Aura / cuarta plataforma: Telefónica ya no ataca a Facebook y Google, quiere aliarse para ofrecerles datos

Aura / cuarta plataforma: Telefónica ya no ataca a Facebook y Google, quiere aliarse para ofrecerles datos
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La llamada "cuarta plataforma" de Telefónica ha ofrecido muchos titulares desde que empezaron a comentarla. El pasado verano, sin ir más lejos, parecía que iba a ser la nueva táctica de la teleco para seguir atacando a sus demonios: las compañías de servicios sobre la red como Google y Facebook. Hoy nos la han presentado con el nombre de AURA y por fin parece que hay clarida sobre lo que es y no es: Telefónica ya no quiere atacar a los Facebook y Google, tampoco quiere sustituirlas, quiere aliarse para ofrecerles datos e inteligencia.

Telefónica ha insistido mucho en que no quiere "meterse en medio" de la relación entre el usuario y esos servicios. De hecho no sería legal ni posible técnicamente, en tanto en cuanto la mayoría de estas aplicaciones "over the top" cifran el tráfico y la operadora sólo sabe (si el usuario mantiene sus servicios de DNS) que accede a las mismas. En lo que sí que han insistido es que esta cuarta plataforma va de que el cliente "tenga todo el control sobre los datos que tiene Telefónica para ofrecerles el servicio", pueda hacer con ellos "lo que quiera"... incluso cederlos a esos mismos servicios que siempre han estado en la diana de Telefónica.

De qué datos estamos hablando cuando hablamos de los datos de la cuarta plataforma

Si analizamos lo que ha hecho en los últimos años Google veremos un patrón marcado en favor de empujar la adopción de conexiones "https". El objetivo es claro, ninguna teleco puede "ver qué pasa dentro". ¿Qué datos sí tiene la operadora? Si estamos en el móvil sabe a qué antena nos hemos conectado, pero también si usamos sus DNS a qué servicios, durante cuánto tiempo. Tienen datos de facturación, SMS, llamadas (cuántas, a qué números), pagos, en el caso de tener televisión qué canales vemos, qué películas les compramos, cuántos y qué dispositivos se conectan a nuestro router.

Todos estos datos y más son los que una teleco tiene de cada cliente, de hecho los tiene porque son los que necesita para prestar servicio defiende Telefónica. Lo que ahora van a hacer es consolidarlos en un sólo espacio, de forma que el cliente pueda acceder, interactuar (por ejemplo con la voz) y gestionar los permisos de acceso.

Aura Telefónica Chema Alonso
Ejemplos de datos que Aura permite acceder a un cliente de Telefónica

Por un lado tenemos los datos del cliente, por otro tenemos los canales a través de los cuales se accede y se interactúa con ellos. En este punto Telefónica ha mostrado ejemplos varios durante la presentación: a través de la tele, a través de la voz con Alexa y Amazon Echo, pero también con un interfaz normal de servicio a través de opciones.

Pero claro, para eso no han organizado todo este tinglado, el plan es que sobre esos datos habrá inteligencia y además, si el cliente lo permite, acceso de terceros.

La parte del motor cognitivo y las alianzas del Aura de Telefónica

El punto clave de Aura no está en ese acceso del cliente a sus datos, sino en que se permita a terceras organizaciones. Telefónica ha jurado y perjurado que no hay venta de datos y que esas cesiones gratuitas se harán siempre con el control de los usuarios, porque "los datos son del cliente". De hecho lo que ofrece a terceros Telefónica es más que un acceso a datos, es a su motor cognitivo que permite extraer un perfil personalizado. Es decir, más que un servicio de datos ofrecen un servicio de inteligencia basado en datos.

La prueba de la inteligencia de Aura la ejemplifican en como se puede preguntar y gestionar servicios a través de la voz: pedir recomendaciones de programación, consultar la programación de la tele preguntando cuando echan un partido o serie, pedir que se corte el acceso al router a un dispositivo determinado o que cree una wifi de invitados. El desarrollo de la inteligencia artificial en Aura lo han hecho de la mano de Microsoft.

¿Casos de ejemplo en la parte de terceros que utilicen el servicio? Más que especular merece la pena mostrar las alianzas con las que parte Aura. Unicef tiene un proyecto en el que pedirá permiso a los clientes de Telefónica a datos anonimizados referentes a la movilidad o al uso del móvil con vistas a "mejorar la calidad de sus modelos predictivos y la respuesta a la infancia en caso de desastres naturales", poniendo de ejemplo el caso del Zika, saber como se mueve la gente ayuda a predecir como se va a mover la epidemia; de forma un tanto sorpresiva Facebook ha aparecido apuntando un espacio de colaboración: usar datos de clientes de Telefónica para contactarles en caso de emergencia para su servicio "Safety check". Que para Facebook es un alianza de importancia lo demuestra que la explicará Sheryl Sandberg

En la propia aplicación de Aura hay otros casos menos idealistas: un banco al que permitamos acceso a nuestra facturación podría ofrecernos un crédito mejor al contrastar que somos buenos pagadores de una factura alta; un seguro que acceda a nuestros movimientos y se plantee que después de todo no nos movemos tanto y bajar el precio del seguro en función de ello. En todo caso, tal como lo vemos en la aplicación de Aura en cada caso queda muy claro de qué va el proyecto, a quién irían los datos y cuáles son exactamente los que se van a ceder.

Aura se ha mostrado un proyecto que no está contra la neutralidad de la red, queda por ver si útil

Aura va a tener un primer efecto, que los usuarios de una teleco nos demos cuenta de la inmensa cantidad de datos que una teleco tiene de nosotros. Este aspecto es positivo, nos ayuda a ser conscientes lo que está asociado a tener una conexión siempre con nosotros. Lo es más si tenemos el control sobre ellos. Por tanto, y a no ser que den un giro al proyecto Aura respecto a lo que es hoy en día, la cuarta plataforma no va contra la neutralidad de la red ni es directamente un arma contra Facebook, Google y compañía.

Si Aura se acaba imponiendo tenemos un avance importante en la relación entre teleco y cliente basada en una inteligencia artificial. Y si esto lo consiguen hacer bien y lo hacen grandes pueden acabar ahorrando cientos y cientos millones de dólares en soporte... que ahora mismo hacemos los humanos

Hay un valor para Telefónica más allá de que no obtengan ingresos de otras empresas o sirva para, como ellos dicen, fidelizar mejor a sus clientes. Si Aura se acaba imponiendo tenemos un avance importante en la relación entre teleco y cliente basada en una inteligencia artificial. Y si esto lo consiguen hacer bien y lo hacen grandes pueden acabar ahorrando cientos y cientos millones de dólares en soporte... que ahora mismo hacemos los humanos.

Lo que queda por ver es si Aura es útil y tiene valor para los que hacen servicios. Por un lado habrá que entender el nivel competitivo de Telefónica en disciplinas como el machine learning y el deep learning (ahí la ayuda de Microsoft les viene muy bien), por otro que sus datos habiliten mejoras reales y no sólo teóricas para terceros. Por último otra asignatura de Aura es como los clientes reaccionarán al conjunto de la propuesta. Típicamente la información nuestra que más nos ha interesado de una teleco es examinar la factura para entender que no nos cobran de más... cuando en la app de Aura nos pregunte ¿dejas acceso a los datos de geolocalización o a tus llamadas en Movistar a tal o cual empresa.... le diremos que sí? Viendo como hemos avanzado en los permisos que damos a muchas aplicaciones lo más probable es que sea más bien ¿a cambio de qué?

En todo caso no olvidaría que la idea es de plataforma, tendrá el valor de lo que otros construyan sobre ella. El valor el día uno de Aura es escaso, el potencial a medio plazo para ocupar el espacio de "atención al cliente con muchos menos costes" es grande, pero el gran premio estará si el ecosistema de servicios en internet se cree que Telefónica ha cambiado de bando y ha entendido, tantos años después, internet.

Aura estará en el mercado, si se cumplen los planes de Telefónica, en 2017 en España y varios países latinoamericanos pero aún falta bastante.

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