El motor rotativo "casi sin emisiones" vuelve a presentarse como el salvador de la combustión. Spoiler: no lo hará

El motor rotativo "casi sin emisiones" vuelve a presentarse como el salvador de la combustión. Spoiler: no lo hará
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La Unión Europea se ha decidido a dar el salto al coche eléctrico. No es una afirmación propia, es algo que se puede ver y comprobar con sus últimos movimientos. Y en este contexto, no dejan de aparecer noticias sobre motores salvadores de la combustión. Uno de los inventos más habituales: el motor rotativo de Astron Aerospace. La realidad: no va a salvar a los motores de combustión.

Encaminada al coche eléctrico. Hay un hecho que pesa por encima de cualquier otro: la Unión Europea ha prohibido vender vehículos con motores de combustión más allá de 2035. Una decisión a la que allanará el camino la futura normativa Euro 7, que plantea límites de emisiones muy duros para los motores que lleguen en los próximos años.

La redacción de este texto todavía tiene que definirse pero se han puesto sobre la mesa reducciones a la mitad de las sustancias contaminantes que expulsar nuestros vehículos. Unos volúmenes de emisiones que serán imposibles de conseguir sin unas reducciones drásticas en el consumo (al menos en los ciclos de homologación). Tal es el seguimiento que se dará de las emisiones contaminantes que se está estudiando cuánto pueden llegar a contaminar los frenos de disco de los vehículos.

La combustión altamente electrificada. Para conseguir unos volúmenes de emisiones que cuadren dentro de la normativa que quiere sacar adelante Europa, los consumos tendrán que reducirse a una ínfima parte de los actuales. El experto en motor Guillermo García Alfonsín explicaba que no se podrán superar los 1,8 litros/100 kilómetros si se quiere cumplir con una reducción de emisiones del 55% a partir de 2030, en comparación a los datos de 2021.

Es decir, en 2035 los coches nuevos que se vendan no podrán contar con motores de combustión y en 2030 sólo les quedarán dos opciones: estar altamente electrificados como los híbridos enchufables o pasarse al eléctrico antes. No es casualidad que la mayor parte de las marcas hayan establecido en 2030 como la línea roja para vender vehículos exclusivamente eléctricos. Marcas como Audi ya han rechazado seguir invirtiendo en el desarrollo de motores de combustión.

Mínimas excepciones. Si se plantean dos excepciones para seguir vendiendo modelos con motores de combustión a partir de 2035, pero en ambos casos hablamos de casos tan raros de ver como los unicornios. El precio, en ambos casos, será excepcionalmente alto. Tanto en la compra como en el mantenimiento.

Primero porque una de las excepciones es que los vehículos que se vendan con motores de combustión sean "coches neutros". Es decir, que no emitan emisiones contaminantes en el consumo de su combustible. Esto, en estos momentos, es imposible. Sólo se podría conseguir con combustibles sintéticos y no hay un gran interés por su desarrollo. Quien sí está invirtiendo en ellos son firmas como Porsche. BMW también ha confirmado que seguirá desarrollando motores de combustión, lo que nos da una idea de que, de salir adelante, no serán baratos.

La otra posibilidad de vender coches nuevos con motores de combustión es que la firma no produzca más de 1.000 unidades al año. Una cifra demasiado baja incluso para los fabricantes de automóviles de ultralujo, pues una marca como Rolls-Royce ya vendió más de 5.500 coches el pasado año. Ferrari superó las 11.000 unidades en 2021.

Una vez más, aquí está. En este contexto, los inventos extraordinarios que están a punto de salvar a los motores de combustión nacen y mueren con una extraordinaria rapidez. Y algunos de ellos vuelven a tomar fuerza en medios y redes sociales de forma cíclica. Uno de ellos es el motor rotativo de Astron Aerospace.

Según sus creadores, este motor rotativo es una evolución de aquellos propulsores que se hicieron muy famosos bajo el nombre de Mazda pero que, debido a su caro mantenimiento, no terminaron de imponerse con fuerza en el mercado. Eso sí, eran ideales para los amantes de los vehículos deportivos, pues alcanzaban altísimas cifras de revoluciones por minuto con un funcionamiento muy suave y libre de vibraciones.

Mucha promesa y poco sobre la mesa. Para vender este motor rotativo, Astron Aerospace asegura que su propulsor Omega 1, como lo han bautizado, es muy ligero pues con apenas 15,9 kg puede llegar a producir 160 CV de potencia, girando desde las 1.000 rpm al ralentí hasta las 25.000 rpm. De media, un motor pequeño tricilíndrico de gasolina está cerca de pesar un centenar de kg en la báscula.

Este propulsor carece de gran parte de las piezas móviles de los motores tradicionales de combustión, se refrigera por aire y está pensado para maximizar la eficiencia del mismo, pues la inyección de combustible varía en función del número de vueltas al que gire el motor, lo que debería reducir mucho su consumo.

Pero además de todos estos datos, hay otra cosa que también es cierta: no ofrecen datos de consumo ni de volumen de emisiones. Unas especificaciones que, como vemos, son las verdaderamente importantes si tenemos en cuenta cómo está avanzando la regulación europea.

¿Venderselo a quién? Como vemos, las firmas europeas están anunciando que se pasan a la venta de vehículos eléctricos y que están dejando de desarrollar propulsores de combustión. Es difícil, por tanto, que veamos una inversión en serio por uno motores nuevos cuando las marcas tendrán que electrificar toda su oferta en menos de una década.

Y no es sólo una cuestión europea. Ford también ha anunciado que fabricará motores exclusivamente eléctricos. General Motors ya ha avanzado que en apenas 15 años sólo venderá vehículos completamente eléctricos y en China lo han apostado todo a este tipo de vehículos que, además, están siendo subvencionados pues es una oportunidad para que el gigante asiático entre a formar parte de una industria en la que no han tenido tanto peso hasta ahora.

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