El creador de 'Sandman' nos suplica que veamos su serie entera. Es otro ejemplo de cómo el streaming está roto

Sandman Netflix
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Estamos asistiendo a un verano lleno de contradicciones en el audiovisual. Plataformas que cancelan sin aviso previo franquicias aparentemente infalibles, cuentas que no cuadran pese a las audiencias, y ahora no está muy claro que uno de los éxitos más claros de Netflix en los últimos meses tenga continuidad. Hasta tal punto que su creador ha tenido que pedir a los fans que se den prisa en verla.

Gaiman al rescate. Desde su cuenta de Twitter, Neil Gaiman -el creador del personaje y guionista de los cómics donde nació el personaje- ha agradecido a los fans su apoyo, que han convertido a 'Sandman' en uno de los grandes éxitos del año en la plataforma. Aunque no hay cifras, su permanencia durante dos semanas en el número uno de lo más visto en series en el Top de Netflix es una buena noticia: acumula más de 196 millones de horas de visionado y ha entrado en el Top 10 de 93 países.

Sin embargo, podría no ser suficiente. Los seguidores de la serie han asistido en Twitter a unas declaraciones poco habituales del guionista, que ha pedido  a sus seguidores que vean íntegra la serie, ya que aunque la serie está funcionando, su producción ha sido tan cara que una segunda temporada está aún en el aire: "Para que Netflix nos sé dinero para otra temporada tiene que funcionar increíblemente bien. Así que sí, hemos sido la serie más vista a nivel global en las últimas dos semanas. Pero puede no ser suficiente".

Pero además de estas súplicas (aquí afirmaba "Por favor, anima a todos tus amigos a ver Sandman. Anima a todos tus amigos que hayan empezado a ver Sandman pero se hayan distraído con la vida a que terminen de ver Sandman"), los tuits de Gaiman delatan otra cuestión muy significativa. Que la audiencia ha dejado de medirse como en los tiempos de la televisión tradicional.

Hay que verla entera. La petición de Gaiman se concretaba con estas palabras de Will Graham, showrunner de 'Ellas dan el golpe' en Prime Video: "Completar también es importante, así que ayuda si terminas y animas a otros a hacer lo mismo". Gaiman apostillaba que "Esto se aplica a todos nosotros. En los viejos tiempos de los índices Nielsen, lo único que les importaba a las cadenas era quiénes (y cuántos) las veían. Ahora los streamers quieren saber que la gente está viendo y completando las series".

Es decir, ya no es tan importante cuánta gente ve una serie, sino la velocidad a la que lo hace, porque lo que cuentan son los espectadores que ven la serie en su totalidad. Y que, por supuesto, la ven rápido: puntúa el primer fin de semana y los maratones, otro efecto colateral de la imposición del binge-watching como código de etiqueta de visionado gracias al éxito de Netflix (y que podría -o no- tener sus días contados).

Gaiman es muy claro al respecto. A a lo que atiende Netflix es a las "tasas de completamiento", es decir, cuánto y cómo se ha visto completa la serie. Y a Netflix no le interesa que se vea al ritmo que elige cada uno, estirando el tiempo durante varias semanas, lo que dinamita por completo esa falacia de que lo bueno del streaming es que podemos ver las series al ritmo que queramos. Podemos, pero nos arriesgamos a que las cancelen.

Diferente a la televisión tradicional. La referencia a los índices Nielsen que hace Gaiman no es casual: los Nielsen son el sistema con el que se miden las audiencias en Estados Unidos, tanto con grabaciones de lo que se ve en cada momento como con dispositivos conectados a los televisores. Sistemas similares se usan en todas partes del mundo, pero su exactitud es comparable a la de una encuesta: por ejemplo, en España solo hay repartidos 3.000 medidores de audiencia, de donde se saca una muestra que se extrapola para calcular los índices.

Pero con unas cifras más exactas y una audiencia que no da tantos altibajos entre una y otra semana, lo que interesa a Netflix es el cómputo global. Cuánta gente ve la serie completa es ahora más fácil de calcular que con los métodos de medición tradicionales y, por tanto, da una idea más exacta de cuánta gente se embarcaría en una segunda temporada. ¿Lógico? Sin duda. ¿Justo? No mucho, porque aún quedan espectadores que prefieren ver las series espaciando los episodios.

Los que se salvan. El único canal que de momento se escapa a estos criterios es HBO Max, para quien su brazo tradicional es aún importante (de hecho, las espectaculares cifras del estreno de 'La Casa del dragón' son las de la emisión en directo, aún sin el impulso del streaming), y para Disney+, cuyas cifras de visionado son un secreto pero que insiste en emitir en entregas semanales. Sin embargo, en Netflix, la urgencia es un plus: si quieres salvar a tus series favoritas, corre.

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