Las gafas de realidad virtual/aumentada de Apple necesitan ayuda: no podrás usarlas sin un iPhone, según The Information

Glasses
31 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Para Tim Cook la realidad aumentada es crítica para el futuro de Apple. Los esfuerzos de la empresa son patentes en este ámbito, y llevamos meses (¿años?) oyendo rumores sobre las hipotéticas gafas de realidad virtual y aumentada de Apple.

Nuevos datos que llegan de The Information revelan ahora que la primera iteración de esas gafas no será independiente: necesitará un iPhone o algún otro dispositivo de Apple (como un iPad) para funcionar. La limitada potencia de su procesador hará por tanto que esas gafas sean algo así como lo que es el Apple Watch (incluso en su versión con LTE): un accesorio que pierde mucho sentido sin el iPhone.

No sin su iPhone (o su iPad/Mac)

Según fuentes cercanas al desarrollo de este dispositivo, las gafas necesitarán comunicarse de forma inalámbrica con un dispositivo anfitrión como un iPhone, un iPad o un ordenador que pueda gestionar buena parte de los cálculos que se necesitarán para la visualización de contenidos en las gafas.

Parece que el chip integrado en las gafas no será tan potente como los actuales chips de Apple y no contará con el Neural Engine que se utiliza para acelerar tareas relacionadas con cálculos de inteligencia artificial. Ese chip de 5 nm podría ser ya algo antiguo para cuando acaben lanzándose las gafas.

Puede que aun dependiendo del iPhone para ciertas tareas, esas gafas puedan funcionar de forma parcialmente independiente como lo hacen por ejemplo las Oculus Quest 2. Aún así la dependencia del dispositivo externo parece ser notable en esta primera iteración. 

Las gafas contarán según los rumores con pantallas de altísima resolución, y de hecho se habla de pantallas 8K en cada ojo, y también cámaras de gran resolución para capturar el mundo exterior. 

En The Information indican que aún podríamos tardar bastante para verlas disponibles: aunque ya se ha completado el diseño físico del chip principal, el controlador de la pantalla y el sensor de imagen, queda aún mucho por solucionar. 

Así, las gafas podrían llegar en 2022 como muy pronto, pero podrían llegar más tarde. Lo harían además a un precio potencial elevado que rondaría los 3.000 dólares y que las situaría en una franja similar a la que se orientaban también las HoloLens de Microsoft

Vía | The Information

Comentarios cerrados
Inicio