Las bisagras se han convertido en el secreto mejor guardado de los móviles plegables y, quizás, en el secreto de su éxito

Las bisagras se han convertido en el secreto mejor guardado de los móviles plegables y, quizás, en el secreto de su éxito

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Las bisagras se han convertido en el secreto mejor guardado de los móviles plegables y, quizás, en el secreto de su éxito

El Samsung Galaxy Fold y el Huawei Mate X han abierto la puerta de la era de los teléfonos plegables. Estos dos sorprendentes productos muestran un futuro hipotético de móviles que se pliegan y despliegan a voluntad, pero lo hacen con una diferencia fundamental: su bisagra.

Esa bisagra es fundamental no solo por dar sentido al concepto, sino porque ejecutarla de una forma u otra puede acabar definiendo el formato final de estos dispositivos. Unos se pliegan hacia dentro, otros hacia fuera y otros (el Flexpai) lo hacen de una forma incompleta. El tamaño y el software importan, sí, pero lo que puede ser una sorpresa es que la bisagra importe (de momento) aún más.

El plegable de Flexpai demuestra que los plegables tienen miga, y mucha

El anuncio del FlexPai en octubre del año pasado nos sorprendió a todos: esperábamos a la Samsung de turno adelantándose al resto, y fue este desconocido fabricante el que planteó el primer acercamiento al problema.

Lo hizo con un modelo sorprendente de 7,8 pulgadas (desplegado) que sorprendía por sus buenas prestaciones pero que también lo hacía por su curiosa bisagra: el móvil no se plegaba completamente, y al "cerrarlo" acababa con una forma de cuña y un espacio vacío en la parte más cercana a esa bisagra.

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En la presentación de Huawei se comparó precisamente el formato plegado de Flexpai con respecto al del nuevo Huawei Mate X.

Aquel diseño, aun siendo sorprendente, no nos convenció cuando tuvimos la oportunidad de probar este dispositivo. La asimetría del terminal, su pequeña "tercera pantalla" en el centro del pliegue y un mecanismo que podía llevar a confusión -intentar doblarlo hacia el lado equivocado podría causar que rompieses el dispositivo- no convencían, y eso dejó claro que estos productos tenían aún margen de mejora.

Variante Samsung: las pantallas se ocultan al plegarlo

Esa ambición por ir a un diseño realmente plegable nos ha llevado a los dos productos que hemos visto en Mobile World Congress 2019. En primer lugar está el Samsung Galaxy Fold, el primero en destapar realmente la caja de Pandora y mostrarnos un vistazo a ese hipotético futuro plegable.

La apuesta de Samsung destacaba por varios apartados, pero si nos fijamos en su bisagra nos daremos cuenta de algo muy peculiar: al plegarse oculta la pantalla de mayor tamaño, la interior.

Samsung quizás se ha complicado la vida: esa decisión hace que haya tenido que integrar una pantalla más en una de las mitades externas (la de 4,6 pulgadas, y que presenta marcos muy pronunciados) y todo un conjunto de cámaras exteriores e interiores que desde luego añaden una complejidad extra.

La ventaja es clara: esa pantalla plegable interior queda protegida ante posibles caídas, algo que puede ser más importante de lo que parece en unos dispositivos que, recordemos, no están protegidos por el tradicional "Gorilla Glass" que no es plegale.

Variante Huawei: pantalla siempre expuesta

El segundo gran protagonista de estas jornadas ha sido el Huawei Mate X que nos sorprendió a todos por su ingenioso diseño y por unas dimensiones que desde luego plantean una apuesta incluso más llamativa que la del Samsung Galaxy Fold.

En ese diseño es donde se aprecia la diferencia de concepto fundamental: la pantalla plegable siempre queda expuesta y solo tenemos una pantalla que es la que se pliega. Al hacerlo nos quedamos con un móvil de 6,6 pulgadas y otra trasera de 6,38 pulgadas que activamos de forma independiente.

En ese diseño destacaba también el grosor extra de uno de los laterales para albergar las cámaras o el sensor de huellas, y ciertamente el desarrollo es mucho más simple conceptualmente. Es lógico pensar que a nivel de fabricación Huawei también logra ahorrar costes frente a la complejidad del Galaxy Fold.

En su contra, no osbtante, está esa fragilidad extra de un dispositivo que plegado o desplegado es todo pantalla sin cristal protector. Eso plantea riesgos claros a la hora de manejarlo pero también de guardarlo: los rayajos y muescas al contacto con todo tipo de objetos podrían poner en peligro nuestro preciado dispositivo.

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Para evitar el problema en Huawei ya indicaron que han creado una funda especialmente diseñada para proteger el dispositivo ante tales problemas, y a buen seguro veremos otros desarrollos en este sentido.

¿Qué bisagra ganará la batalla? Difícil saberlo hasta que todos estos dispositivos estén disponibles y demuestren la validez de cada uno de sus acercamientos al problema. Puede que este no sea más que un primer paso: los móviles plegables acaban de iniciar su andadura, así que tendremos que ser pacientes ante esta nueva idea.

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