del Coche del Año (COTY) anunciaron sus siete finalistas para la gala europea. Entre los nominados, vuelven a ser mayoría los coches eléctricos. Cuatro de ellos (Kia EV9, BYD Seal, Renault Scenic y Volvo EX30) sólo tienen motorizaciones eléctricas en su gama. El BMW Serie 5 y el Peugeot 3008 también tienes versiones completamente eléctricas. El Toyota C-HR es el único que no ofrece esta tecnología.

En el anuncio ha llamado la atención la entrada del BYD Seal como uno de los finalistas. Por primera vez, un coche chino opta a este galardón. La inclusión en este listado ya es una pequeña victoria parcial para la firma, ahora que el coche eléctrico chino quiere ganar presencia (y prestigio) en Europa.

Que consiga la victoria, sin embargo, será difícil. Hay que tener en cuenta que en este tipo de premios se entregan a los vehículos pero también sirven para que el jurado envíe sus propios mensajes. Especialmente teniendo en cuenta que durante la gala se conoce a quién ha votado cada uno de los miembros.

La situación es especialmente delicada este año. Los fabricantes chinos empiezan a posicionarse como la mejor opción para quien busque un coche eléctrico barato pero también uno que compita en relación autonomía/precio con Tesla por un vehículo de gama media-alta. Un contexto que preocupa especialmente en Europa.

Con los fabricantes europeos con serios problemas para competir con los vehículos eléctricos más baratos llegados desde Asia, la propia Unión Europea se está planteando introducir aranceles que, a su juicio, igualen las reglas de juego. Acusan a los fabricantes chinos de jugar dopados.

Pero el problema para la industria europea es mayor. Y el Coche del Año 2024 lo ha demostrado.

China en el Coche del Año en Europa 2024

Si echamos un vistazo a los siete finalistas, sólo el BYD Seal es de capital chino y se fabrica en China. Pero si ampliamos el foco, observaremos la enorme presencia que ha tenido el país asiático en el certamen de este año.

Además del BYD Seal, los BYD Atto 3, Han y Dolphin también han estado entre los 28 candidatos a este galardón. No son los únicos donde China es importante. El Volvo EX30 se fabrica, de momento, en China, aunque la marca quiere traer su producción a Bélgica en los próximos años, alentada por un precio muy competitivo que puede marcar diferencias.

Además, la presencia china en Volvo con al inversión de Geely ha sido muy importante hasta ahora, cuando el conglomerado ha vendido parte de sus acciones. En una situación muy similar se encuentra el Smart #1, un coche eléctrico que también se fabrica en China y en cuyo accionariado Geely tiene una presencia enorme.

A estos modelos hay que sumar otro coche chino que ha llegado a Europa recientemente. El NIO ET7, de momento, no lo tenemos en nuestro país, pero en Alemania sí se vende y en ciudades como Múnich, donde estuvimos recientemente para conocer el nuevo Mini Cooper y el futuro BMW Serie 3, se ve con relativa facilidad.

Y sin olvidar otros modelos que se fabrican en el país asiático, como el Honda ë-Ny1, el Honda CR-V o el Honda ZR-V, que dependiendo del mercado al que van destinados se fabrican en uno u otro lugar.

El crecimiento de la presencia china

Si echamos la vista atrás comprobamos que el peso de China este año es llamativo y cómo poco a poco el país ha ganado terreno. Esto, como decíamos, es importante pues Europa ha planteado que los posibles aranceles que se apliquen a los coches tengan en cuenta dónde se ha fabricado el vehículo y si la marca ha recibido ayudas del Gobierno chino.

El concepto es similar al que se estaba planteando Francia. Conscientes de que no pueden eliminar de sus ayudas a un país por ir en contra de las leyes de competencia europeas, planteaban que sólo se entregaran subvenciones a la compra a los fabricantes que cumplieran con una huella de carbono máxima que, en la práctica, deja fuera las importaciones que lleguen desde más allá de las fronteras de la Unión Europea.

Son movimientos que han ido ganando relevancia con el tiempo. Si echamos la vista atrás, en 2019, de todos los candidatos a Coche del Año en Europa, sólo el Jaguar E-Pace y el Honda CR-V se fabricaban en China. De hecho, tendríamos que esperar a 2020 para ver cómo Geely compraba una parte importante de Volvo. Ese año, sin embargo, sólo el Tesla Model 3 y el Volkswagen T-Cross llegaban desde el país asiático.

En 2021 la presencia China volvía a ser mínima, siendo el Polestar 2 el vehículo más representativo, pues se fabrica en el país y tiene capital chino (Geely). En 2022, el peso de China ya era considerable, con el Aiways U5 entre los candidatos, además del MG EHS y MG Marvel R o el Lynk&Co 01. El Tesla Model Y también se fabrica en el país asiático y lo mismo hace el DS 9.

Y en la última edición, el considerado como Coche del Año en Europa 2023, China estuvo muy presente con los BAIC EU5, BYD Tang, DFSK Series 5, Hongqi e-HS9, Xpeng P5, MG 4, MG 5, NIO ES8, NIO ET7 y el ORA Cat. Y sin olvidarnos de coches como el Lotus Emira, pues la marca es propiedad, una vez más, de Geely, o el Smart #1.

Es la prueba de cómo ha cambiado el mercado europeo, quiénes están aglutinando los lanzamientos de nuevos vehículos año a año y por qué Europa, de querer tomar medidas contra el coche chino, va realmente tarde.

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