Sí, han censurado el sexo lésbico del nuevo manga de Ghost in the Shell. Y lo ha pedido el propio autor

Como era de esperar, la nueva adaptación de Ghost in the Shell a imagen real protagonizada por Scarlett Johansson ha atraído a buena parte de la audiencia al texto original. Varios lectores se han encontrado en las librerías la posibilidad de comprar el nuevo volumen editado por Planeta, en sustitución de la edición que salió en España en 2004 de la mano de la misma editorial, entonces conocida como Planeta DeAgostini. Pero a los compradores que ya conocían aquella otra versión les ha chirriado una ausencia:

Como explica el ilustrador del cómic de En Pelotas, Planeta de Cómic habría censurado la explícita y muy aceitosa escena lésbica del antiguo manga, cambiando así modificando incluso el sentido de las viñetas al haber cambiado la forma de hilar los momentos precedentes y posteriores a esas llamativas páginas.

Hay incluso tuiteros enfadados con esta actitud censora que piden el boicot a la nueva versión y esperar a que alguien edite el manga tal y como lo imaginó Masamune Shirow originalmente y, por tanto, se publicó en Japón en 1989.

Una "revisión" del manga... que empezó en 2004 (y que buscó conscientemente el dibujante)

Pero la explicación hay que buscarla antes y en otro país. En 1995, con motivo del anime que causó sensación, Dark Horse Cómics aprovechó para publicar en Estados Unidos la versión íntegra del texto original. Avanzamos a 2004 y una nueva editorial, Kodansha Comics, quiere reeditar el manga. La editorial advierte a Shirow y a sus agentes de que esta vez esa escena sexual condicionaría una censura en el mercado norteamericano: los menores de 18 años no podrían comprar el manga.

Entonces el propio Shirow reeditó la escena para eliminar el encuentro sexual de la Major Kusanagi, y esas nuevas viñetas que dibujó Shirow en esta versión son las mismas que vemos en el tomo que lanza Planeta de Cómic en España ahora y que ha venido siendo la versión comercializada por la mayoría de editoriales del mundo occidental. La carta que Kodansha envió al medio especializado BleedingCool es la siguiente:

Primero, nos gustaría aclarar que no se trata de censura. La sección la ha redibujado el autor, algo que supone una distinción importante. El objetivo de esta nueva edición es presentar el manga respetando las intenciones del autor con la mayor precisión posible, y por eso hemos mantenido el sentido del manga en un formato de lectura de derecha a izquierda y hemos añadido, sobre todo, las onomatopeyas sonoras dibujadas originalmente por Shirow (una novedad en las ediciones angloparlantes de Ghost in the Shell). Una de las preguntas que le hicimos al autor moentras estábamos en el proceso editorial fue qué versión de esta escena quería que imprimiésemos, y nos pidió que pusiéramos la versión redibujada. Entendemos que esto no es lo que buscan algunos lectores ya que no es la versión que aparece en las ediciones japonesas antiguas. Nos habría encantado publicarlo así si este hubiera sido el deseo del autor.

Es de notar que también los propios fans norteamericanos del cómic de 1995 se indignaron también después de 2004 al comprar una versión “censurada” sin que se les advirtiera y, sobre todo, yendo contra el espíritu original de la obra.

¿Y qué aportaba el diseño original a la historia? ¿Eran exigencias del guión?

Porque ahí está la clave. ¿Es importante o no el sentido de las antiguas viñeta para la historia? Algunos lectores han especulado sobre el sentido del encuentro sexual. Además de servir, tal y como se percibe a simple vista, como receso cómico por parte del personaje de Batou, hay quien ha comentado que ese instante añadía dos ideas que en la nueva versión quedan más camufladas.

La primera, esta cyborg que se debate constantemente por constatar la humanidad de su identidad aparece aquí, encariñada con otras personas y disfrutando de algo tan mundano como el sexo, más expuesta a esos valores humanos y rendida también a las necesidades orgánicas de los hombres (y mujeres). Es decir, que gracias a esta escena se posiciona como "más humana".

Y la segunda, hace que la Major Kusanagi deje de ser, en principio, un agente robot heterosexual (sabemos que tiene relaciones con hombres) para acostarse con mujeres y, mediante el trío, demostrar que es capaz de tener relaciones fluidas y no normativas. La Major se convierte en una heroína queer, LGBT.

Sin embargo, y tal y como se recoge en Wikipedia, cuando se preguntó por el cambio de versión a Shirow este comentó que dibujó inicialmente a Kusanagi "en una orgía en la que fueran todo mujeres porque no quería dibujar el culo de un hombre desnudo”, que lo quitó sin mayores problemas porque no tenía ninguna importancia para el argumento original, ya que inicialmente se publicó así, en páginas a todo color dentro de un manga con el resto de páginas en blanco y negro, por el fanservice que para la audiencia nipona original suponía.

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