Influencer sólo si tienes estudios: China exigirá cualificación para hablar de temas complejos en redes

Influencer sólo si tienes estudios: China exigirá cualificación para hablar de temas complejos en redes
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Los influencers chinos no podrán hablar de de temas complejos a menos que demuestren profundos conocimientos sobre ellos. El Gobierno de su país acaba de restringir el tratamiento de ciertas temáticas en redes sociales, como la medicina o el derecho, a aquellos creadores de contenido que acrediten ante las plataformas que usan que tienen una cualificación profesional acorde a la materia, como un título universitario relacionado con ella, según informa la CNCB.

Esta nueva regulación va especialmente dirigida a los streamers de las plataformas de contenido en directo de empresas como Tencent o Alibaba, que son extremadamente populares en China, hasta tal punto que algunos de ellos han llegado a conseguir ventas millonarias en cuestión de horas a través de sus retransmisiones en vivo gracias a la legión de seguidores que acumulan.

Coherencia y censura. Esta nueva medida parece bastante pertinente en un momento en el que la desinformación campa a sus anchas por distintas plataformas de todo el mundo, los expertos en todo se multiplican y el poder de persuasión de los influencers es cada vez mayor. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que se trata de la última de una larga serie de restricciones que China ha ido lanzando en los últimos meses para atar corto a los streamers, y algunas de ellas no precisamente para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos.

Así, por ejemplo, el Gobierno del país asiático ha lanzado leyes que prohíben la publicación de contenido que, según su criterio, debilite o perjudique el liderazgo del Partido Comunista Chino, que impiden el uso de la tecnología deep fake con líderes del partido o del Estado o que otorgan la potestad a la Administración para borrar cualquier publicación que no guste a Pekín, sea en la plataforma que sea.

Guardianes de la moralidad. Más allá de la censura directa, otras leyes que se han ido aprobando en el último año y medio van encaminadas salvaguardar la moralidad y el espíritu que los dirigentes chinos consideran adecuados para el país. Así, el mes pasado los reguladores prohibieron que los menores de 16 años puedan ver contenido en streaming a partir de las diez de la noche y comprar artículos virtuales para enviar dinero a los influencers, como los cheers de Twitch.

Los streamers tampoco pueden presumir de artículos caros o de un estilo de vida que las autoridades consideren extravagante en sus retransmisiones, ni mostrar desperdicio de alimentos o contenido sugerente o provocativo. Y la Administración china limitó las ganancias que pueden obtener al día por donaciones de los espectadores a 1.570 dólares.

No sólo a los influencers. Las medidas para controlar la actividad de los influencers no son las únicas que ha decretado el Gobierno de China en los últimos meses en el sector tecnológico. También ha creado leyes que limitan otras áreas que la Administración considera influyentes en la sociedad del país, como los videojuegos o el comercio electrónico.

En conjunto, todas ellas parecen reforzar la idea de que la intención última del Estado no es otra que limitar el poder de las grandes empresas tecnológicas del país y ejercer mayor control sobre ellas.

Imagen | RODNAE Productions

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