Es oficial: el diésel está más caro que la gasolina. Es la muerte definitiva de toda una era

Es oficial: el diésel está más caro que la gasolina. Es la muerte definitiva de toda una era
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El último informe de combustibles de la Unión Europea ha confirmado lo que muchos conductores ya habían visto con sus propios ojos. El diésel está más caro que la gasolina. En nuestro país y en Europa. Es un dato histórico que puede ser el último clavo en su ataúd.

2 céntimos. Es la diferencia de precio que separan al diésel y a la gasolina en nuestro país, según la Comisión Europea. De media, un español paga 1,837 euros por cada litro de diésel, mientras que encontrará el litro de gasolina a 1,818. son prácticamente dos céntimos que confirman una tendencia que venía marcándose desde la semana pasada. Si miramos a Europa, las diferencias son aún mayores. En estos momentos se está pagando el litro de diésel a 1,962 euros, mientras que la gasolina se sitúa en 1,924 euros/litro.

La confirmación. Como decíamos, que la Comisión Europea refleje este incremento en el precio sólo es la confirmación de una realidad que estaba corriendo en las redes sociales. Desde hace una semana, se podían encontrar estaciones de servicio donde el gasóleo estaba más caro que la gasolina. Incluso donde se podía encontrar el combustible más barato.

¿No estaba bonificado? El diésel cuenta con un gravamen menor en el Impuesto Especial de Hidrocarburos. Si bien su IVA es de un 21%, como el de la gasolina, se pagan 0,307 euros de impuesto fijo por cada litro de diésel. Lejos de los 0,401 euros/litro de la gasolina de 95 octanos o de los 0,432 euros/litro de la de 98 octanos.

Por qué. La gran pregunta. Si el diésel se grava con menos impuestos que la gasolina, ¿cómo es posible que esté más caro? El motivo es que el precio del surtidor es un reflejo de la cotización de los productos refinados como recuerda la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).

Esta cotización es independiente al precio del Barril de Brent y en ella se tienen en cuenta la demanda de gasoil (superior en parque automovilístico en nuestro país) que, además, en invierno es superior, con el añadido de la compra de diésel para alimentar las calefacciones. De hecho, la cotización del diésel suele ser más alta que la de la gasolina pero en estos momentos ha conseguido comerse la diferencia de los impuestos.

La puntilla. Que el precio del diésel sea superior al de la gasolina sólo es la puntilla para un combustible que está en caro retroceso. En gran medida por las declaraciones y políticas aplicadas desde las instituciones europeas y españolas.

Hay que recordar que, si bien un coche gasolina y un coche diésel Euro IV cumplen con la misma normativa, ambos no reciben el mismo etiquetado medioambiental de la DGT ni, por tanto, el mismo tratamiento ante episodios de alta contaminación en las restricciones de las zonas de bajas emisiones.

Adiós. Además, las millonarias multas a las que se enfrentan los fabricantes están reduciendo la oferta de vehículos diésel. La inmensa mayoría de los vehículos electrificados cuentan con un motor de gasolina, lo que está haciendo contraerse las ventas de motores diésel). Si a esto le sumamos mayores gastos en impuesto de matriculación y de circulación (algunos ayuntamientos bonifican a los automóviles con bajas emisiones), el diésel es cada vez menos atractivo.

Foto | Paul White/AP

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