Stephen King ha tenido tantas y tan variadas adaptaciones que conviene acercarse a ellas con pies de plomo. De un tiempo a esta parte, sin embargo, y pese a descalabros como 'La Torre Oscura', la balanza se inclina hacia lo positivo: 'It' o 'Doctor Sueño' en cine, y cosas como 'Castle Rock', 'La historia de Lisey' o 'El visitante' entre muchas otras, en televisión. Netflix se ha encargado de algunas de las mejores, como la estupenda 'El juego de Gerald¡ o esta 'En la hierba alta' que tienes disponible en la plataforma.
Partiendo de una novela corta que King escribió junto a su hijo, Joe Hill, la película tiene un punto de partida donde se reconoce perfectamente al autor de 'El resplandor': una pareja de hermanos que viaja en coche oye pedir ayuda a un niño, y para socorrerlo se adentran en un espeso campo de hierba de enorme altura. Pero una vez dentro se desorientan y se ven incapaces de volver a salir.
La película supone un regreso muy esperado al formato largometraje (y en plena forma) de Vincenzo Natali, director del clásico de culto 'Cube'. Aquí parece que recuerda bien las lecciones sobre atmósferas claustrofóbicas y tramas laberínticas, y lo que empieza como lo que parece un episodio perdido de 'The Twilight Zone' acaba adquiriendo matices más siniestros, y que curiosamente entroncan con modas del fantástico de considerable éxito en la actualidad.
Aunque a veces la película encuentra ciertas dificultades a la hora de estirar hasta duración de largometraje una novela muy breve y el ritmo se resiente, la fascinante interpretación de un Patrick Wilson metidísimo en su papel y el buen hacer de Natali, sumado a lo potente del concepto ideado por King y Hill, acaba haciendo sobrevolar a la película por encima de la media. Una fantástica manera de reencontrarse con el King más alejado de sus historias más típicas y superventas.
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