Qué fue de aquellos monitores 5K y una fantástica idea que casi ha desaparecido del mapa

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A finales de 2014 Apple lanzaba su primer iMac con pantalla Retina 5K de 27 pulgadas. Aquello parecía el siguiente paso en la evolución de los monitores para nuestros PCs, y la ventaja era evidente: de repente podíamos tener una resolución nativa de 5.120 x 2.880 píxeles, pero que se podía escalar a 2.560 x 1.440 píxeles con un detalle y una definición espectacular.

Yo tardé algún tiempo en darme cuenta de lo que suponía aquello, y más aún en dar el salto. Compré un Dell UP2715K de 27 pulgadas con resolución 5K y ya no he mirado atrás, pero lo curioso es que la revolución que planteaban estos monitores se quedó en nada y es casi imposible encontrar un monitor en formato convencional con esa resolución.

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Por favor, fabricantes: queremos más monitores 5K

Supongo que como en otras muchas cosas, tenemos lo que demandamos. Los usuarios no pedían monitores 5K para ver las cosas (teóricamente) mejor, sino monitores a 144, 240 o 360 Hz para jugar (teóricamente) mejor.

Los fabricantes se han centrado precisamente en esa tendencia de los monitores gaming y han olvidado casi por completo las ventajas que plantea un monitor 5K. Para mí son evidentes, sobre todo porque creo que una diagonal de 27 pulgadas y una resolución de 1440p es el "punto dulce" en la actualidad a la hora de trabajar con una pantalla conectada a un ordenador.

Si además esa resolución 1440p no es nativa sino que está escalada desde un monitor a resolución 5K, las ventajas son evidentes: con ese escalado (al 200%) se combinan cuatro píxeles nativos para cada pixel escalado, y dado que es posible ajustar el color de cada píxel de esa matriz, el resultado es un píxel que da mucho juego. Tanto, que las imágenes y los textos tienen una definición espectacular. Es casi como ver todo como si fuera una pegatina en pantalla.

Los fabricantes no parecen haber tenido demasiado en cuenta esa ventaja, y esas estupendas opciones que dan los monitores de mayor resolución en el escalado se han visto reducidas porque lo que tenemos sobre todo son monitores 4K, que permiten lograr ese mismo escalado al 200%, pero con una resolución escalada efectiva de 1.920 x 1.080. Se ve muy bien, sí, pero los 1.080 píxeles de resolución vertical se quedan algo cortos. Al menos, a mí.

Han aparecido desde luego soluciones alternativas. Los monitores ultrapanorámicos ofrecen resoluciones "pseudo-5K", y por ejemplo el espectacular Samsung Odyssey G9 tiene una resolución de 5.120 x 1.440 píxeles que desde luego dan mucho margen de maniobra... si no jugamos con el escalado. 

Hay otros monitores similares que ofrecen esa resolución en formatos 32:9 como el Odyssey G9, pero las opciones de un monitor 5K "puro" son muy escasas y difíciles de encontrar. De hecho yo he dado una vuelta para repasar cómo está el mercado y no he sido capaz de encontrar ningún modelo disponible actualmente. Puede que los haya (quizás con un modelo de segunda mano haya más suerte), pero parecen haber desaparecido de la faz de la Tierra.

Apple ha dejado de vender la pantalla LG Ultrafine 5K en España —aunque eso apunta a rumores de que ellos lanzarán su propio monitor en esa línea— y tenemos por ejemplo modelos como el Iiyama ProLite XB2779QQS o el HP Z27q en el mercado con resolución 5K, pero encontrarlos disponibles es todo un desafío. 

Es, creo, una verdadera lástima. Es cierto que existen opciones que alivian esa ausencia de monitores 5K: los ultrapanorámicos dan mucho juego y un buen monitor 4K también, desde luego. Si os sobra el dinero, podéis ir a por el Dell UltraSharp UP3218K —4.359 euros en Amazon— con resolución 8K, pero los monitores 5K parecían una gran opción para todos los que jugamos, pero sobre todo escribimos y leemos. Hacerlo en esa resolución escalada 1440p, creedme, es casi impagable.

Solo queda esperar a que el mercado se dé cuenta de lo útiles que pueden llegar a ser estos paneles, y que Samsung y LG —que son los que los producen para luego integrarlos en monitores de otras marcas— decidan apostar mucho más por una tecnología que merece una segunda oportunidad.




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