El puente impreso en 3D más largo del mundo está en China y es capaz de aguantar hasta 600 peatones

El puente impreso en 3D más largo del mundo está en China y es capaz de aguantar hasta 600 peatones
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Cuando se nos ocurre buscar el récord de algo "más grande del mundo" ya lo hacemos con cierta sospecha, lo admitimos, porque lo de este país es una locura. Ya no sólo es que China suela albergar las megaconstrucciones, hablando de aquéllas que ha construido el ser humano de manera convencional, sino que también poco a poco se va haciendo con los récords de las impresas, y en este caso hablamos del puente impreso en 3D más largo del mundo.

No es el único puente impreso en 3D, pero el de Shanghai de momento es el más largo con casi 30 metros de longitud. Se trata de un puente peatonal sobre un canal en el distrito de Baoshan y a simple vista pasaría por un puente cualquiera, de hecho una de sus particularidades es que la estética es totalmente de otra época.

Un puente con un sistema de monitorización incorporado

Decíamos que no es el primer puente impreso en 3D que existió porque en Ámsterdam ya presentaron uno, aunque en acero. Eso sí, bagaje de este tipo de construcciones había en China, recordando que ni más ni menos replicaron las Grutas de Yungang en una versión transportable usando esta tecnología.

Según explican en New China TV (un medio chino de la agencia de noticias Xinhua, financiada total o parcialmente por el gobierno del país), el puente del distrito de Baoshan mide 26,21 metros de largo y 3,6 metros de ancho. Está diseñado para soportar el peso de hasta 600 peatones.

El puente fue diseñado por el Zoina Land Joint Research Center for Digital Architecture (JCDA) de la Universidad de Tsinghua y construido por Shanghai Wisdom Bay Investment Management Company. Consta de 44 unidades de cemento impreso, con dimensiones de 0,91 x 0,91 x 1,52 metros cada una.

Según el equipo de arquitectos de la JCDA, la construcción costó dos tercios de lo que habría sido el coste de una construcción estándar. En este caso, como vemos en el vídeo, el puente fue creado con dos brazos robóticos que estuvieron creando la estructura capa a capa, tardando un total de 450 horas, y la tecnología creada por el propio profesor Xu Weiguo (de dicha universidad).

El puente impreso en 3D se construyó en una estructura de arco único para soportar la carga y el espacio entre los dedos del arco es de 14,4 metros. Además, integra un sistema que monitoriza el esfuerzo y el estrés que sufre la estructura, de modo que puedan consultarse las condiciones de la misma en tiempo real.

Los materiales de impresión usados fueron compuestos de hormigón con fibra de polietileno y varios aditivos. Según publicaron en la Universidad de Tsinghua, la resistencia del material a la compresión es de 65 mpa y a la flexión hasta los 15 mpa.

Como comentábamos antes, el aspecto no es que sea precisamente modernista y, como cabría pensar, hay un motivo para ello. Según explicaron en CNN, el equipo quiso rendir homenaje al puente de Zhaozhou, construido entre el año 589 y 618 en la provincia de Hebei (al norte de China) y el puente de pie más antiguo de China. Veremos si su versión moderna y su construcción impresa también es capaz de aguantar tantos siglos.

Imagen | Universidad de Tsinghua

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