La batalla por el tercer puesto: ¿hay vida más allá de Android y iOS?

La batalla por el tercer puesto: ¿hay vida más allá de Android y iOS?
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Dos o tres. Es la gran incógnita en el mercado de smartphones. ¿Hay hueco para un tercer sistema operativo más allá del aplastante dominio de Android y iOS? De ello depende la supervivencia de gigantes como Microsoft, Nokia o RIM.

Con el lanzamiento de Windows Phone 8 a la vuelta de la esquina, el 29 de octubre, la pregunta se vuelve más relevante que nunca. Y la respuesta, en realidad, va por barrios. En EE.UU. la batalla parece cosa de dos, en Europa hay indicios de que Microsoft arranca y en Asia y Latinoamérica está todo por decidir. Quien sepa mover ficha en este tablero global tendrá el pódium asegurado.

En EE.UU. hay poco margen de maniobra. Apple y Google dominan el 87% de los smartphones y los dos únicos perseguidores, RIM y Microsoft, solo el 8% y el 4% respectivamente, según comScore. No es suficiente.

Los analistas coinciden en que es necesario hacerse con al menos un 10% o un 15% del pastel para que el tercer puesto sea rentable. Además, ambos continúan sangrando cuota mes a mes: RIM ocupaba el primer puesto hace dos años en EE.UU. y Microsoft el cuarto. Si no lo remedian, van camino de la irrelevancia al otro lado del charco.

Windows Phone progresa en Europa

En Europa la situación es diferente. Según las últimas cifras de Kantar, Apple y Google copan el 83% del mercado pero Windows Phone avanza lentamente a costa de RIM. Los de Redmond cuentan con un 5% de cuota en las cinco principales economías europeas (un 10% en Italia y un 6% en Francia, por ejemplo). Sí, es poco, pero crece. Y tiene otro punto a favor: smartphones de gama media como el Nokia Lumia 820 y las alternativas de Samsung y HTC podrían funcionar bien en los países europeos más sensibles al precio por la recesión.

gráfica cuota de mercado

Es totalmente posible que Microsoft, y no RIM, conquiste el tercer puesto. Los operadores y los fabricantes le apoyan y los consumidores conocen bien la marca. Este año creemos que se venderán 21 millones de móviles con Windows Phone, no son muchos, pero ya son cifras interesantes. Para ser viable tendrá que llegar a los 100 millones anuales”, explica a Xataka Francisco Jerónimo, director de investigación de IDC en Europa.

La clave, los países emergentes

Hay un dato fundamental en este debate: mientras la penetración de smartphones en EE.UU y Europa supera el 40%, en Asia y Latinoamérica apenas ronda el 8%. Es decir, está todo por hacer.

Brasil, China, India, Sudáfrica, Rusia o Indonesia son enormes mercados donde manda el precio. Android tiene las de ganar en el terreno low cost, pero Windows Phone podría establecerse como rival en gama media y baja. Eso sí, llevará un tiempo hasta que Samsung, Nokia y HTC o los chinos Lenovo, Huawei y ZTE comercialicen móviles baratos con Microsoft en países emergentes. Además, hay que añadir la competencia que vendrá de alternativas de bajo coste como Firefox OS.

RIm logo

Entre los emergentes, China, el mayor mercado mundial de smartphones (suponen solo un 6% del total de sus móviles), determinará junto a EE.UU. si hay hueco o no para un tercer ecosistema global. Sin una cuota decente en estos dos países, Windows Phone y RIM están abocados al fracaso.

El rol de operadores, desarrolladores y consumidores

Hay un argumento adicional de peso que juega a favor de un tercer ecosistema: lo operadores lo buscan desesperadamente, especialmente en Europa.

Si se establece un duopolio Android-iOS con AT&T y Verizon liderando detrás, los operadores europeos serán meros espectadores, perderán competitividad. Ellos apostarán sobre todo por Windows Phone y empujarán el resto de fabricantes a aliarse con Microsoft”, explica Jerónimo.

iOs App Store

Los desarrolladores están también por la labor. iOS es su plataforma preferida y la que ofrece mejores opciones de monetización. Con Android apenas hacen dinero. Quizás por eso la mayoría está abierta a una tercera plataforma: el 57% de programadores, según VisionMobile, tiene planes de lanzar aplicaciones en Windows Phone. RIM, con la incertidumbre sobre BB10, pierde tirón.

Un último componente lo decidirá todo: el interés de los consumidores. Aquí Microsoft jugará de nuevo con mejores cartas que RIM. La experiencia de uso de Windows será por primera vez muy similar en portátiles, híbridos, móviles y tabletas. Es muy probable que ese 50% de población en EE.UU. y Europa que aún no usa smartphone, los late adopters, pruebe primero Windows 8 en un PC o portátil. Con un sistema homogéneo entre pantallas, el salto al móvil será más familiar y sencillo que nunca.

¿Más aspirantes en 2014?

Dos candidatos podrían alterar el equilibro de ecosistemas dominantes: webOS y, sobre todo, Firefox OS. De la mano de Mozilla y empujado por Telefónica y media docena de operadores, Firefox OS apuesta por la estrategia contraria: empezar en los países emergentes y, si funciona, quién sabe, acabar saltando a los mercados maduros. Comenzará en Brasil el año que viene.

Firefox OS

El otro aspirante, webOS, ahora en código abierto, es solo un as en la manga de HP, pero la compañía ya ha anunciado que volverá a plantar batalla en los móviles. Hasta el 2014 no sabremos si tendrán opciones a convertirse en plataforma o se quedarán en meros “disruptores”.

Visto lo visto, la conclusión parece clara: sí, aún hay hueco para un tercer ecosistema más allá de Android y iOS y Windows Phone, de momento, lleva las de ganar sobre RIM. Steve Ballmer echará además más leña al fuego con Surface y quizás con su el rumoreado Surface Phone. “Microsoft tiene dinero y paciencia de sobra. Se coló en los videojuegos junto a Nintendo y Sony, ¿por qué no va a conseguirlo esta vez?”, dice Neil Mawston, director de investigación de Strategy Analytics.

Es un buen ejemplo. La Xbox se lanzó en 2001. Una década después domina el 47% del mercado. Veremos si la historia se repite en el móvil.

avantar manuel ángel méndez

Manuel Ángel Méndez es periodista y economista especializado en tecnología. Empezó en el 2001, con el estallido de las puntocom, y ya no hubo vuelta atrás. Ha trabajado como analista en Forrester Research en Londres, director de investigación en Penteo y, desde el 2008, es colaborador de EL PAÍS. Escribe habitualmente en el blog Tecnolomía y está en Twitter y Google+.

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